VERTIGO / DE ENTRE LOS MUERTOS (Vertigo)
(USA) Paramount/Alfred Hitchcock, 1957-58. 128 min. Color. VistaVisión.
G: Alec Coppel, Samuel Taylor y Maxwell Anderson (sin acreditar), basado en la novela "D'entre les morts" de Pierre Boileau y Thomas Narcejac. Ft: Robert Burks. Mt: George Tomasini. DA: Hal Pereira y Henry Bumstead. Vest: Edith Head. Ms: Bernard Herrmann. Títulos: Saul Bass. Pr y Dr: Alfred Hitchcock.
Int: James Stewart, Kim Novak, Barbara Bel Geddes, Tom Helmore, Henry Jones, Konstantin Shayne, Raymond Bailey, Ellen Corby, Lee Patrick, Paul Bryar.
En VERTIGO/DE ENTRE LOS MUERTOS será la programada aparición de una rubia de felina belleza, silenciosa, distante, inaccesible, evanescente como una heroína de Poe, perfecta encarnación de lo imposible, la que despertará en nuestro protagonista-víctima una cegadora pasión que le acercará en una primera fase a la constatación de su impotencia, para posteriormente hundirle en una lacerante obsesión con ribetes de necrofilia. Esto ocurre cuando intenta insensatamente remodelar en materia real la imagen de un sueño.
En este film en verdad perturbador (sin duda, el más profundo, fascinante y sensorial de Alfred Hitchcock), los fantasmas particulares, los complejos y obsesiones que habitaron el neblinoso invernadero del mundo interior del autor de ENCADENADOS, emergen de entre las grietas provocadas en la superficie más o menos esmaltada de la historia que cuenta y, lejos de interferir en su lineal desarrollo, la somete por el contrario, a un proceso de enriquecimiento, consiguiendo a partir del planteamiento del conflicto entre realidad e ilusión, una obra maestra de profunda y escalofriante belleza.
James Stewart, en su difícil y complejo personaje, consiguió sin lugar a dudas la mejor interpretación de su carrera, así como la adecuada elección de Kim Novak (pese a que su personaje estuviera previsto en principio para Vera Miles) hace casi imposible imaginar su doblete Madeleine-Judy con otros rasgos y estilo ajenos a la belleza y gatuna displicencia de esta actriz.
Aquí sí estoy de acuerdo. Es la película de Hitchcock que más me ha inquietado. Hasta el momento de escribir este comentario, la he visto ya seis o siete veces y su visionado siempre me produce una extraña desazón como de estar flotando en el interior de una pesadilla. Sí, sí, es hipnótica. Pobre Scottie.
ResponderEliminarCreo que fue en el verano de 1964 cuando siendo un chaval pude ver por primera vez VERTIGO (entonces se titulaba DE ENTRE LOS MUERTOS) en un cine de programa doble. Desde entonces quise perseguirla por todas las salas donde se proyectara pero al poco tiempo su ciclo de exhibición caducó y desapareció durante muchos años. Hube de esperar a un pase en la Filmoteca hasta que en 1983 fue repuesta en los cines (ya sin su final postizo).
EliminarA estas alturas, cada vez que me enfrento de nuevo a ella, continúa produciéndome algo parecido a lo que explicas; experimento una nueva inmersión en las verdosas pesadillas del obsesionado Scottie.
Solo puedo decir que es una de las que más me han impresionado a lo largo de toda mi vida. Hace años, me explicaste cosas sobre ella que me hicieron admirarla aún más. Siempre he sentdo mucha lástima por ese pobre detective obsesionado y manipulado que interpreta James Stewart. Este actor está maravilloso y tiene algunos primeros planos que me estremecen de emoción.
ResponderEliminarSí, pobre Scottie. ¿Te imaginas cómo será su vida a partir del cierre en negro con él mirando hacia abajo desmadejado en lo alto del campanario tras perder "por segunda vez" al objeto de su obsesión? En el mejor de los casos acabará en los condescendientes brazos de su amiga la pintora. Intrigante esta cuestión. No obstante, una cosa queda clara: los trágicos acontecimientos le han curado su acrofobia.
