LA LEY DEL DESEO

(Esp) El Deseo / Laurenfilm, 1986. 102 min. Color.

Pr: Miguel A. Pérez Campos y Agustín Almodóvar. Fot: Ángel Luis Fernández. Mont: José Salcedo. DA: Javier Fernández. Vest: José María Cossío. Ms: Bernardo Bonezzi (no acreditado) y varios. Son: James Willis. G y Dr: Pedro Almodóvar

Int: Eusebio Poncela, Carmen Maura, Antonio Banderas, Miguel Molina, Manuela Velasco, Fernando Guillén, Fernando Guillén Cuervo, Bibi Andersen, Helga Liné, Germán Cobos, Nacho Martínez, Rossy de Palma, Marta Fernández Muro, Agustín Almodóvar, Lupe Barrado, Alfonso Vallejo, Manuel Cano, José Moratalla.


SINOPSIS:
En el verano madrileño, un director de cine y su hermana (que antes de una operación de cambio de sexo fue hermano) viven una conflictiva coexistencia. Al mismo tiempo, él, homosexual, se enfrenta a una tensa situación por el acoso de un joven impulsivo y romántico, empeñado en imponerle su amor a toda costa.

 COMENTARIO: Sexo, amor, celos, crimen, pasiones desatadas vertebrando un melodrama que reune todos los ingredientes que configuran el género (y algunos añadidos: homosexualidad, incesto, droga) inteligentemente “transformados” por un realizador que en aquellos momentos, tras ¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO? había superado su etapa iconoclasta y “gamberra” y utilizaba su declarada admiración por el cine de Douglas Sirk y Rainer Werner Fassbinder para sentar las bases sobre las que desplegar su enriquecido sentido de la puesta en escena. Ese salto lo dio con LA LEY DEL DESEO consiguiendo con este título su obra más arriesgada y sincera hasta ese momento y también la más controlada y de mayor riqueza y rigor narrativo. Estábamos pues ante un Almodóvar que iniciaba su etapa de madurez. 

En ese desinhibido avance sobre un terreno por entonces poco (o nada) explorado salvo las toscas intentonas de Eloy de la Iglesia, LA LEY DEL DESEO, sin renunciar a la calidez y ternura en el tratamiento de los personajes, contiene momentos de gran audacia expositiva que sacudieron al espectador de la época incluyendo a varios críticos con la piel fina que la tacharon de “desvergonzada” (incluso la Academia de Cine se abstuvo de nominarla en ningún apartado para los premios Goya de aquel año). Volviendo a sus virtudes cinematográficas, la película nos obsequia con algunas secuencias de fascinante inspiración visual, en verdad memorables, como la del espontáneo “riego” nocturno de Tina (una inmensurable Carmen Maura) por la manguera de un barrendero, o el plano final, también nocturno, con esas figuras escalando como arácnidos la fachada del edificio donde se desarrolla el delirante climax. Todo ello conformando una puesta en escena de una desenvuelta brillantez que en aquel tiempo nos hizo abrigar grandes expectativas ante la futura obra de Almodóvar. Así, el título que estamos comentando podemos considerarlo como indispensable para valorar y comprender ese universo en evolución. 

8 comentarios:

  1. En efecto, aquí tenemos ya un Almodóvar menos heterodoxo que dejaba aparcado ese lado festivo, travieso e irreverente de sus anteriores películas para centrarse en lo que sería su cine, igualmente valiente, a partir de esta “La ley del deseo”, que con sus pequeños defectos aún es una de las que más me gusta de toda su filmografía.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada que objetar a tu opinión, Gonzalo. Estamos de acuerdo en que esta película marcó ese punto de inflexión de una carrera que no ha dejado de evolucionar, eso sí, con algunos tropezones que en ocasiones han quebrado esa línea ascendente, pero siempre estimulándonos para ver su siguiente obra.
      Un saludo.

      Eliminar
  2. En cine, ese espíritu provocador que rompe moldes y te hace reaccionar a veces no es suficiente para conseguir una buena película si no está sustentado por un instinto narrativo, o llamémoslo talento, como el que sí tiene Pedro Almodóvar. Esta película, por emplear tu mismo término, me “sacudió” en su día. Hace unas semanas volví a verla en televisión y estoy con los que la consideran una de sus mejores realizaciones.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La perspectiva que otorga el paso del tiempo y nuestra propia maduración ayudan a serenar el juicio y a un revisionismo en el buen sentido a la hora de recolocar cada obra en su justo lugar (si hay que defenestrar alguna, se defenestra).
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Creo que es su mayor logro. Tiene películas más perfectas y también más arriesgadas, pero la suma de los aciertos de "La ley del deseo", su capacidad para trascender el melodrama sin renunciar a la comedia, la hacen única.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El cine de Almodóvar ha ido experimentando una evolución a nivel formal, una voluntaria depuración estética que en algunos títulos ha podido llegar a fascinarnos pero que al mismo tiempo ha privado a sus películas de esa socarrona espontaneidad que funcionaba como una alquimia capaz, en efecto, de sublimar los materiales utilizados en la construcción de sus historias.
      Un saludo.

      Eliminar
  4. Me temo que ya son escasos los directores con estilo y universo propios y que tengan una carrera en activo. Las nuevas hornadas de “autores” no me insuflan demasiadas expectativas. Si acaso, hay algunos nombres que con un par de títulos parecen prometer algo pero... Hasta el propio Almodóvar nos está defraudando un poco con sus últimos trabajos. Veremos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez es que ahora resulta más difícil poseer un universo propio. Casi todo el espacio está ocupado y apenas quedan resquicios para la "propiedad" creativa. Pero sigue habiendo exploradores que descubren nuevos territorios y nos proporcionan agradables sorpresas. No son muchos, eso sí.
      Un saludo.

      Eliminar

ALEJANDRO EL MAGNO (Alexander the Great) (USA-Esp) C.B. Films / Rossen Films / United Artists, 1955. 143 min. Color. CinemaScope. Pr Ej: G...

Entradas más visitadas