ENCADENADOS (Notorious)
(USA) RKO / Vanguard Films, 1946. 101 min. BN.
G: Ben Hecht y (sin acreditar) Clifford Odets y Alfred Hitchcock.. Ft: Ted Tetzlaff. Mt: Theron Warth. DA: Albert S. D'Agostino y Carroll Clark. Vest: Edith Head. Ms: Roy Webb. Pr y Dr: Alfred Hitchcock.
Int: Cary Grant, Ingrid Bergman, Claude Rains, Louis Calhern, Leopoldine Konstantin, Reinhold Schünzel, Ivan Triesault, Alexis Minotis, Moroni Olsen, Wally Brown, Charles Mendl, Eberhard Krumschmidt, Fay Baker, Antonio Moreno, Ricardo Costa.
SINOPSIS: Al término de la II Guerra Mundial, la hija de un espía suicidado, una joven hermosa que trata de olvidar lo sucedido a su progenitor llevando un estilo de vida disipado, es convencida para ayudar al gobierno de Estados Unidos en la misión de desarticular una organización nazi que opera en Brasil y desbaratar así sus planes para conseguir uranio. En el empeño, habrá de utilizar su encanto y belleza hasta tocar el corazón de uno de los componentes de ese grupo y ganar su confianza.
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Finalmente, Devlin (Cary Grant) comprende la situación casi terminal de Alicia (Ingrid Bergman) y decide rescatarla "in extremis". |
COMENTARIO: Reconozco que a estas alturas resulta difícil no caer en lugares comunes cuando se habla de Hitchcock, pero es que su cine, muy analizado desde hace más de medio siglo, atrae como el abismo. Y los “vertiginosos”, los que no sabemos esquivar esa invitación de descenso al Maelström, vamos descubriendo capas y galerías interiores de insospechados contenidos. Lo insondable de muchas de sus películas, su sentido último, las hace aún más apasionantes, qué duda cabe.
Pero ahora estamos aquí para hablar de ENCADENADOS, una de sus mejores películas y también una de las más retorcidas y sombrías de su filmografía; su aspereza, su carencia de humor, la colocan junto con FALSO CULPABLE en esa corta lista de films suyos en que el maestro se implicó a fondo con todo lo que ello conlleva.
Entre el thriller de espionaje (que es casi el pretexto para introducir la dosis de suspense que el público siempre espera) y el drama pasional, que era lo que más le interesaba, discurre este sensacional ejercicio en el que Hitchcock mostró su ilimitado talento y sensibilidad contándonos una historia de amor reprimido e incluso masoquista, revestida de engaño y culpabilidad, a la que aplicó soluciones de puesta en escena tan originales en su concepción como eficaces en su intencionalidad. Porque está claro que Hitchcock era un formalista en el mejor sentido y sus películas resultan apasionantes investigaciones trabajando el lenguaje de la cámara hasta extremos de absoluta perfección. Es decir, mediante despliegues técnicos asombrosos, siempre hallaba la manera más bella, sofisticada y a la vez efectiva de transmitirnos lo que él deseaba. Creo que esto ya lo he dicho en alguna otra ocasión refiriéndome a su obra pero no está de más haberlo repetido ahora. Ahí están el famoso plano-secuencia que recoge sin cortes el cálido besuqueo de la pareja protagonista en la habitación del hotel de Río, o esa grúa descendente en la secuencia de la recepción que comienza con un gran plano general con todos los invitados y termina en un primerísimo plano del puño crispado de Alicia ocultando una llave.
Por otro lado, es forzoso que nos detengamos en el personaje esquinado, constreñido, tenso y profundamente antipático que interpreta Cary Grant. Ese Devlin torturado por el sentimiento pasional que le une a Alicia a la que utiliza fría y calculadoramente a pesar de amarla, y que entrega en brazos de otro hombre, es retratado por Hitchcock en repetidas ocasiones a lo largo de la película, de espaldas con el consiguiente efecto de “ocultación” de su rostro como metáfora del encubrimiento de sentimientos e intenciones. Este comportamiento acaba consiguiendo que nuestras simpatías se desvíen hacia el "malo” oficial, Sebastian (soberbio Claude Rains), al que percibimos como un personaje patético e ingenuamente romántico, vigilado desconfiadamente por sus compañeros nazis, dominado por una madre terrible (como casi todas las de Hitchcock) y que termina siendo “sacrificado” con impasible crueldad en una de las secuencias más sobrecogedoras que podamos encontrar a lo largo de toda la filmografía de Hitchcock.
