UN AMERICANO EN PARÍS (An American in Paris)
(USA) MGM, 1951. 113 min. Color.
Pr: Arthur Freed. G: Alan Jay Lerner. Ft: Alfred Gilks y John Alton. Mt: Adrienne Fazan. DA: Cedric Gibbons y Preston Ames. Vest: Orry-Kelly, Walter Plumkett & Irene Sharaff. Cor: Gene Kelly. Ms y Can: Saul Chaplin (sin acreditar) y George Gershwin. Dr: Vincente Minnelli.
Int: Gene Kelly, Leslie Caron, Oscar Levant, Nina Foch, Georges Guetary, Eugene Borden, Martha Bamattre, Anna Q. Nilsson, Madge Blake, Dick Wessel, Hayden Rorke.
Este es Jerry Mulligan (Gene Kelly), un animoso americano anclado en París. Jerry pretende ganarse la vida vendiendo los cuadros que pinta en las calles de Montmartre. Milo Roberts (Nina Foch), una adinerada turista americana parece interesarse por sus pinturas. Lise Bouvier (Leslie Caron) es una jovencita francesa que nuestro Jerry ha conocido en un restaurante, dejándole fascinado. Milo ha comprado dos cuadros a Jerry y éste se los ha llevado a su hotel. Henri Laurel (Georges Guetary) y Adam Cook (Oscar Levant) son dos amigos de Jerry. Lise ha cedido al insistente acoso de Jerry. La chica también se siente atraído por él. Un nocturno y romántico "pas de deux" junto al Sena.
SINOPSIS: Un joven pintor americano que reside en París, alegre y despreocupado, es descubierto, apadrinado y protegido por una rica campatriota suya que abriga esperanzas de seducirlo. Pero él rechaza sus favores porque se ha enamorado de una linda francesita que, oh! resulta ser la prometida de su mejor amigo.
Tres imágenes de Lise descrita alternativamente por Henri y Jerry.
Jerry complaciendo a sus amiguitos del barrio con un divertido baile conjunto. |
Milo, en realidad más interesada por Jerry que por sus cuadros, asiste con Adam y unos amigos a un baile de disfraces. |
A continuación, diferentes momentos del ballet "Rhapsody in Blue", el número musical más espectacular de la película, inspirado visualmente en cuadros impresionistas. |
COMENTARIO: Uno de los musicales más famosos de la historia del cine, rodado en el apogeo del género, cuando la Metro tenía en su seno al desenvuelto y creativo productor Arthur Freed, empeñado en desanquilosar el concepto del género y renovarlo insuflándole oxígeno y dinamismo (pueden ponerse muchos ejemplos pero bastaría con mencionar UN DÍA EN NUEVA YORK, dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly, para demostrarlo). Freed entendió muy bien las innovadoras propuestas de talentos como los de Donen y Kelly, y por supuesto mimó a un Vincente Minnelli, el más elegante y refinado cultivador del género con el que ya había producido EL PIRATA. Luego vendría el título que ahora nos ocupa y a continuación MELODÍAS DE BROADWAY 1955 (The Band Wagon, 1953), BRIGADOON (1954), GIGI (1958) y BELLS ARE RINGING (1960).
Fascinante, alegre, colorista y casi perfecto en su estructura, UN AMERICANO EN PARÍS llega a pecar, sin embargo, de un excesivo énfasis en lo "artístico" por el evidente intento por parte de Minnelli de emparentarlo visualmente con una serie de referencias pictóricas. En cualquier caso, contiene deliciosos momentos de comedia y lo que sin duda constituye toda una esperiencia hipnótica para el espectador como son los números musicales que culminan con ese ballet “impresionista” final. Todo ello recorrido y bailado por un antológico Gene Kelly.
Nota: fue galardonada con cuatro Oscars: película, guión, fotografía, arreglos musicales (Saul Chaplin y Johnny Green).
El número musical "impresionista" es antológico.
ResponderEliminarSaludos.
