EVA AL DESNUDO (All About Eve)
(USA) 20th Century-Fox, 1950. 138 min. BN.
Pr: Darryl F. Zanuck. G: Joseph L. Mankiewicz, basado en el relato “The Wisdom of Eve” de Mary Orr (Anne Caswell). Ft: Milton Krasner. Mt: Barbara McLean. DA: Lyle R. Wheeler y George W. Davis. Vest: Edith Head y Charles Lemaire. Ms: Alfred Newman. Dr: Joseph L. Mankiewicz.
Int: Bette Davis, Anne Baxter, George Sanders, Celeste Holm, Gary Merrill, Hugh Marlowe, Thelma Ritter, Marilyn Monroe, Gregory Ratoff, Barbara Bates, Walter Hampden, Randy Stuart.
SINOPSIS: En el transcurso de la ceremonia en la que Eva Harrington, la nueva sensación de Broadway, recibe el codiciado Premio Sarah Siddons a la mejor actriz del año, varios de los presentes en el evento que la conocen bien desde sus comienzos recuerdan, cada uno desde su perspectiva, cómo esta ambiciosa mujer consiguió llegar a la cumbre de su profesión.
COMENTARIO: Esta intensa y absorbente obra maestra aborda con afilada inteligencia el mundo del teatro y su fauna y lo hace quizás como coartada para llegar más allá. Penetra bajo su iluminada superficie y nos descubre el andamiaje sobre el que se sostiene: la ambición centrada en la persecución del éxito, el egoísmo, la mentira y la ausencia de escrúpulos. La perceptiva y devastadora mirada del racionalista Mankiewicz (que podría identificarse en la película que comentamos con la del sardónico Addison DeWitt) no está exenta, sin embargo, de una buena dosis de comprensión e incluso amor hacia esos personajes, víctimas y verdugos rotativamente, siempre vulnerables y a veces patéticos.
Tal vez por la importancia que siempre ha tenido la palabra en la obra de Joseph Mankiewicz, el cine de este guionista y realizador ha sido injustamente acusado de "teatral" en más de una ocasión, lo que denota la escasa atención que se pone en analizar la concepción de su narrativa cinematográfica. Tanto en la película que ahora nos ocupa como en buena parte de su filmografía, las soluciones de puesta en escena, son tan lógicas, equilibradas e inteligentes que el resultado es de una total transparencia, es decir, invisible en su perfección. Incluso la ocasional recurrencia a audacias expresivas resultaba tan funcional que se nos pasaba por alto que estábamos ante algo que nadie había hecho antes. Lo que no libró a nuestro hombre de disgustos y encontronazos en el seno de la industria para quien trabajaba. De ahí, que en su día, EVA AL DESNUDO sufriera varias mutilaciones a manos del mogul de la Fox, Darryl F. Zanuck, quien se empeñó en suprimir algunas escenas que se “repetían” desde distintos puntos de vista, según el personaje que lo narrara. Entonces, la cortedad de miras de Zanuck y su extrañeza ante cualquier innovación narrativa, no permitieron a Mankiewicz presentar su película tal como la había concebido, cortapisa que volvería a sufrir con frecuencia a lo largo de su carrera. Sin embargo, lo que no le permitieron en EVA AL DESNUDO, lo lograría cuatro años más tarde con LA CONDESA DESCALZA, eso sí, bajo la égida de su propia productora, la Figaro Inc, de breve andadura.