Película de intriga y espionaje en su apariencia, romántica en su fondo, sazonada con capas de tortura psicológica, masoquismo y mucha mala leche (en el mejor sentido de la expresión). Si se observa en toda su dimensión no deja de ser un amor a cuatro bandas. Alicia enamorada de Devlin, Sebastian enamorado de Alicia, Mme. Sebastian "enamorada" de forma posesiva de su hijo, y Devlin... ¿realmente ama a Alicia? ¿Es realmente amor lo que siente por la mujer que él mismo acaba arrojando a los brazos de su verdugo? Sin duda, el personaje de Grant es el más logrado de toda su filmografía. Es antipático y lacerante en sus comentarios. Tortura psicológicamente a su enamorada y pese a ello Alicia es el mayor ejemplo de amor comprometido, profundo y hecho a prueba de bombas que se puede observar en una pantalla.
ResponderEliminarPese a la fama que tienen el primer beso de ambos en el hoyel de Río y el redentor beso final (ambos prodigiosos, lo reconozco), yo me quedo con el beso de ellos en la puerta de la bodega, en el que todas las tensiones acumuladas de ambos (sobre todo ella) se liberan en ese momento. Todas las escenas previas de Devlin y Alicia, controlando las botellas de champán, parecen una danza de ellos dos: el preámbulo al acto del amor (sazonada con toques de suspense que lo hacen todavía más excitante), hasta culminar en ese beso que él pretende hacerla creer a ella que lo hace para disimular la caída de la botella pero que en realidad es el culmen de su deseo ya irreprimible; y para Alicia supone su entrega a él por completo, despojándose así (por esos breves instantes) de la represión a la que se encuentra sometida.
Hitchcock filma todo un ejercicio de amor apasionado (por parte de ella) y turbio (en lo referente a él), a la vez que resulta ser, de modo sutil y elegante, una manifestación febril y romántica del acto sexual, encubierto sólo en parte por capas de crueldad, intrigas y asesinatos no visibles que engrandecen aún más esta película inagotable y de las más carnales que servidora ha encontrado. Erotismo en estado puro.
Abrazos!!
Huelga decir que estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes y tus reflexiones sobre la película resultan de una ejemplar lucidez y rezuman temperatura emocional. Como tú misma afirmas, estamos ante una obra maestra inagotable. Así pues, ¡alabado sea el cine de Alfred Hitchcock! que nos hace sentir con tanta intensidad, despertando y estimulando lo más adormecido de nosotros mismos. En suma, arrojando luz inmisericorde sobre ignorados rincones de nuestra naturaleza, descubriéndonos.
EliminarUn abrazo.
Para mí una de sus cinco mejores películas, espléndidamente comentada por ti. Siempre me ha parecido increíble la capacidad formal de Hitchcock, cada vez que vuelves a su obra hay cosas nuevas, como dices.
ResponderEliminarUn abrazo, Teo.
Las películas de Hitchcock que más me gustan se encuentran entre las de su etapa de madurez (por cierto, esa “madurez” la alcanzó muy pronto). Rendidos ante su insondable mirada, hemos repetido hasta la saciedad que VERTIGO es la cumbre de su carrera. Pero ENCADENADOS la considero sin duda la mejor de las rodadas en la década de los cuarenta, lo que la acerca, y mucho, a esa cumbre.
EliminarUn abrazo.
Se habla de esta película como una de las más románticas de Hitchcock, pero a mí siempre me ha parecido de una crueldad insoportable. ¡Cómo se ceba el maestro con el personaje de Alicia! Pocas veces que yo recuerde lo ha pasado tan mal una mujer enamorada.
ResponderEliminarSaludos.
Resulta evidente que ENCADENADOS es una película profundamente romántica, aunque también es verdad -ahí te doy la razón- que el tratamiento de la (turbia) historia de amor entre Devlin y Alicia es uno de los más inmisericordes que contabilizo en la filmografía de Hitchcock.
EliminarUn saludo.
Está entre mis favoritas pero por debajo de otras a pesar de que, como decís, sea tecnicamente perfecta y además con la presencia de actores como Cary Grant, siempre sobresaliente, y la Bergman, bellísima, con ese rostro dulce y esa mirada de candor. Menos mal que en esta ocasión el maestro del suspense, no la vistió con un traje de chaqueta gris (como haría con Doris Day, Kim Novak y otras).
