MOBY DICK
(GB-USA) Warner Bros. / Moulin Pictures, 1956. 116 min. Color.
Pr: John Huston, Lehman Katz y Jack Clayton. G: Ray Bradbury y John Huston, basado en la novela de Herman Melville. Ft: Oswald Morris y Freddie Francis (2ª Unidad). Mt: Russell Lloyd. DP: Ralph Brinton y Stephen Grimes. EE: Gus Lohman. Vest: Elizabeth Haffenden. Ms: Philip Sainton. Dr: John Huston.
Int: Gregory Peck, Richard Basehart, Leo Genn, Orson Welles, Harry Andrews, James Robertson Justice, Bernard Miles, Friedrich Ledebur, Edric Connor, Mervyn Johns, Joseph Tomelty, Royal Dano, Seamus Kelly, Francis de Wolf, Tamba Allenby, Tom Clegg.
SINOPSIS: En el año 1814, un joven marino llamado Ismael llega a New Bedford, corazón de la industria ballenera de Nueva Inglaterra y se embarca en el Pequod, barco ballenero cuyo capitán, Ahab, está obsesionado con dar caza a una gran ballena blanca conocida como Moby Dick, que en el pasado le arrancó una pierna.
La gran ballena blanca, con el cadáver de Ahab trabado entre las cuerdas de los arpones, se dirige ahora contra el "Pequod" para culminar su destructora reacción. |
COMENTARIO: La filmografía de John Huston es en apariencia tan zigzagueante que a poco que nos despistemos acabamos divagando cuando tratamos de establecer una hilazón entre un título y el siguiente. En cualquier caso, estamos ante el que fue un narrador apasionante que a lo largo de su carrera fue evolucionando sin dejar de ser él mismo. Un tío al que le gustaba la aventura, la búsqueda, es decir, vivía y bebía la vida del mismo modo que el whisky, paladeándola y engulléndola; creo que (al contrario que Truffaut) la anteponía al propio cine y es muy posible que quienes le conocieron, se lo pasaron mejor con él que viendo sus películas.
Especialmente interesado en los “perdedores”, dio forma con sus imágenes a los conflictos que genera la naturaleza humana a través de las historias que nos contó y de los hombres y mujeres que las protagonizaron, criaturas que venían a darnos una nueva concepción del héroe cinematográfico. En ocasiones, como una paradoja, a través de esas derrotas el héroe hustoniano si no obtenía lo que le había empujado a la aventura y por lo que había luchado, sí conseguía afianzar su propia identidad, que posiblemente fuera, a la postre, lo único que de manera inconsciente andaba buscando. Esto queda especialmente claro en las películas que rodó con Humphrey Bogart. Pero centrémonos en el título que ahora nos ocupa y analicemos brevemente MOBY DICK.
Adaptar al cine la novela de Herman Melville fue un viejo proyecto de John Huston que ya quiso rodar a mediados de los años cuarenta con su padre Walter de protagonista. Una década después pudo finalmente afrontar su rodaje, eso sí, con el condicionamiento de la presencia de una estrella en el reparto. En cualquier caso, la arriesgada elección de Gregory Peck para incorporar al capitán Ahab se vió recompensada con una esforzada pero excelente composición del actor. El guión de Ray Bradbury, en el que también intervino el propio Huston, fue una encomiable condensación (que no simplificación) del libro de Melville al que, no obstante, en su paso a la pantalla se le “voltearon” las connotaciones religiosas, obteniéndose así un enfoque más bien ateo (y blasfemo para algunos) del desafiante enfrentamiento del mortal Ahab con la deidad-ballena blanca.
Un film apasionante de acción y aventuras, de poderosas imágenes, en el que el director, como era su tendencia, quiso experimentar con el color (ya lo había intentado con MOULIN ROUGE y volvería a hacerlo de manera aún más radical en REFLEJOS EN UN OJO DORADO), empeño en el que, por miedo a que los resultados fueran rechazados por el público, siempre fue traicionado por productoras y laboratorios.
Aunque naturalmente de esto han pasado muchos años, uno ya peina canas, recuerdo que leí la novela cuando ya había visto la película de Huston. Esto hizo que por encima de las descripciones de Herman Melville, yo le pusiera a Ahab la cara de Gregory Peck de principio a fin de mi lectura. Lo digo porque he vuelto a ver la película hace relativamente poco y creo que Peck está soberbio, además de confirmar mi opinión de que "Moby Dick" es una... no sé si llegar a llamarla obra maestra pero sí una impresionante versión cinematográfica del libro.
ResponderEliminarTomo buena nota y reflexionaré sobre esas sutiles simbologías en la narración en torno a Ahab y la ballena que apuntas en tu excelente comentario. Lo que me lleva a expresar mi repentino deseo de “embarcarme” de nuevo en el Pequod para una más provechosa relectura de una novela que ya en mi juventud me pareció impresionante.
Saludos.