ELLOS Y ELLAS (Guys and Dolls)
(USA) Samuel Goldwyn / MGM, 1955. 150 min. Color. CinemaScope.
Pr: Samuel Goldwyn. G: Joseph L. Mankiewicz y Ben Hecht (sin acreditar), basado en el musical de Jo Swerling y Abe Burrows, inspirado en un relato de Damon Runyon. Ft: Harry Stradling. Mt: Daniel Mandell. DA: Joseph Wright, Oliver Smith y Howard Bristol. Vest: Irene Sharaff. Ms: Cyril J. Mockridge y Nelson Riddle (orquestador). Can: Frank Loesser. Cor: Michael Kidd. Dr: Joseph L. Mankiewicz.
Int: Marlon Brando, Frank Sinatra, Jean Simmons, Vivian Blaine, Robert Keith, Stubby Kaye, B.S. Pully, Sheldon Leonard, Johnny Silver, Regis Toomey, Dan Dayton, George E. Stone, Kathryn Givney, Renee Renor, Patricia Owens, Veda Ann Borg.
SINOPSIS: En los bajos fondos de Nueva York, un carismático y respetado jugador acepta la apuesta de un colega por la que se compromete a seducir en el plazo de una semana a una estricta y virginal miembro del Ejército de Salvación. Con seductoras triquiñuelas consigue enredarla, llevándosela con él en un "pecaminoso" viaje a La Habana.
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La adorable Sarah Brown (Jean Simmons), primero embaucada, luego emborrachada y también seducida por el apostador Sky Masterson (Brando), posando aquí para certificar su rendido amor por él. |
COMENTARIO: En un primer momento, para los más anclados, esta obra puede ser considerada hasta cierto punto extraña en la filmografía de Joseph L. Mankiewicz, un director considerado “serio” y crítico, autor de EVA AL DESNUDO, que inmediatamente antes de la que ahora comentamos había rodado la shakespeariana JULIO CESAR y la introspectiva LA CONDESA DESCALZA. Este anquilosamiento perceptivo por parte de los que empezaban a estudiar el cine de Mankiewicz le granjeó a ELLOS Y ELLAS muchos detractores, entre los que nunca me he encontrado pues la considero una de las más sorpresivas y fascinantes de este realizador.
Adscrita a un género concreto, algo poco frecuente en su filmografía, se trata de un arriesgado musical trasladado desde Broadway, que a su vez se inspiraba en un viejo film de Lloyd Bacon, A VERY HONORABLE GUY (1934). La historia y el escenario están habitados por una entrañable fauna runyoniana de chulos, carteristas, apostadores, hampones de pacotilla, novias pacientes y policías de trato familiar (varios de esos especímenes los reencontramos en la obra postrera de Capra, UN GANGSTER PARA UN MILAGRO) y su desarrollo viene jalonado por algunos insólitos números musicales entre los que cabe destacar el que se desarrolla en las cloacas de Broadway, o el desencadenado en un sulfuroso antro de La Habana (recreado en estudio), sencillamente delirante. Además, ahí queda la inesperada audacia de hacer cantar a Marlon Brando y la celestial Jean Simmons.
Lejos de la sumisión a unos parámetros establecidos (no olvidemos que era un musical patrocinado por la férrea Metro), Mankiewicz, procuró llevar en la medida de lo posible el material a su terreno psicologizando pícaramente a los personajes que se nos presentan como piezas moldeadas y condicionadas por un engañoso entorno de supervivencia urbana. Así, a la suprema inteligencia de la puesta en escena y la redondez de unos brillantes diálogos, hay que añadir una dirección de actores que conseguía memorables composiciones del cuarteto protagonista, destacando ese Marlon Brando cantante y bailarín(!) al que Mankiewicz ya había dirigido dos años antes en JULIO CESAR, y una Jean Simmons casi prefigurando a la futura Hermana Sharon de EL FUEGO Y LA PALABRA (1960).
Notas: En el Festival de Venecia de 2014 se presentó una versión íntegra de la película restaurada digitalmente. A título informativo, en su estreno español de 1957 se le habían suprimido 28 minutos de metraje (en un mutilador mano a mano entre el Comité censor de la época y la distribuidora de la película).