ResponderEliminarEs una historia turbia, de espionaje, pero esa parte de la trama me dio igual, lo que me gustó es el romance de la pareja, porque como ya hemos dicho muchos veces, creo que Hitch era un romántico empedernido; en sus pelis siempre hay una mujer atormentada, deprimida, loca, enferma y un hombre que viene a redimirla...yo lo veo así, además esta mujer es acosada, por elementos ajenos a ella, un ama de llaves completamente trastornada, una madre que domina a su hijo, etc, etc. Bien como decía, lo que me importa de la peli es la historia de amor, ese personaje de Cary Grant, agrio y frío, que antepone su profesionalidad para capturar al nazi, llegando a entregar a Alicia a pesar de amarla... Alicia, sufriente, con ese marido impuesto, un impagable Claude Rains, y enamorada de quien la ha metido en un asunto que no llega a entiender para nada.
En resumidas cuentas, en el fondo la historia si la despliegas sobre el papel es muy simple como trama; es el maestro Hitchkock quién la convierte en algo complejo cargándola de emociones y pasiones encontradas. Verás, con el cine de Hitchcock me ocurre así como si contemplara por momentos algo irreal no en lo que cuenta, sino en su tratamiento obsesivo de plantearlo al público, la manera de componer los planos y mover la camara como si tuviera vida propia al margen de los personajes. Eso le hace único. Te pongo un ejemplo: en “El hombre que sabía demasiado”, la de 1956,hay una secuencia en que Doris Day, camina sola por la calle (con el famoso traje gris) y parece completamente irreal; he visto la secuencia varías veces y hay algo en ella, en primer lugar Doris sola, mirando hacía los lados, luego está la calle desierta, fantasmal, parece un decorado y luego es la cámara la que nos dirige a la acción.... vaya! creo que me hecho un lío tratando de explicarlo, pero espero que algo se me haya entendido.
Un abrazo.
De acuerdo en que Hitch era un romántico, aunque este término, tratándose de él, va sazonado con ingredientes (algunos anómalos) que complican el concepto. Pero, sí, sí lo era y queda muy claro en películas como la que nos ocupa.
EliminarEn cuanto a que sus mujeres (casi siempre rubias) tienen que ser redimidas en sus traumas y carencias por los hombres que las conocen y aman, es cierto a medias. A veces, se da lo contrario y son ellas las que "salvan" o "condenan" al macho. Un ejemplo: la Bergman con paciencia y amor salva de sí mismo a Gregory Peck en RECUERDA. Otro en clave más frívola: la señorita Kendall (Eva Marie Saint) reconvierte al indolente, inconsistente y pagado de sí mismo Roger Thornhill (Grant) en un hombre comprometido, responsable y audaz (por amor, claro). En otras, es la mujer la que destruye al hombre, aún sin proponérselo, como la sobrina (Teresa Wright) a su tío (Joseph Cotten) en LA SOMBRA DE UNA DUDA. Como te digo, hay de todo en la obra del maestro. Pero siempre con muchas capas a estudiar.
Lo que escribes de la cámara de Hitchcock, es cierto que consigue (a veces no se sabe cómo) esa atmósfera extraña e irreal que nos sumerge y nos identifica con los personajes y sus estados de ánimo o sufrimientos. En eso y en muchas cosas más, era un genio. Fíjate, con ser la famosa secuencia sin cortes del amoroso besuqueo de Grant y la Bergman la más admirada y comentada siempre (yo, como espectador, llego a sentir "físicamente" la humedad y temperatura de los labios de ella), para mí, el mejor beso en una peli de Hitchcock (aunque incomparablemente corto respecto al que comentamos) es el que le planta sorpresivamente Grace Kelly a Grant en ATRAPA A UN LADRÓN cuando él la acompaña hasta la puerta de su habitación en el hotel. Es de un erotismo y belleza que la primera vez que vi la película, me desmayé (o así).
Otro abrazo.
Poco puedo añadir a tu certero análisis de una película asombrosa por sus soluciones narrativas y por la ambigüedad de sus personajes. Y, como decía el maestro, cuando mejor es el villano, mejor es la película.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Ricard. Es cierta esa sabia observación hitchcockiana sobre la construcción del "villano" en una película. Solo que aquí, dentro del triángulo protagonista, el maestro probó a efectuar un subrepticio giro de ese rol: nos cae mejor el manipulado Sebastian (Claude Rains) que el esquinado Devlin (Grant), no?
EliminarUn saludo.
