EL CUARTO MANDAMIENTO (The Magnificent Ambersons)

(USA) RKO / Mercury, 1942. 88 min. BN.

G: Orson Welles, basado en la novela de Booth Tarkington. Ft: Stanley Cortez, Russell Metty (sec. final) y Harry J. Wild (algunos planos). Mt: Robert Wise, Mark Robson y Jack Moss. DA: Mark-Lee Kirk. Vest: Edward Stevenson. Ms: Bernard Herrmann y fragmentos de Roy Webb. Pr y Dr: Orson Welles.

Int: Joseph Cotten, Dolores Costello, Tim Holt, Anne Baxter, Agnes Moorehead, Ray Collins, Richard Bennett, Erskine Sanford, Bobby Cooper, Donald Dillaway, Louis Johnson, Gus Schilling, Charles Phipps, Nancy Gates, James Westerfield. Orson Welles (narrador).











SINOPSIS:
En los albores del siglo XX, en una ciudad del Medio Oeste, una aristocrática e influyente familia es sobrepasada por los inexorables avances industriales y los cambios sociales que traen consigo, relegándola social y económicamente, pese a la orgullosa tozudez de alguno de sus miembros.










Orson Welles, aún ajeno al negro futuro que le esperaba en Hollywood, ante un micrófono por los días en que rodaba esta película.

COMENTARIO:
Tras su debut en Hollywood con CIUDADANO KANE, rodada en óptimas condiciones de libertad creativa y presupuestaria, la película fue diana, antes y después de su estreno, de una orquestada campaña de acoso y derribo (desde varios frentes) que perjudicó seriamente su carrera comercial. Ignoro si aquello fue interpretado por Welles como una “advertencia” o premonición de que su libertad en Hollywood era ilusoria.

La segunda película de Orson Welles para la RKO, mucho más narrativa, pausada y romántica que la anterior, pudo ser también una de las obras más grandes de la Historia del cine (en cualquier caso, estaríamos dispuestos a afirmar que lo es), de haber llegado hasta nosotros tal y como la concibió su autor, pero ya en esta ocasión y durante el resto de su vida, fue víctima de la desconfiada y cicatera cortedad de miras de los mercaderes del cine.

Una vez concluida la película, la RKO (que la consideraba demasiado larga y aburrida) efectuó una serie de preestrenos con la versión de 131 minutos y no vieron el negocio claro. Así las cosas, aprovecharon la ausencia de Welles que había viajado a Brasil para poner en marcha IT'S ALL TRUE (que nunca llegaría a ver la luz) y pusieron manos a la obra, remontando y mutilando (se eliminó íntegro el último tercio que describía toda la decadencia de los Amberson y encargaron a Robert Wise que remontara la película y rodara un final “feliz” y simplificador). Pese a todo, el film permanece como un clásico de inconmensurable belleza, un fresco social narrado en tono elegíaco en el que la cámara, audaz y barroca (aunque su "presencia" no sea tan apabullante como en CIUDADANO KANE), a través de suaves y majestuosos travellings, utilizando más y mejor aún que en KANE la profundidad de campo, nos hace percibir con melancólica lucidez el inexorable paso del tiempo y el final inevitable de una época, para saludar con respeto a los nuevos tiempos encarnados en Eugene Morgan, el personaje que incorpora Joseph Cotten, magnífico como el resto del reparto, así como la portentosa fotografía de Stanley Cortez que años después repetiría una hazaña creativa similar en LA NOCHE DEL CAZADOR de Charles Laughton. 

18 comentarios:

  1. Mira, casualmente vengo de otro lado en el que acabo de decir, comido por la duda, que no sé si mi Welles preferido es éste o Sed de Mal. En lo referente a El cuarto mandamiento, estoy convencido de que la fotografía de Stanley Cortez pudo tener mucha "culpa" en la consecución de ese fascinante resultado formal.
    Saludos.