Entrando ahora en el terreno de una soberbia dirección de actores, nos encontramos con el resultado de unos trabajos asombrosos finamente matizados. Desde luego, nadie olvidará la Margo Channing de la impar y electrizante Bette Davis (“Abróchense los cinturones, esta noche vamos a tener tormenta”), los infinitos registros de Ann Baxter dando vida a la ambiciosa, sedienta de triunfo ("Aunque no hubiera nada más, estaría el aplauso"), sibilina, veladamente lesbiana y chantajista chantajeada Eve Harrington, o las breves pero deliciosas intervenciones de una casi debutante Marilyn Monroe (“Ahora me siento como un cisne en el canal de La Mancha”) ácidamente apostilladas por su acompañante e “introductor” el influyente crítico teatral Addison DeWitt ("Les presento a Miss Caswell, diplomada por la Escuela de Arte Dramático de Copacabana"), incorporado con venenosa elegancia por el gran George Sanders, a cargo del cual corre una de las escenas más impactantes de la película (su encuentro final con la "triunfadora" Eva).
Para clausurar esta breve reseña, deseo afirmar plenamente convencido de que los diálogos de EVA AL DESNUDO son los más brillantes, inteligentes, sutiles y vitriólicos de cuantas películas ha visto en su (larga) vida quien esto escribe. Bueno, evitando ser tan radical, los escritos y filmados por I.A.L. Diamond & Billy Wilder solían estar a la misma altura.
Justo la revisaba el domingo, Teo, una película espléndida y muy original. Yo lo de teatral no lo veo como una acusación sino como una forma de proceder que no puede (o que no cuestiona) con las capacidades cinematográficas de Mankiewicz. Yo lo único que le echo en cara son sus críticas a Antonioni, con las que no estoy de acuerdo; siendo alguien tan inteligente como Mankiewicz, a veces he pensado si no sería envidia del poderío formal y renovador del autor de "La aventura".
ResponderEliminarUn abrazo.
La acusación de “teatral” aplicada al cine de Mankiewicz -ya lo apunto en mi comentario- es no solo injusta, también absurda. Supongo que la importancia de la palabra en el universo de este realizador y un escasa atención a su concepción de puesta en escena por parte de quienes así lo ven, podría ser una explicación.
EliminarEn cuanto a esa opinión de nuestro admirado Mankiewicz sobre las películas de Antonioni, sin estar de acuerdo con ella, puede ser entendible desde la óptica de los cineastas americanos sobre cómo debe contarse una historia en nada coincidente -entonces- con los parámetros hollywoodenses. No obstante, siempre que se lo permitieron, él fue un innovador. Es cierto que con sus películas no hizo añicos los moldes narrativos de su época pero de forma más sutil aportó innovaciones que hemos sabido apreciar a posteriori. Qué más hubiera deseado el autor de EVA AL DESNUDO que poder trabajar con la plena libertad de la que gozó el italiano (de ahí esa supuesta “envidia”, supongo).
Un abrazo.
Qué gozada esta entrada, y es que no existe mejor película para comentar. Primero, totalmente de acuerdo en que contiene los mejores diálogos, cinicos, punzantes y verdaderos como la vida misma. Reseño la primera secuencia con Margo Channing en el camerino cuando habla de lo que representan para ella sus fans, que dice algo así: "cazadores de autógrafos, animalillos asustados...". Todo lo que suelta por su boca no tiene desperdicio. Ann Baxter a la altura de la fabulosa Bette, pero te diré que esa Eva Harrington no me parece tan mala, creo que es sincera en su ambición y a la vez sincera en su admiración desmedida por la gran diva. El gran Geroge Sanders y la prometedora Marilyn también merecedores de elogios.
ResponderEliminarPor cierto, al adjudicar a Eva Harrington lo de "veladamente lesbiana" ¿que quiere decir? a ver si se me escapó algo, ¿de veras estaba “enamorada” de Margo Channing? Creo que Eva estaría enamorada de cualquier cosa que la llevara al éxito. Una de mis frases favoritas de Margo que he adoptado como cita de cabecera: "Odio el sentimentalismo", breve pero concisa.
Un abrazo.
Sin excusa por mi parte el haber ido demorando el post sobre esta gran película, así que he considerado por fin que era un buen momento hacerlo ahora. Más vale tarde...
