ÉXODO Exodus)

(USA) United Artists / Carlyle / Alpha, 1960. 213 min. Color. Panavision 70.

G: Dalton Trumbo, basado en la novela de Leon Uris. Ft: Sam Leavitt. Mt: Louis R. Loeffler. DA: Richard Day. Ms: Ernest Gold. Títulos: Saul Bass. Pr y Dr: Otto Preminger.

Int: Paul Newman, Eva Marie Saint, Ralph Richardson, Peter Lawford, Lee J. Cobb, Sal Mineo, John Derek, Hugh Griffith, Gregory Ratoff, Jill Haworth, Felix Aylmer, David Opatoshu, Marius Goring, Alexandra Stewart, George Maharis, Martin Miller, Michael Wager, Paul Stevens, Betty Walker, Martin Benson, John Crawford.

El general Sutherland (Ralph Richardson), un militar con una visión lúcida y global de una situación muy problemática para los británicos.
La americana Kitty Fremont (Eva Marie Saint) visita al general para una ilustrativa charla.
Esta es Karen (Jill Haworth), una adolescente judía que tras el final de la guerra ha llegado hasta Chipre con la esperanza de reencontrar a su padre. 
Kitty, que es enfermera de profesión, visita el campo de refugiados judíos y queda impresionada por la abnegada labor de Karen en ese lugar. 
Aquí vemos al oficial judío encargado del campo, David Ben Ami (Michael Wager).
Formando parte del grupo de refugiados judíos que han logrado subir al barco que les llevaría a Palestina, nos encontramos con el anciano Lakavitch (Gregory Ratoff).
Ari Ben Canaan (Paul Newman), ha llegado clandestinamente a  Chipre y aprovechando su aspecto físico se hace pasar por oficial inglés con falsa documentación para sacar a los refugiados del campo y trasladarlos al barco que los llevaría a Palestina.
Ari, en medio de su "castrense representación", se encuentra con Kitty cada vez más involucrada en aportar su ayuda en esa situación. 
Para dotar a sus planes de mayor verosimilitud, Ari convence engañosamente al mayor Caldwell (Peter Lawford) para que colabore con él.
En el barco que les lleva a Palestina, Karen charla con Dov Landau (Sal Mineo), un resentido joven judío que escapó del ghetto de Varsovia y que ahora solo ve en la violencia el método para conseguir librarse de la "custodia" británica.
A través de su relación con Ari Ben Canaan, Kitty toma conciencia de todo lo referente a la situación que los judíos viven en ese momento.
Kitty ha desarrollado un sentimiento hacia Karen y se implica con ella hasta el punto de querer llevársela a Estados Unidos para adoptarla.

SINOPSIS:
En 1947, la viuda de un reportero gráfico americano muerto en acto de servicio se encuentra de visita en Chipre y se verá envuelta, con los ingleses de por medio, en los acontecimientos desencadenados cuando seiscientos  judíos que han sobrevivido a los campos de exterminio nazis y han logrado llegar a la isla, viven confinados en campos de refugiados controlados por los británicos. En su deseo de llegar a Palestina, superarán grandes dificultades hasta lograr zarpar de la isla en el "Éxodo", barco de carga que les llevará a su destino. Una vez allí, el objetivo de los judíos que ya se han instalado en esa tierra es crear el estado de Israel donde históricamente ya viven árabes palestinos. Para librarse primero de la presencia inglesa y luego continuar con sus planes de asentamiento en el territorio, estallará un conflicto que, agravándose, dura hasta nuestros días.

Dov Landau, una vez en territorio palestino, se pone en contacto con el Irgun, una organización que comete actos terroristas contra las fuerzas británicas en Palestina.
Akiva Ben Canaan (David Opatoshu) es el líder de esa organización y tras un esclarecedor interrogatorio al joven Dov, finalmente le admite en la organización.
Finalmente, con la ayuda de Ari y Kitty, Karen logra encontrar a su padre (Peter Madden) que como consecuencia de las torturas en un campo de concentración nazi, ahora permanece catatónico internado en una clínica.
Tras esa dolorosa visita a su padre, una traumatizada Karen entra en crisis al escuchar una gran explosión, producto de un atentado.
Reunión familiar: vemos acompañado de Kitty a Ari con su padre Barak (Lee J. Cobb) y su hermana Jordana (Alexandra Stewart).
Akiva no comparte la postura pacifista de su hermano Barak ante la situación que se vive en ese territorio y hace tiempo que no se ven ni comunican.
Ari Ben Canaan en acción.
El árabe Taha (John Derek), amigo desde la infancia de Ari, esta siendo presionado por oscuros personajes (Marius Goring) para que inicie hostilidades contra los asentamientos judíos en la zona.
Taha se la juega y advierte a su amigo Ari del inminente peligro que corren los judíos del kibutz.
Aquí vemos a un confiado Barak y tras él una estatua erigida a una joven mártir judía.

COMENTARIO:
Desde sus inicios con LAURA, el demostrado talento del judío vienés Otto Preminger, que a partir del título que ahora nos ocupa parecía tomar la decisión de abandonar el formato “pequeño” (me refiero a películas más concentradas e intimistas, incluso de planteamiento más audaz, del tipo de EL HOMBRE DEL BRAZO DE ORO, BUENOS DÍAS, TRISTEZA y ANATOMÍA DE UN ASESINATO) para inaugurar una etapa de grandes superproducciones, nos sorprendía con aspectos hasta ese momento insopechados en su trayectoria utilizando su calculada precisión y habilidad narrativas para ponerlas en esta ocasión al servicio de un claro panfleto sionista, eso sí, muy bien presentado -vía gran espectáculo- a través del inteligente pero cuestionable guión de Dalton Trumbo, inspirado en la novela de Leon Uris (de origen judío) que hacía una lectura claramente sionista de los hechos narrados. Quizás para enmascarar en la medida de lo posible esas claras preferencias, ese guión caía en el pecado de unos diálogos en exceso explicativos y de convertir a los principales personajes de la historia que nos cuenta en representaciones de las distintas visiones y posturas de aquel conflicto. Si logramos hacer abstracción de todos estos aspectos (muy difícil en los momentos que vivimos), la película, espectacular e impresionante, contiene a lo largo de su dilatado metraje momentos de indudable interés estrictamente cinematográfico concentrados mayormente, para quien esto escribe, en su primer tercio y algunos momentos posteriores relacionados con el personaje que interpreta David Opatoshu. Todo lo demás molesta bastante. 

