LA PÍCARA SOLTERA (Sex and the Single Girl)

(USA) Warner Bros. / Richard Quine-Reynard Production, 1964. 114 min. Color.

Pr: Willian T. Orr. Pr Ej: Tony Curtis (sin acreditar). G: Joseph Heller y David R. Schwarz, basado en el libro de Helen Gurley Brown. Ft: Charles Lang Jr. Mt: David Wages. DA: Cary O’Dell. Vest: Edith Head y Norman Norell. Ms: Neal Hefti. Dr: Richard Quine.

Int: Tony Curtis, Natalie Wood, Henry Fonda, Lauren Bacall, Mel Ferrer, Fran Jeffries, Edward Everett Horton, Otto Kruger, Leslie Parrish, Larry Storch, Stubby Kaye, Howard St. John, Max Showalter, Helen Kleeb, Count Basie y su Orquesta, William Fawcett, Curly Klein, William Lanteau, Barbara Bouchet.











SINOPSIS:
Una revista de gran tirada, especializada en temas escandalosos, encarga a su periodista más experimentado y sagaz la misión de introducirse subrepticiamente en la vida de una bella sexóloga que acaba de publicar un libro de éxito titulado "El sexo y las solteras". La aviesa misión de este individuo es la de desenmas­carar a la doctora demostrando su inexperiencia en la práctica de esta placentera actividad, es decir, su virginidad.










Los formidables y compenetrados Tony Curtis y Natalie Wood (trabajaron juntos en tres ocasiones) los vemos aquí en cariñosa pose para promocionar la película de Quine.

COMENTARIO:
Tras la embelesante ENCUENTRO EN PARÍS (Paris When it Sizzles), última comedia “feliz” de Richard Quine, esta que ahora nos ocupa es la primera de las dos comedias misóginas que el realizador rodó tras la mal asumida ruptura artístico-sentimental con su musa Kim Novak (la siguiente, aún más agresiva en este sentido, sería CÓMO MATAR A LA PROPIA ESPOSA). Así, nuestro querido Quine, despechado y con arañazos en el corazón, perdido el cariño por sus personajes, ya no podía ser el mismo de ME ENAMORÉ DE UNA BRUJA (Bell, Book and Candle) y es así como se produce el giro que representa en su trayectoria LA PÍCARA SOLTERA, una malévola, descreída, frenética y (muy) divertida comedia ambientada, no por casualidad, en el sensacionalista y reprobable mundo del periodismo basura.

La evidente mala uva del realizador queda patente en su acercamiento a todos los personajes a los que dibuja con los trazos de una inmisericorde caricatura. Sin embargo, esta agresividad está en cierta medida “suavizada” por una inteligente y deliciosa formula­ción visual de la que siempre hizo gala el autor de EL MUNDO DE SUZIE WONG. A semejanza de una prima ballerina, en LA PÍCARA SOLTERA, la cámara de Quine siempre se mueve de puntillas y con elegante ligereza. Pero, además, la película viene adornada y enriquecida con un irrepetible reparto que incluía a ilustres comediantes (grandioso Tony Curtis) como también nombres legendarios menos habituales en este género (aunque ya nunca sabremos por qué, Henry Fonda dijo detestar esta película y su participación en ella) y una docena de gags antológicos, algunos de los cuales vienen a formar parte de esa desopilante secuencia que configura el climax final: una desenfrenada carrera-caza de todos los protagonistas por una concurrida autopista que los conduce al aeropuerto, resuelta con el ritmo y la geométrica perfección de un ballet, salpicada por las cartoonistas apariciones de ese policía de tráfico interpretado por el estupendo Larry Storch.

13 comentarios:

  1. Tras un buen rato sin decantarme, termino inclinándome más hacia "Cómo matar a la propia esposa" porque como apuntas en tu comentario, va más allá en sus propuestas, es aún más agresiva que "La pícara soltera" y además tiene momentos verdaderamente antológicos. En todo caso, ambas películas son dos de las comedias más salvajemente divertidas que yo recuerdo.
    Saludos!

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    1. Estos dos títulos tienen una lectura que los hace complementarios y también consecuentes con un cambio de actitud por parte de Richard Quine. Por otro lado, veo que coincidimos en que CÓMO MATAR A LA PROPIA ESPOSA alcanza cotas de acidez y de vengativa agresividad impensables en el cine de Quine tan sólo dos años antes.
      Un saludo.

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  2. Seguro que la he visto, pero apenas recuerdo nada de ella, lo cual no es muy buena señal. Y es raro, con ese espectacular reparto. De todas formas mis comedias preferidas de Quine son las citadas "Encuentro en París" y "Me enamoré de una bruja", aunque de toda su filmografía prefiero la que considero su obra maestra: "Un extraño en mi vida".
    Saludos.

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    1. El hecho de que no guardes memoria de esta comedia me empuja a intuir como posible que en realidad no la hayas visto. Pudiera ser el caso.
      En cuanto a tu alta valoración de UN EXTRAÑO EN MI VIDA por supuesto contribuye a colocar este título, ahora ya casi por unanimidad, como la cumbre en la trayectoria de este director. Pero han tenido que transcurrir demasiados años para llegar a esta conclusión. Demasiados!
      Un saludo.

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  3. Una comedia cáustica y mordaz envuelta en un argumento de hilarante ingenio. Salvaje, divertida, fresca y con unos colores y una narrativa acelerada que alegran al espectador más taciturno. Quine estuvo especialmente inspirado durante esos años y, aunque su musa ya no está, Natalie Wood nos acompaña con su habitual encanto haciendo un excelente dúo con un Tony Curtis estupendo.
    Y sí, la media hora final, de absoluto desenfreno es magnífica. Transmite una alegría por la vida absolutamente contagiosa que en mi caso se traduce en una sonrisa que continúa después de haber terminado la película.
    Adoro a Richard Quine, fíjate que me hubiese gustado conocerle. Su cine tiene algo muy especial: es como si en sus películas se colara una parte de sí mismo para mostrarnos sus emociones, inquietudes y pasiones.
    Abrazos!

