UNO, DOS, TRES (One, Two, Three)

(USA) United Artists / Mirisch / Pyramid, 1961. 114 min. BN. Panavision.

G: Billy Wilder & I.A.L. Diamond, basado en la obra de Ferenc Mohlnar. Ft: Daniel L. Fapp. Mt: Daniel Mandell. DA: Alexandre Trauner. Ms: André Previn. Pr y Dr: Billy Wilder.

Int: James Cagney, Horst Buchholz, Pamela Tiffin, Arlene Francis, Liselotte Pulver, Howard St.John, Hans Lothar, Leon Askin, Lois Bolton, Peter Capell, Ralf Wolter, Karl Lieffen, Hubert von Meyerinck, Christine Allen. Cameo: Red Buttons.

Este es C.R. McNamara (James Cagney), el enérgico director ejecutivo de la sucursal de Coca-Cola en Alemania.
Otto Lydwig Pffl (Horts Buchholz) es un entusiasta joven comunista que complicará la vida a McNamara.
Scarlett Hazeltein (Pamela Tiffin), fogosa jovencita hija del gran jefe de Coca-Cola en la central de Atlanta.
Y aquí tenemos al mencionado jefazo, Wendell P. Hazeltine (Howard St.Johns) anunciando a Mc Tamara que su hija viaja a Berlín.
La llegada de Scarlett será el principio de una cascada de pequeñas catástrofes.
McNamara entrando en las oficinas y siendo recibido por unos empleados con disciplina castrense.
Nuestro atareado hombre dispone de una atractiva secretaria, Fräulein Ingeborg (Liselotte Pulver), con la que se "entiende" muy bien.
Schlemmer (Hanns Lothar) es el solícito, sumiso, servicial y siempre disponible ayudante de McNamara.
Peripetchikoff (Leon Askin), Mishkin (Peter Kapell) y Borodenko (Ralf Wolter) son tres comisionados rusos intentando negociar con McNamara la introducción de Coca-Cola en la Unión Soviética.
Scarlett ha conocido a Otto y se ha enamorado irreflexivamente de él. 
McNamara, encargado de cuidar de la chica por órdenes de su jefe, le aterra la idea de verla emparejada con un furibundo comunista. 

SINOPSIS: En el arranque de la década de los sesenta del pasado siglo, el delegado de la Coca-Cola en Berlín Occidental entra en negociaciones con una delegación soviética para introducir la famosa bebida refrescante en la URSS, asunto que ha de compaginar con el incomodante encargo de vigilar a la alocada hija de su jefe que ha llegado desde Estados Unidos en una gira vacacional.

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Pero las cosas aún pueden complicarse más: Scarlett resulta estar embarazada.
La secretaria Ingeborg y su jefe en horas lectivas. 
El infatigable McNamara elucubrando ideas ante la atenta mirada de su secretaria.
La esposa de McNamara en el despacho de su marido conociendo personalmente a la desinhibida Ingeborg. 
Otto y Scarlett escuchando el loco plan de McNamara para salvar la situación de la muchacha ante sus padres y su propio puesto de trabajo.
La treta de McNamara para separar al joven Otto de Scarlett finalmente no sale bien. 
Los rusos están más interesados en la cimbreante secretaria de McNamara que en cerrar las condiciones del negocio.
Una última intentona para seducir a los comisionados rusos que en realidad estarían dispuestos a todo para conseguir llevarse con ellos a Ingeborg.
Un aturdido Otto en plena transformación orquestada por McNamara para engañar a los padres de Scarlett.
Finalmente la precipitada presentación de Otto como nuevo ejecutivo de la empresa a sus sobrevenidos suegros. Ellos se tragan el embuste.
Un fallo imperdonable: de una máquina expendedora de Co-Cola sale una Pepsi.

COMENTARIO: La inteligente y perfecta construcción del guión, la brillantez y agilidad de unos diálogos irreverentes y en ocasiones cargados de veneno, el análisis perspicaz de los elementos integrantes de la parcela elegida, son algunas de las características apreciables en las obras concebidas por el binomio Wilder & Diamond. Este breve prefacio es especialmente pertinente en el caso de la película que comentamos, sátira inmisericorde de ritmo vertiginoso (superando incluso al logrado en CON FALDAS Y A LO LOCO), de una agudeza demoledora que centra sus aguijoneantes puyas en la obsesión expansionista yanqui. Eligiendo aquí el marco de un Berlín dividido por la política de bloques, se hace hincapié en el cinismo y el deterioro moral que marcaban la “convivencia” entre americanos, alemanes y rusos, un tema ya tocado por Wilder en BERLÍN OCCIDENTE y de refilón, en TESTIGO DE CARGO. Y tras este sucinto repaso a las virtudes más destacables de UNO, DOS, TRES, como una más, resulta gozoso referirnos a ese portentoso tour de force de ritmo ametrallante que a lo largo de toda la película ejecuta el gran James Cagney.

NOTAS: Joan Crawford (por entonces miembro del consejo de administración de la Compañía Pepsi) telefoneó a Billy Wilder muy enfadada por la evidente conexión de la película con Coca-Cola. Para calmar los ánimos de la Crawford, Wilder decidió rodar el cierre de la última escena con un último gag en que Cagney compra cuatro botellas de Coke en una máquina expendedora y la última botella en salir no es de esa marca sino... una Pepsi!