Notas: no podemos dejar de reconocer la muy medida astucia con que se eligió el reparto de esta ambiciosa cinta, y así tenemos a un atractivo Paul Newman encarnando al resolutivo judío Ari Ben Canaan, John Derek como el conciliador árabe Taha, la rubia adolescente Jill Haworth incorporando a esa angélica Karen rescatada momentáneamente del horror... Ah! por cierto (entrando en lo puramente personal), confieso una antigua debili­dad en mi ya lejana primera juventud por la entonces debutante Haworth, maravillosa criatura descubierta por Preminger y que este director volvería a utilizar en sus dos siguien­tes películas EL CARDENAL y PRIMERA VICTORIA, de nuevo adjudicándola personajes de ingrato destino que podrían constituir un martirologio.

12 comentarios:

  1. Hay una frase puesta en boca de uno de los activistas del Irgun que resume bastante bien el espíritu del film: "Después de lo que hemos sufrido, ya es hora de que les toque sufrir a otros".

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    1. Aunque en ese momento la frase iba dirigida mayormente a los ocupantes británicos, viene a resumir ese eterno giro histórico de las víctimas convertidas en verdugos.

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  2. En cierto modo, podríamos considerar a la película un fracaso. Pues por querer ser tan didáctica, resulta por momentos aburrida. Y, aunque sin duda es fiel a los hechos, la cruda realidad revela que sus premisas son demasiado esquemáticas. Por otra parte, también me parece un recurso fácil que, en su afán por denunciar el antisemitismo, ponga al frente del reparto a Paul Newman y a una niña rubia angelical; el personaje de la americana interpretado por Eva Maire Saint se enamora de ambos a las primeras de cambio.

    Saludos.

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    1. Por el tiempo en que fue escrita la novela y dos años después se rodó la película, les interesaba ser muy "didácticos" para ir modulando y conduciendo la opinión pública hacia una comprensión edulcorada (cuando no sesgada) de lo que comenzó a producirse en 1948 tras la instauración del Estado de Israel. Claro que la Historia y la realidad resultan tozudas y ahora (a la luz de lo que está ocurriendo) sería inadmisible rodar una película desde las tramposas premisas con las que se rodó ésta.
      Un saludo.

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  3. Hace tiempo que no la veo y debería revisarla, pero sé que me gustó. El libro de León Uris, como luego Oh, Jerusalén, de Lapierre y Collins son muy recomendables para explicar el comienzo de todo este lío que no parece terminar nunca.
    Saludos.

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    1. A mí también me gustó ÉXODO cuando la vi por primera vez con dieciséis añitos (entonces leía la revista "Film Ideal" y ¡era una película de Otto Preminger!).
      Dices "lío", pues sí, lío que a través de las décadas se ha ido convirtiendo en algo muy parecido a una operación de exterminio con la cobarde y vergonzosa pasividad de quienes miramos hacia ese lado del mundo (y de otros).
      Un saludo.

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  4. Tal vez cuando se estrenó hace más de sesenta años, el contenido de la película pudo pasar más "desapercibido" para aquel público. Pero todo lo que vino después hasta el impune salvajismo de estos tenebrosos acontecimientos actuales ha colocado a "Éxodo" en un claro plano de panfleto sionista, por supuesto, solventado con suma inteligencia por Otto Preminger.
    Una curiosidad, Teo ¿qué fue de tu adorada Jill Haworth? Aparte de sus tres películas para Preminger no la conozco una carrera cinematográfica.
    Un saludo.

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    1. Por mi respuesta a Ethan creo dejar claro que coincidimos en los razonamientos de nuestra argumentación respecto a la Historia y la película que nos ocupa.
      En cuanto a tu curiosidad por el devenir profesional de Jill Haworth, lo cierto es que en contra de lo que mi corazón juvenil esperaba, la chica tuvo una carrera poco gloriosa, jalonada de subproductos y participaciones esporádicas en series de televisión. Por los años sesenta cabría destacar su participación en dos películas francesas que se salvan de la mediocridad: EL HAMPA DE PARÍS (1962) de André Hunebelle (donde la emparejaban con ¡Jean Marais!) y POR CAUSA DE UNA MUJER (1963) de Michel Deville. Eso sí, en 1966 consiguió protagonizar en Broadway el musical CABARET que años después asumiría en el cine Liza Minnelli. Todo lo demás mejor olvidarlo.
      Un saludo.

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  5. Lo cierto es que hace tiempo que no la veo, pero con vuestros comentarios y con el actual recrudecimiento de la horrible realidad que se está viviendo en la zona, bien merece una revisión. Lo dificultoso será que el atractivo de Paul Newman vuelva a "distraerme" del meollo.
    Saludos!

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    1. Digamos que es una película "muy bien hecha" (no se le podía pedir menos a la narrativa de Preminger) pero con un discurso muy cuestionable, mayormente por las tramposas premisas desde las que se construyó (la elección de Paul Newman incluida).
      Un saludo.

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