Sí. Todo un apabullante "tour de force" a cargo de unos Minnelli y Kelly en plena euforia artística, estimulada e inspirada por la música de Gershwin..
EliminarEs verdad, su aspecto "arty" acaba pesando en el diseño de la película. Pero qué importa si todo es tan bonito y vitalista. Hay escenas divertidísimas como aquella en que Jerry y Henri hablan entusiasmados de la chica que ambos, cada uno por su lado, han conocido mientras el pobre Adam sentado entre ambos lo pasa fatal pues él sabe que se trata de la misma chica.
ResponderEliminarSaludos.
Ah, sí! Desternillante Oscar Levant (fabuloso pianista ademas, solían darle papeles como amigo del protagonista). Volvería a trabajar con Minnelli en MELODÍAS DE BROADWAY 1955 (The Band Wagon, 1953), incorporando ¡cómo no! un personaje similar, un tipo atormentado por sus fantasmas (sin salirse del registro de comedia).
EliminarUn saludo.
Vaya por delante que me parece una buena película, sin embargo no sé qué me pasa con el "jovial" Gene Kelly que nunca he podido digerirlo. Debe ser algo muy subjetivo y tendré que hacérmelo mirar.
ResponderEliminar¿Cómo? UN AMERICANO EN PARÍS es un musical y quién mejor que Gene Kelly con su estilo visceral y callejero para encarnar (bailando) a ese Jerry. Si la película de Minnelli no hubiera sido musical, hubieramos preferido a William Holden, claro.
EliminarSupongo que es una cuestión de gusto personal. Me encntan “Un día en Nueva York” y sobre todo “Cantando bajo la lluvia” pero Kelly, no. Fue un bailarín excelente y un caricato en cuanto a interpretación. A mi juicio, destrozó “Los 3 mosqueteros” con sus ocurrencias.
EliminarEn cambio, creo que la presencia de Kelly en aquella versión de George Sidney le restaba ortodoxia y la convertía en muchos momentos en un auténtico musical.
EliminarSí, es posible que tengas razón. He de reconocer que a mí también me gusta la coreografía de los duelos.
EliminarDe hecho, en "Cantando bajo la lluvia" Donen y Kelly incluyeron algunos planos de "Los tres mosqueteros" de George Sidney para ilustrar, dentro de la divertida trama, la "reconversión" de "El truhán real" en un musical ¿recordáis?
EliminarSaludos.
La primera parte del film a mí me gustó más, me resultó mucho más entretenida y me parece que ese arte para saber mezclar la historia que desarrolla la película con los números musicales, está mucho más lograda.
ResponderEliminarCoincidimos en esa apreciación. El último tercio de la película abandona la ligereza de unos parámetros de comedia musical para, de un volantazo, introducir la "trama" como parte integrante de un ballet abrumadoramente "arty". Muy bonito, por supuesto, e incluso fascinante.
EliminarAunque suene a tópico, bien puede decirse aquello de que estamos ante una de las cimas del musical e incluso de la historia del cine.
ResponderEliminarSaludos.
Existen tópicos inevitables, los que se sustentan sobre una sólida base. No obstante, si quieres saber mi opinión sobre las "cimas" del musical americano, situaría por altitud las tres colaboraciones Donen-Kelly (UN DÍA EN NUEVA YORK, CANTANDO BAJO LA LLUVIA y SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO). Y en cuanto a Minnelli, creo que se superó a sí mismo en su siguiente musical, MELODÍAS DE BROADWAY 1955 (The Band Wagon, 1953) que protagonizaron Fred Astaire y Cyd Charisse.
EliminarUn saludo.
Me encanta este musical, que he visto varias veces. Mi número preferido, por lo difícil en su realización, es ese baile que se marca Gene Kelly encima del piano mientas toca Oscar Levant. Sensacional.
ResponderEliminarSaludos!
Entre las virtudes de Gene Kelly estaba la de dotar de visceralidad a sus números musicales y eso nos ayudaba a entender mejor a ese ser humano, enamorado, contento, seco o mojado.
EliminarUn saludo.