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    1. No sé... ante semejante disyuntiva lo mejor es quedarse con las dos, o las tres, o las cuatro. Si te preocupa el orden, colócalas por el alfabético. Esto sólo puede hacerse con las obras de grandes genios.
      Es cierto que los directores de fotografía en las películas de Welles solían alcanzar cotas de creatividad inimaginables. Quiero decir que ellos no podían imaginar hasta dónde podían llegar de no ser espoleados e "inspirados" por las sugerencias del genio audaz y especulativo que poseía el chico de Kenosha.
      Un saludo.

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  2. Después de la rompedora genialidad plagada de inventos y hallazgos expresivos que significó "Ciudadano Kane", parece que Orson Welles quiso demostrar que era capaz de hacer películas como William Wyler y rodó "El cuarto mandamiento" con un estilo clásico pero igualmente genial. Pero aún así, fue "intervenido" por los criterios de la zafia industria hollywoodense y de esa obra magna quedó lo que quedó. A mí me gusta mucho pero cada vez que la veo no puedo evitar sufrir un poquito pensando en lo que una vez existió y ya nunca veremos.
    Saludos.

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    1. La verdad encuentro muy acertado tu comentario, Aurora, aunque tal vez algo arriesgado. Pero, sí, es muy probable que Welles viera películas como LA LOBA y LA CARTA y tomara buena nota.
      En cuanto a ese malestar que le invade a uno cuando ve la "versión comercial abreviada" que nos dejaron los gerifaltes de la RKO del portentoso film de Orson Welles, a mí me ocurre lo mismo, sé que no conduce a ninguna parte, puro masoquismo, pero es inevitable.
      Un saludo.

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  3. La encuentro formalmente brillante pero árida y difícil e, incluso, episódica o inconexa. Supongo que los cambios operados (nunca mejor dicho) en la fase de montaje afectan al resultado final. Creo que de más de dos horas que dejó Welles antes de marchar a Sudamérica, el asunto se quedó en apenas hora y media. Desde luego, la representación de una atmósfera oscura y agobiante y la descripción de la decadencia de la familia aristocrática, víctima impotente del cambio de los tiempos, quedan plenamente logradas.

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    1. Puede que esas elipsis narrativas que jalonan el desarrollo de la historia, no todas se deban al diseño narrativo de Welles, Me temo que eso nunca lo sabremos (¡Maldito Hollywood!). Ahora bien, no creo que la versión que conocemos resulte inconexa. Tanto como eso, desde luego que no.
      Un saludo.

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  4. Una película maravillosa, fascinante. Preserva su grandeza a pesar de las graves mutilaciones.

    Saludos.

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    1. Tal vez por exceso de confianza o por ingenuidad, Welles cometió la grave equivocación de abandonar el estudio una vez terminado el rodaje de esta película para viajar a Brasil en busca de localizaciones para su próximo proyecto. En su ausencia... ya sabemos lo que ocurrió: el mercenario y amputador montaje de Robert Wise y una escena final improvisada por el ayudante de dirección Fred Fleck. ¡Para cortarse las venas!
      Un saludo.

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  5. Todavía la tengo "fresca" porque tuve ocasión de volver a verla el pasado otoño. Tanto cuando la descubrí como ahora, sigue dejándome con la boca abierta. Pese a esa salvaje amputación que sufrió en su día, la película resulta una formidable lección de gran cine.
    Un abrazo.

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    1. Y que lo digas, Inma. Tan formidable y apabullante, aún siendo muy diferente, como en su momento nos lo pareciera CIUDADANO KANE, pero sin que se le notara tanto como a aquella el "mecanismo" narrativo. Estoy seguro de que en sucesivos visionados encontrarás nuevos motivos para admirarla.
      Mientras, un abrazo.

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  6. Para mí, "El Cuarto Mandamiento" adivinándola tal cómo la diseñó Welles, incluso después de la poda efectuada por un “obligado” Robert Wise, es una obra maestra que supera a “Ciudadano Kane”. La opción narrativa de Orson aquí brilla de manera especial, tú lo mencionas, la profundidad de campo, los planos secuencia, todo al servicio de una concepción de puesta en escena definitivamente moderna aunque en la superficie simule un clasicismo a lo William Wyler (como apunta con agudeza el comentario de Aurora R. Martín). Y si tuviera que destacar una sola secuencia, por supuesto me quedo con la del baile.
    Saludos.