Durante el rodaje de la película en Berlín algunas escenas se desarrollan con la Puerta de Brandenburgo como escenario. Cuando ya habían filmado varias tomas, la noche del 13 de agosto de 1961 se inició la construcción del muro separador de las dos Alemanias que pasaba justo por allí. A la mañana siguiente el equipo se encontró con este panorama no previsto y tuvo que desplazarse a Munich para continuar el rodaje en un logrado decorado que reproducía ese escenario.

10 comentarios:

  1. Me detengo en esta película que, como bien dices, tiene unos diálogos brillantes y un ritmo trepidante. Además de las películas que citas, (Qué buena TESTIGO DE CARGO -Inolvidable interpretación de Charles Laughton-), me viene a la memoria LA FIERA DE MI NIÑA, que he visto muchas veces, también dinámica y delirante, aunque de tema romántico, eso sí, muy atípico.
    Volviendo a la que nos ocupa, dice James Cagney en su despacho, dando órdenes a una velocidad supersónica... "Uno: Llame a Reinhardt y Reinhardt sastrería, y que nos envíen todo lo que tengan en la tienda de bueno...etc...
    Dos: Llame a Plesk, el camisero, quiero ver camisas, camisas de hilo, cuello blando, duro...etc...
    Tres: Llame a Foster y que nos envíen algunos zapatos modelos italianos, marrón y negro del número cuarenta y dos. [suena el teléfono] ¿Si Fritz? No Fritz, te necesito, dormido o sin dormir ¡Todo el mundo trabaja hoy!... Y así hasta ocho puntos... ¿Alguna pregunta?.
    Bueno, mucho me temo que leído no tiene tanta gracia; hay que ver la película.
    Un abrazo.

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    1. Jaja! Gracias por reproducir esos trepidantes diálogos (¡y así toda la película!) Sin duda, estamos ante una de sus mejores comedias, la más coral, rápida y agitada, y también (junto a BÉSAME, TONTO) la más audaz y venenosa.
      Y hablando de comedias, aciertas en mencionar la de Hawks, LA FIERA DE MI NIÑA, porque en la categoría de "screwball comedy" tiene un ritmo narrativo comparable a la de Wilder, aunque en otra onda, claro.
      Un abrazo.

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  2. Creo que las comedias más divertidas e inteligentes que he visto, la mayoría estaban dirigidas por Billy Wilder. Pero es que además en alguno de sus guiones encontramos auténticas profecías. En esta, por ejemplo, hay una escena en que uno de los tres rusos que negocian con McNamara, tras ofrecerle un puro habano, le dice refiriéndose a Cuba: "Nosotros les enviamos cohetes y ellos nos envían cigarros". Pues bien, un año y medio después ese gag se convirtió en una inquietante realidad cuando se descubrieron misiles rusos en Cuba.
    Saludos!

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    1. Tienes razón (risas), en algunas comedias de Wilder aparecen personajes que sueltan alguna frase que, además de su brillantez y efecto cómico, con el paso del tiempo resultan, como dices, proféticas. Sin ir más lejos, el inefable Secretario de Estado que interpreta Edward Andrews en AVANTI, en su visita a Capri para resolver el asunto del traslado de los cadáveres, deja caer algunas frases sobre la inestabilidad en Oriente medio que la Historia ha confirmado.
      Un saludo.

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  3. Me encanta esta película. Un cinta vitriólica de Wilder (no podía ser otro) que tiene un ritmo agotador, te deja sin respiración, y eso que sólo eres el espectador; y te preguntas ¿cómo habrá hecho Cagney para rodar estas secuencias sin que le diera un infarto?
    Saludos.

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    1. Wilder ya nos dio un primer sorbo de "veneno curativo" con SUNSET BOULEVARD. Pero es que luego, sobre todo a partir EL APARTAMENTO, con asombrosa puntería y agudo sentido del humor ha dirigido sus dardos envenenados a las zonas más putrefactadas de la sociedad americana y algún que otro misil de largo alcance dirigido a otros ámbitos (como es el caso de UNO, DOS, TRES). A eso lo llamo saber en qué mundo vivimos y no dejar títere con cabeza. Pero bueno, como decía MacNamara: "Un mundo que ha creado a Shakespeare y la pasta dental algo bueno ha de tener".
      Un saludo.

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  4. Con momentos realmente brillantes, como el del striptease de la secretaria a ritmo de la Danza del Sable de Khachaturian y que, por efecto del creciente tono musical, hace que caiga el retrato de Kruschev y aparezca debajo el de Stalin; el diálogo con el secretario alemán: "-Yo durante la Guerra estaba en el subsuelo, no me enteraba de lo que estaba ocurriendo arriba.
    -Claro, y ahora me dirá que estubo en la resistencia"
    Por no salvarse, no se salva ni la familia américana, de la que hace una cáustica crítica.
    Es cierto que en medio de todo, de vez en cuando mezcla situaciones que vistas hoy nos parecen de un humor un tanto infantil, pero en conjunto el resultado es una gran comedia, de las de ver para disfrutar, para reír y para olvidar malos momentos.

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    1. Creo que ningún otro director-guionista ha utilizado el humor con un espíritu satírico tan mordaz y certero como Billy Wilder en algunas de sus comedias. Esta que nos ocupa, por el delicado momento en que se rodó, resultó premonitoria y por supuesto, políticamente irreverente.

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    1. Divertidísima, sin duda, y siempre nos apetece volver a reírnos con sus tremendos y afilados gags. Podríamos incluso ver en ella una adecuada "actualización" de algunos contenidos que ya utilizó (como guionista) en NINOTCHKA (¡ojo a esos tres comisionados soviéticos!).

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