EliminarVértigo es un manjar para los sentidos, como bien dices una experiencia sensorial y, también, emocional. Sólo cabe suscribir mi propio comentario vertido hace aproximadamente medio año y el cual volveré a repetir dentro de medio más si vuelves a sacar a colación esta perturbadora película. Por cierto, a mi me encanta el homenaje (vale, reconozco que es un pálido remedo) que llevó a cabo De Palma con su Doble Cuerpo. Saludos.
ResponderEliminarObviamente, Ca, salvando las distancias, a mí también me gusta DOBLE CUERPO. En su día, De Palma fue considerado por sectores de la crítica como el sucesor oficial de Hitchcock, dando por factible el improbable supuesto de que entonces y ahora pudiera existir algún realizador que se acercara al genial autor de FALSO CULPABLE. Y es que entonces este realizador se dedicaba a "imitarle" con desarmante descaro. Recuerda HERMANAS (una derivada de PSICOSIS” incluyendo a Bernard Herrmann), FASCINACIÓN (un remake no confeso de VERTIGO y de nuevo con Herrmann en la banda sonora) y por supuesto, como bien apuntas, DOBLE CUERPO donde De Palma intentó una vez más hacerse merecedor de tal distinción entregándose a la fabricación de un cocktail consistente en una desinhibida mezcla de LA VENTANA INDISCRETA y de nuevo VERTIGO, aderezado, eso sí, con la peculiar estética y las habituales “audacias” de puesta en escena que han hecho reconocible el estilo de este director que ha ido a mejor (no siempre) cuanto más se ha alejado de su inicial inspirador.
EliminarUn saludo.
Una película tortuosa, inquietante, descorazonadora, pesimista y, a la vez, perturbadoramente romántica. Si "Encadenados" es, básicamente, una historia de amor "blanca y cristalina" (por definirla de alguna manera), Vértigo constituye el reverso oscuro de aquella.
ResponderEliminarNo voy a extenderme en mis comentarios pues mucho y mejor se ha dicho de esta película. Sólo diré que cada vez que la vuelvo a ver descubro algo nuevo en ella: es como si te adentraras por un pasillo en el que cada vez que lo atraviesas encuentras detalles que la vez anterior se te pasaban por alto.
Por cierto, el mejor papel que ha tenido Stewart en toda su carrera, sin duda.
Cada vez que visitamos VERTIGO (y en mi caso ya son muchas, muchas visitas) encontramos nuevos motivos de admiración, recovecos que habían pasado desapercibidos, detalles inadvertidos, sombras que se disipan, otras nuevas, formas que no eran lo que parecían... en fin, ki que conforma una obra maestra fascinante y turbadora (coincidimos).
EliminarEn lo que no estoy de acuerdo contigo es en definir ENCADENADOS como una historia de amor "blanca y cristalina". En esa película, un Hitchcock especialmente implicado, mostró su ilimitado talento y sensibilidad al aplicar a una historia de amor reprimido, torturado, con engaño, culpabilidad y suspense, soluciones de puesta en escena tan originales en su concepción como eficaces en su intencionalidad. Y además resultan memorables las interpretaciones del trío protagonista (nunca un "malo" resultó tan patético e ingenuamente romántico como el Sebastian que incorpora Claude Rains.
Siempre es un placer recibir tus comentarios, Miriam.
Cuando hablo de una historia de amor "blanca y cristalina" me refiero a la correspondencia conductual de sus protagonistas con su propio comportamiento. A Cary Grant ya nos lo presenta de espaldas -signo de que es un personaje con intenciones no muy halagüeñas-. Su lenguaje corporal va acorde con su conducta: hostil, antipático y lacerante en sus comentarios. A Ingrid Bergman ya sabemos desde el primer momento que es una persona vulnerable necesitada de cariño y proteccción.
EliminarSin embargo, en "Vértigo" nada es lo que parece. Stewart aparenta bondad, sencillez y amabilidad. Sin embargo, por ese pasillo tortuoso que es Vértigo, con sus múltiples aristas y ramificaciones se nos va desplegando una personalidad compleja, difícil y perversa. El maltrato psicológico que ejerce sobre Judy deja una sensación difícil de describir.