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    1. Una opinión muy valorable con la que sin duda muchos estarán de acuerdo a la hora de considerar la superioridad narrativa de THE MAGNIFICENT AMBERSONS sobre la, por otro lado, impactante CIUDADANO KANE. En efecto, el asombro que hubiera causado la versión completa concebida por Welles de esta obra maestra me atrevo a pensar que sería aún mayor, y nadie que ame el CINE con mayúsculas y haya visto varias veces la recortada versión existente pondría en tela de juicio esa soñada posibilidad.
      Un saludo.

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  7. Todo un melodrama en el que por única vez Welles no se dirigió a sí mismo. Pudo haber sido una de las mejores películas de la historia del cine, pero la masacraron. Es una historia que desborda melancolía por sus cuatro costados, amores que van y amores que vienen. Pocas veces pienso, que el cine se ha reflexionado tan ciertamente sobre el paso de los años, como en esta película. Una película, que como digo podría haber sido colosal, pero también con lo que hay es más que suficiente, para admirar el talento de un hombre llamado: Orson Welles, un filme impresionate. Abrazo , Teo⚘

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    1. Después de la apabullante demostración de brillantez formal que fue CIUDADANO KANE (para muchos, para mí también,, la mejor "opera prima" de la Historia del cine), el genio de Welles quiso suavizar y purificar el lenguaje de la cámara consiguiendo esa perfecta armonía entre lo que nos cuenta y la forma de hacerlo. Es lo que trasmiten las hermosas imágenes de THE MAGNIFICENT AMBERSONS, una "magnífica" obra bañada -como apuntas en tu comentario- por un halo de melancolía que recorre sus imágenes. Y todo ello permanece ahí pese a la inmisericorde manipulación de que fue objeto.
      Un abrazo.

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  8. Siempre me ha parecido "El cuarto mandamiento" mejor que "Ciudadano Kane", a pesar de los cortes, modificaciones que sufrió, y del falso final feliz. Hay secuencias espectaculares como la del baile. La mansión tiene vida propia: las escaleras son parte de la narrativa espectacular que Welles supo captar. Esa trama sobre la decadencia en el seno de la alta sociedad, sobre el triunfo del progreso y sobre las oportunidades perdidas en la búsqueda de la felicidad es una obra maestra.
    Saludos!

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    1. Claro, partiendo de la "versión comercial abreviada" que conocemos, solo podemos imaginar (con inmensa tristeza) cómo hubiera resplandecido esta película en su concepción y metraje originales. En su día, después del estropicio, el propio Orson Welles, consciente de lo irreversible, confesó lo siguiente: “The Magnificent Ambersons es la única de mis películas que he visto después de terminada y estrenada. Era una película mejor que Ciudadano Kane si la hubieran dejado como yo la hice”.
      En cuanto a ese retrato de la decadencia de una clase social, la aristocracia, que obtusamente da la espalda al cambio de conceptos y valores que el progreso impone, solo otro director supo plasmarlo con la misma lucidez y profunda belleza que consiguió Welles en su película; me refiero al Luchino Visconti de las magistrales SENSO y EL GATOPARDO.
      Un saludo.

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  9. La belleza de la que quedó (de los restos del naufragio) es tan descomunal que a pesar de las tijeras inmisericordes de RKO la película es extraordinaria. Para mí,, "Ciudadano Kane", "Sed de mal" y "El cuarto mandamiento" son las tres mejores cintas de Welles. Por cierto, una película suya que me parece buenísima y no muy recordada es su adaptación de "El proceso" kafkiano.

    Un abrazo, Teo.

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  10. A la Venus de Milo le faltan los brazos, aún así es una estatua muy bella. Y siempre que la contemplamos nuestra imaginación, sin poder evitarlo, elucubra sobre cómo sería esa Afrodita sin las amputaciones.
    En cuanto a EL PROCESO, muy pronto será atendida en este blog y también SED DE MAL.
    Mientras, un abrazo.

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