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    1. Pues sí, Miriam, también es uno de mis directores de cabecera. Su cine, tanto en clave dramática como en comedia, me llega muy hondo porque me identifico muy bien con su postura, es de mi cuerda a la hora de entender la vida y plasmar su filosofía en imágenes. Es musical y divertido, cáustico y descreído desde que le abandonó Kim (su agresiva misoginia en CÓMO MATAR A LA PROPIA ESPOSA no tiene parangón). Junto con Stanley Donen, son los dos directores que más horas de felicidad me han proporcionado desde una pantalla.
      Como tal vez sepas, tuvo un triste final. Sus últimas películas fueron auténticos fiascos (¡increíble!), el público, la crítica y la industria le dieron la espalda y tras unos años de paro, se voló la cabeza de un disparo. Terrible, verdad?.
      Un abrazo.

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    2. Sí, lo había leído en alguna parte y me impresionó muchísimo su final. Es una pena que directores como él nunca hayan recibido el reconocimiento que merecían y, ahora, ya fallecidos tampoco reciban ni una triste reseña por parte de la crítica especializada y, si es el caso, encontramos un ejemplo en su película magna, “Un extraño en mi vida”, que fue denostada en la segunda parte, aludiendo que el personaje de Walter Matthau es moralizante (en una especie de diccionario de cine por décadas de, si no lo digo mal, Augusto M. Torres), indignante.
      Todavía me quedan algunas películas suyas que ver, pero todas las que he visto tienen algo, no sólo especial, sino muy hondo. A mí me llegan hasta lo más profundo. Por eso es reconfortante encontrar gente como tú, que sabe apreciar a creadores como él, que han hecho del cine una fuente de emociones y sabiduría.

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  4. Misóginas, misóginas, hasta más no poder. Efectivamente, el señor Richard Quine debía estar muy resentido cuando las rodó pues ofrece una visión de las mujeres en la que viene a decir que la que no es tonta, es castradora. Se lo perdono por lo divertidas que resultan las dos y en el caso de “La pícara soltera”, por ese genial Tony Curtis haciendo referencias a Jack Lemmon y a sí mismo en aquella "Con faldas y a lo loco".
    Un saludo.

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    1. Pues sí, Aurora, tienes razón. El pobre Richard Quine es posible que estuviera muy cabreado con vosotras en aquellos días (lo que no le impidió casarse con la cimbreante Fran Jeffries al término del rodaje de esta película en la que tiene un divertido papel como una de las secretarias-concubinas del periodista Weston (Curtis). Previamente Jeffries había intervenido en LA PANTERA ROSA dirigida por Blake Edwards, antiguo compañero de fatigas de Quine.
      Respecto a esa valoración que haces de Tony Curtis, en efecto, está especialmente brillante y es una lástima que Quine no le reuniera con su compinche Lemmon en alguna de sus comedias. Trabajó con ambos, por separado, en varias ocasiones.
      Un saludo.

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  5. José Luis Paredes12 de junio de 2025, 12:32

    Me encanta “Bell book and Candle”, aunque mi Quine favorito siga siendo for ever "Strangers When We Meet". También me gusta mucho "El mundo de Suzie Wong", pero esta que comenta ahora aún no la he visto, aunque la tengo por ahí archivada. Por cierto, a ver si reduce la exhumación de películas sesenteras, esas que le marcaron en su adolescencia y juventud, y se anima por algo más radical, yo qué sé...vd. sabrá mejor, que para eso es crítico.
    Abrazos sin acritud.

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    1. En principio, para evitar que caiga en depresión, intenta retirar el tratamiento de “usted”, por favor. Fuera del terreno de la comedia, suscribo contigo que UN EXTRAÑO EN MI VIDA es la mejor película de Richard Quine. Esto parece que por fin va quedando fuera de toda duda. Y así ha sido reseñado cuando en noviembre del año pasado le llegó el turno en este blog.
      Resulta imperdonable que en tus archivos esté la comedia que ahora comentamos y tengas la sangre fría de no haberte acercado a ella. Te concedo 30 días de plazo para que la veas o te retiro el crédito.
      Ahora pasemos a lo que me reprochas: la selección de películas que aquí van siendo reseñadas no obedece a criterios fijos o estrictos. En cualquier caso, antes de que me imponga la tarea de revisar el blog de arriba a abajo, me atrevo a poner en duda que haya más títulos sesenteros que de otras décadas. La selección por ahora pienso que es bastante ecléctica, aunque dejo margen para que esa regañina pudiera tener cierta base. Mira, sin ir más lejos, ya está en la línea de salida para la próxima semana el post sobre EL AÑO PASADO EN MARIENBAD (ay! es verdad, también es de los sesenta), aprovechando la feliz coyuntura de que este mes se exhibe en la Filmoteca.
      Saludos.

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  6. La he visto hace muy poco en televisión emitida por una cadena autonómica. Muy divertida. Merece la pena por todos los motivos que desgranas. ¡Y Natalie está preciosa!
    Saludos.

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    1. Apareciendo tras ese nostálgico y brumoso seudónimo, bienvenido/a al blog.
      Nada que objetar porque, efectivamente, LA PÍCARA SOLTERA en su brillante planteamiento y desarrollo resulta una comedia descacharrante. Y, ay! la pobre Natalie Wood aparecía especialmente bella, demostrando a la vez sus dotes de estupenda comediante.
      Un saludo.

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