Como bien dices, es una de las películas más oscuras del maestro Hitchcock por la sobrecarga de crueldad que arrastra esa historia de amor, lo que la convierte una de las más siniestras. Ya tiene mérito lograr que Cary Grant con su personaje nos caiga gordo. Ni siquiera lo consiguió en "Sospecha" donde a pesar de presentarle como un presunto asesino, seguía cayéndonos simpático. Pero aquí no porque su comportamiento no tiene excusa para con esa mujer tan vulnerable y enamorada.
ResponderEliminarSiempre me debato en la duda de si me gusta más que "Vértigo" o no. Lo que sí tengo claro es que para mí son sus dos cumbres. En eso creo no ser nada original.
Magnífico post, Teo. Saludos.
La escasa clemencia de Hitchcock hacia sus personajes en esta película (la crueldad sin límites de la última secuencia con el pobre y abandonado Sebastian quedando a merced de sus compinches, es un ejemplo) alcanza cotas que no volverían a verse hasta FRENESÍ. Por otro lado, en alguna ocasión, tras finalizar la proyección de ENCADENADOS, me he preguntado si un hombre como Devlin estará capacitado para hacer feliz a una mujer como Alicia. No estoy muy seguro de que la calculadora frialdad de él (capaz de meter en la cama de otro hombre a la mujer que ama para alcanzar otros fines de "mayor trascendencia") pueda ser disuelta por la amorosa calidez y entrega sin reservas de una mujer tan candorosa y entregada como ella.
EliminarNo te tortures más, Gonzalo, aunque tengas difícil esa elección. En fin, no sé, quédate con VERTIGO y no te equivocarás. Además, eligiendo ese título no tienes por qué renunciar a los demás.
Un saludo.
Tuvieron que venir los franceses a descubrirnos los fluidos subterráneos que recorrían las películas de Hitchcock. Antes solo se le consideraba "el mago del suspense". Uno de mis libros de cabecera es "El cine según Hitchcock" con esas largas y apasionantes entrevistas con él y François Truffaut donde ambos analizaban todos y cada uno de los trabajos del maestro. Después de leer vuestros comentarios no puedo estar más de acuerdo en que "Encadenados" es uno de los mejores Hitchcock, aunque mi favorita oscila entre "La ventana indiscreta" y "Vertigo", las dos con mi idolatrado James Stewart.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, efectivamente, fueron los muchachos de "Cahiers" los que mayormente "descubrieron" el valor de la obra de muchos directores que hasta ese momento se los consideraba meros artesanos. De Hitchcock solo se nos vendía su talento para crear argumentos y atmósferas angustiosas y su habilidad para fabricar suspenses. Ahí nos deteníamos hasta que Truffaut y sus compañeros se empeñaron en "abrirnos los ojos".
EliminarNada que objetar a tu justificada admiración tanto por el gran James Stewart como por títulos como los que mencionas. El mío es VERTIGO como creo que ya sabes. Una película insondable.
Un saludo.
Quizás sea ésta la película en que podamos situar la madurez de Hitch a la hora de abordar sus más oscuras obsesiones, por ello podemos considerar “Encadenados” la primera obra de plena exposición personal y la que preludia de manera clara lo que nos traerían sus trabajos posteriores, ese “algo” que alcanzaría su cenit, sobre todo, con la impresionante película que es VÉRTIGO (como ves, Teo, coincido contigo).
ResponderEliminarUn saludo.
ENCADENADOS podríamos considerarla, efectivamente, como la primera puerta que nos abre Hitchcock a su complejo, turbio y apasionante universo interior. Luego vendrían para confirmarlo, ATORMENTADA y EXTRAÑOS EN UN TREN, si bien entre medias se colaron un par de títulos a mi juicio poco interesantes como EL PROCESO PARADINE y PÁNICO EN LA ESCENA (YO CONFIESO, por sus características, habría que analizarla aparte).
EliminarQué voy a decirte respecto a VERTIGO. Por supuesto que coincidimos plenamente.
Un saludo.
Qué aportar que no se haya escrito ya sobre “Encadenados”... Es una de mis películas preferidas, de las que más veces he visto. Por comentarios como el tuyo, cada vez que vuelvo a verla descubro un nuevo detalle, o plano, o mirada. Este director conseguía con un solo plano transmitir al espectador toda la malvada dominancia de un personaje como el de la madre de Sebastian. Y ese final ¡dios! tremendamente sobrecogedor y escalofriante. Por todo, para mí es una película redonda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué aportar que no se haya escrito ya sobre “Encadenados”... Es una de mis películas preferidas, de las que más veces he visto. Por comentarios como el tuyo, cada vez que vuelvo a verla descubro un nuevo detalle, o plano, o mirada. Este director conseguía con un solo plano transmitir al espectador toda la malvada dominancia de un personaje como el de la madre de Sebastian. Y ese final ¡dios! tremendamente sobrecogedor y escalofriante. Por todo, para mí es una película redonda.
