GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL (Mélodie en sous-sol)

(Fr-It) CCM / Cité Films / CIPRA / MGM, 1963. 118 min. BN. CinemasScope.

Pr: Jacques Bar y Jacques Juranville. G: Michel Audiard (diálogos), Albert Simonin y Henri Verneuil, basado en la novela de John Trinian (Zekial Marko). Ft: Louis Page. Mt: Françoise Bonnot. DA: Robert Clavel. Ms: Michel Magne. Dr: Henri Verneuil.

Int: Jean Gabin, Alain Delon, Viviane Romance, Carla Marlier, Maurice Biraud, Claude Cerval, Jean Carmet, José Luis de Vilallonga, Germaine Montero, Rita Cadillac, Henri Virlojeux, Dora Doll, Jimmy Davis, Henri Attal, Dominique Davray.

Ese tipo de la gabardina es Charles (Jean Gabin). Ha estado en prisión varios años y ahora regresa a su casa en un barrio periférico de Paris. El paisaje ha cambiado mucho.
Tras un frio reencuentro con su esposa Ginette (Viviane Romance), Charles, un hombre mayor que no se da por acabado, trae algo en su cabeza.

Mario (Henri Virlojeux), un antiguo delincuente amigo de Charles, le propone que lleve a cabo un golpe (él no puede por su mala salud) muy bien planeado en un casino de la Costa Azul.
Charles acepta ese último reto y se pone en contacto con Francis Verlot (Alain Delon), su antiguo compañero de celda en la cárcel para formar parte del equipo.
Francis recibe instrucciones y consejos de Charles. El chico apunta maneras.
Como chófer, Francis propone a su cuñado Louis (Maurice Biraud) que regenta un pequeño taller de reparación de coches.
Francis ya se ha trasladado a Cannes haciéndose pasar por  un joven adinerado.
Su plan incluye hacerse notar por las componentes del ballet del casino en el que se va a dar el golpe.
Francis, en su papel, apostando en el casino bajo la atenta y supervisora mirada de Charles.

SINOPSIS:
Un maduro delincuente recién salido de prisión tras un largo periodo de encierro, pretende llevar a cabo un último trabajo que le permita retirarse definitivamente. Se trata de atracar un casino en Cannes cuyos planos le ha proporcionado un antiguo compañero. Para la ejecución del golpe necesitará la ayuda de un joven de los bajos fondos al que conoció en la cárcel.

Francis ha conseguido entablar relación con Brigitte (Carla Marlier), una de las componentes del ballet.
Brigitte se ha enamorado de Francis pero éste solo la utiliza como medio para hacerse familiar entre los empleados del casino. 
Francis metido en faena. Aquí le vemos deslizándose por el hueco del ascensor.
Todo va saliendo según el plan.
Entre los encañonados se encuentra Monsieur Grimp (José Luis de Vilallonga), el jefe de personal.
Grimp conversando con la policía sobre los detalles del atraco.
Un tenso Francis, simulando tranquilidad, observa la escena de la policía interrogando a los empleados del casino. El motivo de la tensión reside en que la bolsa que contiene el dinero robado la lleva encima.
La escena está siendo observada por Charles desde la terraza de la piscina del casino.
Lo que contempla Charles tras sus gafas oscuras es una angustiosa situación que tendrá un desenlace inesperado.

COMENTARIO:
Hay realizadores eficaces pero mediocres que un buen día, tal vez tocados por la gracia (y ayudados por la concurrencia de otros factores), consiguen un trabajo inspirado y redondo. Por ejemplo, le ocurrió a J. Lee Thompson con EL CABO DEL TERROR (Cape Fear, 1961) y a Henri Verneuil con la que ahora nos ocupa, un polar francés diseñado sobre un milimétrico guión que sintetiza las situaciones reduciendo a lo esencial las líneas de diálogo.

Partiendo de esta premisa, el director apostó por una puesta en escena de precisión matemática en la que las miradas y movimientos de los actores dentro del plano marcan con adecuada gelidez las relaciones entre unos personajes que en razón de su trabajo no pueden permitirse las emociones o, sencillamente, están incapacitados para ellas. En el caso del viejo atracador interpretado por Jean Gabin, son los años pasados en prisión, la experiencia adquirida en décadas de ejercicio delictivo, su conocimiento de la condición humana, lo que le ha llevado a un excepticismo terminal (señalar al respecto, la profunda tristeza que destilan las concisas escenas de él con su mujer). Seres que se mueven en un mundo geométrico, desde el calculado movimiento de las bolas en una mesa de un billar de barrio (sintéticas escenas de presentación del personaje de Delon, primero en su casa con la madre y luego con Charles) a los planos detallados de un casino como “mapa del tesoro” en el que los protagonistas cifran sus expectativas de un ilusorio ajuste de cuentas con la vida.