Al mismo tiempo, la propia Judy/Madeleine es un personaje complejísimo: parece una diosa en la soberbia presentación en el restaurante, esquiva en su primer tramo, inaccesible, etérea pero ya en la segunda parte, que cobra un papel más terrenal, se nos revela como una mujer presa de la pasión amorosa, digna de lástima pero al mismo tiempo sabemos que ha estado engañando a Scottie. Son tan inagotables las lecturas e interpretaciones sobre el comportamiento de ambos que "Encadenados" -siendo la película más romántica de Hitchock- resulta ser un romance más evidente porque sabemos que, en el fondo, ambos están hechos para estar juntos. En "Vértigo" todo resulta más complejo. El juego de espejos al que Hitchcock nos somete, nos hace replantearnos todo una y otra vez.
Espero no haber aburrido con mis reflexiones. Obviamente, esto no deja de ser una opinión personal en la que no se tiene por qué estar de acuerdo. Simplemente quería explicar las analogías/diferencias entre ambas películas, claramente -según mi parecer- las más románticas de Hitchcock.
Nada que objetar, Miriam. Me parece magnífica la descripción que haces de las dos películas y de la naturaleza (cambiante en el caso de VERTIGO) y trayectoria de sus personajes. Lo que me ocurre es que a veces no lo pillo a la primera.
EliminarSupongo que en el caso del personaje de Madeleine (antes de que descubramos que es Judy), su complejidad viene dada por la visión subjetiva, mediatizada, que de ella tiene el acomplejado Scotty. Pero, vamos, que me has puesto en mi sitio.
Saludos.
No pretendía ponerte en tu sitio ni nada que se le parezca. Quizá ha sido culpa mía no haberme expresado bien la primera vez. Lo que sucede es que tu blog me inspira todo lo bueno que encuentro en el cine y doy rienda suelta a mis percepciones.
EliminarDe acuerdo totalmente contigo: vemos a Madeleine bajo el prisma de Scottie, y ello enriquece todavía más a su personaje y, por ende, a la propia película.
Es increíble la cantidad de reflexiones que suscita "Vértigo" y lo inagotable que resulta. Si Hitchcock nos viera creo que se sentiría muy contento. Lástima que en su momento la película no tuviera la acogida que merecía. Pero bueno, el tiempo está claro que siempre pone las cosas donde se merecen.
Abrazos.
Ay, qué mal funciona este año mi sentido del humor, Lo utilizo de manera estratégica como los calamares su tinta. Vuelve pronto a pasear por este sendero de baldosas amarillas que es Movie Movie.
EliminarMuy buena reseña de una película inolvidable, una obra maestra incontestable. Creo que es la cinta de Hitchcock que siempre aparece entra las primeras posiciones (si no en la primera) de cualquier lista de las mejores películas, con justicia.
ResponderEliminarLa he visto varias veces y siempre el hábil Hitchcock consigue introducirme en la trama sin dejarme salir hasta el final, fascinado como Scottie, caigo una y otra vez en la trampa de seguir a Madeleine.
Saludos.
Cuantas veces veamos VERTIGO, siempre nos parecerá que no son suficientes, que algo se nos ha quedado enganchado, algo por descubrir; y volvemos a dejarnos arrastrar por ella. Y eso, a pesar de que Hitchcock, a partir de un momento determinado de la narración, nos otorga la "ventaja" de ir por delante del protagonista en su angustiosa andadura. Lo que sin duda aumenta la nuestra.
EliminarUn saludo.
Excelente comentario en el que has sabido condensar la esencia del filme de un modo acertado y preciso. En tu respuesta a Fernando Lázaro hablas de 1964 cuando viste por primera vez esta película. Caramba, cómo pasa el tiempo!. Hace ya más de medio siglo de aquella sesión (que conste que no te estoy llamando mayor, jeje). Por cierto, a raíz de una referencia en tu texto ¿te gusta Poe?
ResponderEliminarTermino con una felicitación por la nueva cabecera de tu blog. Me gusta y demuestra que “Vértigo” es tu película.
En respuesta a tu pregunta sobre si me gusta Poe, en efecto, creo que VERTIGO tiene más Poe que todas las pelis que rodó Corman basándose en los relatos del poeta de Boston, que de todos modos me gustan mucho, que conste. Incluso en alguna ocasión he jugado a elucubrar con las consecuencias inimaginables pero apetecibles de que el papel de Madeleine se lo hubieran adjudicado a Barbara Steele. Se me hiela la sangre sólo con imaginarlo.
EliminarSí, gracias, ya iba siendo hora de renovar la cabecera del blog; es más, ya es un nuevo blog como habrás podido observar. Por eso de renovarse o morir, me pareció una buena ocasión.
Un saludo.