EliminarUn abrazo.
Confieso no tener la capacidad para aportar algo nuevo en torno a Hitchcock, si es que a estas alturas existe algún rincon de su cine por examinar. En “Encadenados” la pareja protagonista establece una química innegable, entre ellos y con el público, pero eso tampoco es una novedad a reseñar. El hermetismo mohíno del personaje de Grant desplaza las simpatías hacia el de la Bergman, sensual y vulnerable como nunca. Esa Alicia enamorada pasa mucho tiempo aturdida no solo por un café envenenado y por diversos licores sino por su escisión emocional. Alcohol y uranio forman también el imposible macguffin de la trama y hay otras escenas a destacar además del ya mítico desafío al código Hays en la escena del beso móvil. Recuerdo por ejemplo la hábil construcción del suspense en la larga secuencia de la fiesta en la que la cámara se fija en las manos de Alicia y la llave como epicentro de la tensión. Sea o no sea la mejor película de Hitchcock, lo cierto es que contiene la quintaesencia del genio.
ResponderEliminarBesos!
Sí, muy acertados tus apuntes, Maribel. Porque ENCADENADOS es una obra con todos los ingredientes en perfecta conjugación y dosis para alcanzar ese punto, ese "sabor" que nos haga exclamar ¡es un Hitchcock en estado puro!. Y bueno, luego cada uno de nosotros tenemos nuestra "mejor película de Hitchcock", lo que entre nosotros ha venido alimentando todos los análisis, estudios, discusiones y elucubraciones en torno a su cine. Ya te digo, apasionante e inabarcable.
EliminarUn abrazo.
Una de mis películas favoritas de Hitchcock, con elementos tan buenos como los que apuntas (presentar al teórico héroe de espaldas, los larguísimos planos de los besos o la grúa espectacular de la llave, que ya hizo en su etapa inglesa en la primera versión de El hombre que sabía demasiado, si no recuerdo mal), todos seguramente ya perfectamente estudiados -y dibujados- antes de cada rodaje; y con una trama que engancha desde el principio hasta ese estupendo final en la escalera. Una película para escribir un libro sobre ella, como muchas de las cintas del maestro.
ResponderEliminarSaludos.
Ese virtuosista uso de la grúa lo ha utilizado Hitchcock en varias de sus películas y siempre con una clara intencionalidad narrativa y nunca como exhibicionismo formal, por supuesto. Normalmente, muestra una situación concreta mediante un gran plano general (una recepción, una sala de baile, una muchedumbre) y sin corte alguno, la cámara se mueve como guiada por un demiurgo hasta descubrir en primerísimo plano el “corazón revelador” de lo que allí ocurre. Además del título que mencionas, están los ejemplos de INOCENCIA Y JUVENTUD (1937) y MARNIE (1964). En PSICOSIS también, pero en esa ocasión con solo un personaje en escena (la subida por las escaleras de Norman Bates con la cámara inmóvil hasta que desaparece por una puerta y entonces comienza a ascender (la cámara) sigilosamente por ese mismo tramo de escaleras girando hasta situarse en el techo de la casa cuando recuperamos al personaje en plano cenital saliendo desde la puerta por la que desapareció, llevando en brazos a su “madre”. Un movimiento imposible pero impresionante.
EliminarCompartiendo tus preferencias, también considero ENCADENADOS una de las tres o cuatro mejores películas de Hitch, en primer lugar, por el grado de intensidad a la hora de estudiar esa torturada relación amorosa de Devlin y Alicia, por los hallazgos expresivos de una insólita audacia (que hemos enumerado) y por la severa inmisericordia a la hora de construir los personajes. En cuanto al "villano" de turno, ese Sebastian, como apuntaba, nos llega al corazón -valga la expresión- por su vulnerabilidad. No obstante, para mí el mejor "malo" de la filmografía hitchcockiana es el Philip Van Damm que construyó con la ayuda del inmenso James Mason en CON LA MUERTE EN LOS TALONES (otro villano elegante y engañado).
Un saludo.