El acierto de elegir la atmósfera otoñal de un Cannes fuera de temporada, las pinceldas y detalles descriptivos de ese ambiente (hotel, clientes, camareros, piscina, personal del casino, bailarinas) las potentes composiciones de Gabin y Delon con todo el bagaje de su presencia en el noir, la excelente música de Michel Magne y esos magníficos, soberbios, veinte minutos finales, son virtudes que añadir a lo ya expuesto sobre un film que más de medio siglo después no ha perdido un ápice de su interés y que no dudaría en situar entre los mejores títulos del género, a la altura -por qué no- de clásicos intocables. 

18 comentarios:

  1. Puedo estar de acuerdo en que este "polar" es lo mejor que ha hecho Henri Verneuil, aunque me arriesgo un poco al afirmarlo porque desconozco películas suyas de la primera etapa como las que hizo con Fernandel, o aquella de "Un mono en invierno" con Gabin y Belmondo. Desde luego, sí he visto todas las que rodó después de la que comentamos y ninguna se le acerca a su matemática perfección, incluso algunas en sus pretensiones me parecieron realmente malas.
    Por otro lado, "Gran jugada en la Costa Azul" creo que se acerca mucho al gélido universo de Jean-Pierre Melville. Jean Gabin y Alain Delon forman una soberbia pareja que engrandece la película y el final, ¡oh ese final! es absolutamente memorable.
    Saludos.

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    1. Lo de arriesgarse a decir que GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL es su mejor película, tienes razón en que tal afirmación -en mi caso- no ha de ser nada categórica pues hace unas semanas, repasando la amplia filmografía de Verneuil, comprobé que había visto tan solo trece de sus realizaciones, lo que resta rigor a la apreciación sobre la obra de este realizador. Bien es cierto que de esas trece sólo ésta me ha entusiasmado.
      Creo que las concomitancias con el cine de Melville están ahí, aunque se dan más acusadamente en (excelentes) películas como, por ejemplo, A TODO RIESGO de Claude Sautet.
      Un saludo.

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  2. Aunque mi paso no dejara huella escrita en la sección de comentarios de los post, hice algunas visitas al antiguo Movie Movie, que conste. Lo que me lleva, ahora que ya decidí participar, a agradecer la ausencia de dogmatismo y presunción en lo que leo y también me encanta esa preocupación por parte de algunos/as de ir más allá de tópicos al uso. De momento solo me he centrado en películas muy conocidas pero seguiré porque estoy descubriendo otras y directores de los que apenas conozco nada.
    Vi "Gran jugada en la Costa Azul" hace un tiempo en una cadena autonómica y me enganchó tanto que desearía verla de nuevo y más aún con ese estímulo de lo que aquí se dice. Y por supuesto, vaya por delante, que Delon me magnetiza.
    Gracias y saludos.

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    1. Hola, Flor de Santidad: tu valleinclanesco seudónimo me permitió en su día adivinar que -como la pastorcita Ádega- eras mujer. Así pues, aunque ya has intervenido en otras ocasiones, bienvenida de nuevo a Movie Movie, un modesto parque temático gratuito donde todas las atracciones son estrictamente cinematográficas y carecen de medidas de seguridad. Puedes entrar con la libertad que tú misma te permitas.
      En cuanto a la posibilidad de que vuelvas a ver GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL, te diré, por si lo ignoras, que hace un par de años se editó en formato blu-ray, lo que te da una buena oportunidad de revisarla en las mejores condiciones y volver a magnetizarte con ese galán con toque canalla (y magnífico actor) llamado Alain Delon.
      Un saludo.

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  3. No hubiese dado un duro por esta película. Ahora has despertado mi interés.

    Saludos.

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    1. Entiendo que una película que aquí se estrenó con un título tan poco atractivo (el original resulta más sugerente: "Melodía subterránea"), firmada por un director de escasa relevancia, no llamara tu atención. Aunque el duo Gabin-Delon sí pudo resultar un atractivo para acercarse a ella.
      Un saludo.

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  4. Henri Verneuil nos envuelve en una historia perfectamente estructurada que va subiendo en tensión e intriga, hasta llegar a uno de esos finales sublimes que merecen estar en la historia de los grandes desenlaces cinematográficos.