EliminarCreo que en ningún momento califico de "mala" a Eva, lo que sería un juicio moral sobre el personaje. Le describo, eso sí, con unos adjetivos que creo definen a esa mujer y que a la vez conforman en parte la naturaleza humana. No la mía que nunca he sido tentado por el orgasmo del éxito ni podría mentir ni ser desleal con quien me ha favorecido y entregado su amistad. En cuanto a mi alusión al lesbianismo del personaje, teniendo en cuenta que la película se rodó en 1950, lo que ahora nos parece perfectamente normal en aquellos momentos no podía ser mostrado de manera abierta. Sin embargo esa sensación se percibe por algunos detalles como el hecho de que los hombres para Eva no significan nada salvo posibles jalones para la consecución de sus ambiciones, no la atraen, ni al parecer ella a ellos. No obstante, hay una breve secuencia en que su condición lésbica queda meridianamente clara y es aquella en que vemos a una joven con una bata como único atuendo hablando por teléfono "muy preocupada" con Lloyd el escritor sobre el estado de su compañera de cuarto. Una vez que cuelga, la cámara nos muestra a Eva junto a ella con el mismo atuendo y descubrimos que era una estratagema pactada entre las dos mujeres que se miran expresivamente, sonríen, se agarran por las caderas y suben juntas de regreso al dormitorio de la pensión donde viven. En cualquier caso, resulta muy acertado eso que dices de que Eva estaría enamorada de cualquier cosa que la llevara al éxito. Es cierto.
Para terminar, esa frase de Margo que destacas ("Odio el sentimentalismo") yo, que soy un sentimental, la interpreto como una bomba de humo que lanza para ocultar ante los demás su propia vulnerabilidad, su "sentimentalismo" camuflado.
Un abrazo.
Teo y Marga: hoy me acostaré sabiendo más de “Eva al desnudo” de la que yo creía saberlo todo. Pobre de mí pues resulta que me habéis abierto alguna puerta y mostrado lo que hay detrás. Me parece que hay algunas películas que por su complejo contenido hay que ver muchas veces y esta es una de ellas. Me encanta el personaje que hace George Sanders, ese sí que conocía perfectamente a sus semejantes, sobre todo sus miserias.
ResponderEliminarCosas como las que se escriben aquí me hacen amar el cine un poco más cada día. Gracias.
Saludos.
Bueno, Inma, aquí nos contamos cosas (de cine) y todos vamos aprendiendo algo cada día. A mí me enriquece mucho lo que vosotros escribís y me hacéis sentir, aunque seamos poquitos, que este blog tiene, si bien en medida insignificante, alguna utilidad.
EliminarEl inconmensurable George Sanders incorpora un personaje un tanto oscarwildeiano, un tipo cínico, brillante, inteligente, con un humor acibarado, de vuelta de todo, que efectivamente conoce muy bien el alma humana y se aprovecha de ello. En realidad, hace lo que se esperaba de él en un mundo con mucha trastienda.
Un abrazo.
Excelente entrada sobre una pieza magistral del maestro entre maestros. Y continuando con los chascarrillos entre directores ... Ingmar Bergman dijo “Fellini, Kurosawa y Buñuel se mueven en el mismo campo que Tarkovski. Antonioni tomó su propio camino, pero expiró, asfixiado por su propio aburrimiento.” Billy Wilder dijo de Godard, Antonioni e Ingmar Bergman “Comprendo sin dificultad por qué Godard ha podido por sí sólo exterminar varias empresas productoras.” “Antonioni seguro que es un gran director, un gran artista. Pero en lo que a mí se refiere, soy incapaz de mantenerme despierto.” “Sobre Ingmar Bergman debo decir que los críticos no tienen ni idea de lo que está diciendo, pero, pese a todo, les chifla… Existe una asociación internacional de ese tipo de críticos, capaces de extasiarse ante el asno muerto de Cocteau envuelto con telas encima de un piano.” Abrazos para todos.
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