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    1. En efecto, un "polar" en estado puro sustentado sobre un guión, como apuntas, de perfecta armadura. Y en esa atmósfera enfriada inherente al género, llegamos a percibir la tensión sin aflorar creada entre el veterano delincuente Charles, hombre al final de una trayectoria y emocionalmente desecado, y su joven socio Francis, un macarra con talento criminal que asume con rapidez una pragmática elegancia al servicio de un fin. Luego está una destacable consecución de ambientes (los clientes ya han desaparecido, cielos nublados, piscina solitaria, personal del casino cerrando temporada ¡qué bien reflejado todo eso!).
      Un saludo.

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  5. Hola Teo!
    Estupenda y mas que acertada tu critica. Siento debilidad por Gabin, me parece un actor irrepetible. Lo del final y a pesar de caer en la reiteración es asombroso. Suscribo lo dicho por Trecce, es para figurar en lo mas alto de las listas, desgraciadamente esta es una de las muchas joyas infravaloradas que abunda por ahí.
    Saludos!

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    1. La Historia del cine y su contenido resulta tan inabarcable que forzosamente existen muchas películas "extraviadas" en un bosque tan inmenso y frondoso. Algunos títulos, como el que ahora comentamos, por su atractivo argumento y el gancho de sus intérpretes, tuvieron en su exhibición éxito de público pero la critica de la época no supo ver más allá de esa brillante superficie. Suele ocurrir, y es el paso del tiempo y la perspectiva que otorga lo que hace emerger las virtudes que en su momento pudieron pasar inadvertidas. Algo quizás comprensible porque por el tiempo en que se realizó GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL, estábamos muy felices y entretenidos asistiendo a las obras de grandes maestros entonces aún en activo. Y, claro, Henri Verneuil estaba lejos de encontrarse entre ellos.
      Un saludo.

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  6. Hola Teo y compañía, aquí me tienes estrenando tu nueva casa. Una verdadera alegría que continúes comentando y descubriéndonos en tu blog estas joyas cinematográficas de las que, al menos yo, en muchos casos tenía escasas referencias o directamente no conocía.

    Debo reconocer que de Henri Verneuil he visto pocas películas. Al menos conscientemente. Y voy a ser sincero, solamente tengo ahora el recuerdo adolescente de ver “El clan de los sicilianos”, un clásico del cine polar francés también con Jean Gabin y Alain Delon como protagonistas y sobre todo “Fin de semana en Dunquerque”, una peli menor pero muy popular en su momento supongo. Las emitieron en televisión allá por los ochenta - no recuerdo exactamente – sobre todo la bélica en más de una ocasión. Lo digo porque me acordé de ésta última y de la actuación de Jean Paul Belmondo como protagonista en su esplendor interpretando a un cínico y socarrón soldado francés envuelto en pleno caos de la batalla cuando se estrenó la contundente, excesiva y soberbia “Dunkerke”, de Cristopher Nolan en 2017. Y también la tuve presente, aunque en menor medida, con las escenas de la famosa retirada de las tropas aliadas al comienzo de la 2ª Guerra Mundial que resultaban claves en la parte final de la deprimente, triste y estupenda “Expiación, más allá de la pasión”, la película del 2007 de Joe Wright. Una película que estaba basada, por cierto, en “Expiación”, una magnífica novela de Ian McEwan que leí posteriormente a la peli y que me gustó tanto que acabé enganchado a la obra del escritor inglés, que por cierto acaba de publicar un magnífico libro de tinte autobiográfico este mismo año: Lecciones.
    Lo cierto es que son muchas las novelas de McEwan que se han llevado al cine, en general con buenos resultados. La última, creo - “La playa de Chesil” - en el año 2017.

    Nada Teo, a lo que iba, son estas cosas que tienen las asociaciones mentales y de ideas en que mezclamos todo lo que hemos ido viendo y leyendo a lo largo de la vida, evaluando y comparando constantemente y unas cosas traen otras y así sucesivamente.

    Respecto a la película que traes a colación en esta entrada, sólo por contar con un Jean Gabin y con el “bello” e inolvidable Alain Delon, además de las virtudes que que comentáis del filme, me ha entrado el gusanillo por verla. También por la curiosidad que me habéis despertado al hablar de ese final tan redondo que tiene según decís y que merece estar entre los mejores. Me gustaría también, si me pongo, volver a ver “El clan de los sicilianos”.

    En fin, el problema de estas pelis es encontrar la plataforma donde poder verlas, y en este caso en concreto me gustaría encontrarla en versión original subtitulada, algo que me ocurre con las pelis francesas, porque me viene bien siempre para practicar mi escaso francés y sacarle óxido. Tengo una amiga suscrita a Filmin y me cuenta que esa plataforma cuenta con un buen número de películas que no se encuentran en otras plataformas, joyas y clásicos que merecen la pena, y en concreto muchas francesas.

    Saludos y disculpad mis digresiones.

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    1. Hola, Forastero. Las digresiones están bien, ayudan bastante a contextualizar el tema troncal.
      También recuerdo los títulos que mencionas de Verneuil. Refiriéndome a EL CLAN DE LOS SICILIANOS me pareció un desperdicio. Estaba a años luz de los logros de Jean-Pierre Melville con materiales semejantes, y Verneuil (que como ya he comentado solo fue tocado por la inspiración en GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL) volvió a perder otra ocasión de hacer un buen thriller, pese a contar con bazas como un aceptable guión y un excelente reparto. Sí me gustó algo más FIN DE SEMANA EN DUNKERKE con ese personaje de Belmondo como hilo conductor del episodio bélico que nos narran, y quiero incluir también como acierto la pegadiza partitura de Maurice Jarre.
      Naturalmente, deseo que pronto puedas encontrar la película que aquí nos ocupa en alguna plataforma o localizando en alguna tienda su edición en blu-ray.
      Mientras, un saludo.

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  7. No la he visto, pero sí algunas de Verneuil (Des gens sans importance, El presidente y Un singe en hiver) y la verdad es que las tres me han gustado. No me parece un director mediocre. Claro que me falta mucho por ver de este realizador, entre ellas esta que reseñas, que la tengo en mi colección, pero aún no le ha tocado el turno para verla.
    Saludos.

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    1. Cuando considero a Henri Verneuil un director mediocre estoy colocándolo en ese nivel de puestas en escena academicistas (o lo que asimismo llamaría un clasicismo aburrido) en que también he situado muchas de las películas de Claude Autant-Lara, Jean Delannoy, André Cayatte... trabajos cuyo interés variaba solo en función de la calidad de su guión. Supongo que ese tipo de cine fue el que empujó a un puñado de jóvenes críticos franceses (Godard, Truffaut, Chabrol, Rohmer, Rivette) a empuñar las armas, perdón, coger la cámara e introducir aire fresco en el anquilosado panorama cinematográfico.
      Un saludo.

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  8. Considero que "Mélodie en sous-sol" está hecha con plantillas, la escuadra y el cartabón, lo que entonces se utilizaba en los planos para establecer trayectorias con la lógica y la exactitud de la geometría. Los personajes solo existen y se desplazan como piezas.
    Hubiera preferido que reseñareis títulos como "Du rififi chez les hommes", o "Le cercle rouge" por poner solo dos ejemplos de películas que me gustaron más que esta.
    Saludos.

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    1. Respeto tu opinión, Fernando, aunque la discuto en parte porque creo que la utilizas para cargarte la película. Hablando de lógica y de geometría, son "herramientas" combinadas que han utilizado dramática y estéticamente algunos grandes maestros (Verneuil ciertamente está lejos de serlo) para diseñar y construir sus obras, desde Eisenstein a Sergio Leone, pasando por Fritz Lang.
      En cuanto a esos dos títulos que mencionas, se trata efectivamente de dos grandes películas y supongo que será cuestión de tiempo y oportunidad que les toque aparecer en este blog un pelín anárquico, eso sí, solo en cuanto a selección y orden.
      Un saludo.

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  9. Para ir con la verdad por delante, he de confesar que Alain Delon es mi actor favorito y a una servidora también le magnetiza, como a Flor de Santidad. Dicho lo cual, esta película se encuentra entre las que más me gustan de él. Yo compartiría muchas de las razones que expone Teo Calderón aunque discrepo en que resulte tan fría. En la superficie tal vez sí y en la actitud contenida y distante del personaje de Gabin, pero en algunos momentos la capa de hielo es tan fina y transparente que deja ver lo que se encuentra debajo y vemos soledad, deseo de calor humano, especialmente en los breves cometidos de las dos mujeres de la trama y de forma más sutil en algunas reacciones de "ellos ante ellas".
    Un beso.

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    1. Lo tuyo por Alain Delon ya lo sabía, Aurora. Bueno, las enamoradas de este chulazo sois legión y entiendo perfectamente esa pasión que imagino se remonta al Delon de los años sesenta. En cuanto a tu reflexión discrepante sobre mis alusiones al clima "polar" de la cinta de Verneuil, debo admitir que en dosis muy pequeñas, en un par de momentos (me gusta tu metáfora de la capa fina de hielo), sí asoman aspectos que pudieran delatar temperatura emocional en los personajes. Agudeza es tu segundo nombre.
      Un beso.

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