PAULINE EN LA PLAYA (Pauline à la plage)
(Fr) Les Films du Losange/Les Films Ariane, 1982-83. 94 min. Color.
Pr: Margaret Menegoz. Ft: Néstor Almendros. Mt: Cécile Decugis. Son: Georges Prat. Ms: Jean-Louis Valéro. G y Dr: Eric Rohmer.
Int: Amanda Langlet, Arielle Dombasle, Pascal Greggory, Feodor Atkine, Simon de la Brosse, Rosette.
SINOPSIS: A finales de verano, Pauline, una adolescente de quince años, pasa unos días en una localidad vacacional de Normandía bajo la tutela de su prima Marion, una atractiva diseñadora recién divorciada. Allí coinciden con un etnólogo edonista, un antiguo amigo de Marion enamorado de ella y un jovencito veraneante atraido por Pauline. Situaciones entrecruzadas y algún equívoco marcarán su estancia.
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Charla entre primas: la que escucha, quinceañera, y la que introduce conceptos de "aprendizaje" sobre el mundo de los adultos. |
COMENTARIO: Esta es la tercera entrega de la serie “Comedias y proverbios” y uno de los trabajos más brillantes de Éric Rohmer. Un vodevil (si así lo queremos considerar) de geométrica estructura y ácido contenido, luminosamente fotografiado por Néstor Almendros y con unos intérpretes perfectamente elegidos.
Los personajes hablan, se confiesan, discuten, mienten y se ponen en evidencia en el viejo tablero de las reacciones humanas, bajo la sabia y atenta mirada de Rohmer, siempre esclarecedora y con un toque de ternura en lo que se refiere al personaje de Pauline que transita por la película con la natural sinceridad de una observadora aún sin contaminar por el destilado lenguaje y actitud de los que piensan, sus mayores, que con la verdad nunca se consigue lo que se desea, incluyendo el autoengaño. De ahí que Rohmer nos confirme sutilmente su dosis de pesimismo en esa escena final con Pauline (Amanda Langlet) y su prima Marion (Arielle Dombasle) regresando de las vacaciones en que Pauline, con su universo adolescente empezando a resquebrajarse, miente por primera vez, tal vez solo de manera compasiva hacia su prima.
Nota: He aquí el orden cronológico de las seis entregas de "Comedias y proverbios":
LA MUJER DEL AVIADOR (1980), LA BUENA BODA (1981), PAULINE EN LA PLAYA (1983), LAS NOCHES DE LUNA NUEVA (1984), EL RAYO VERDE (1986) y EL AMIGO DE MI AMIGA (1987).
Si el cine fuera antropología y psicología, que lo es, tendría que poner una estatua a Rohmer, el mejor retratista de la ambigüedad humana.
ResponderEliminarEsa merecida estatua yo la colocaría al lado de la erigida a Woody Allen en Oviedo. Dos cineastas geniales con un profundo conocimiento de la condición humana y una diáfana manera de transmitir su "discurso" (con formulaciones cinematográficas diferentes, claro).
EliminarWoody busca más el entretenimiento y el agradar a mucha gente. En ocasiones, se queda en la superficialidad. Rohmer nunca se movió en el mainstream y fue siempre fiel a sí mismo. Nunca rodó con grandes estrellas ni le interesó el cine de Hollywood.
EliminarCreo que Allen ha buceado en el ser humano tanto como en su momento pudo hacerlo Ingmar Bergman (disculpa la boutade, pero SONATA DE OTOÑO bien pudo haberla rodado nuestro amigo Woody). La diferencia entre el sueco y el de Manhattan es que el segundo utiliza en sus películas un excipiente que hace más tolerables las píldoras que nos suministra. En cuanto a su relación con Hollywood yo diría que siempre ha sido nula. Es lícito desear llegar al mayor número posible de espectadores. Sin ir más lejos, Hitchcock procuraba encontrar elementos narrativos "legibles" por el gran público (y los hallaba) sin renunciar a sus intenciones ni disminuir el alcance de los contenidos. Como apuntaba en el otro comentario, no pretendo hermanar en estilo a Rohmer con Allen pero el cine de ambos ha transitado en la misma dirección por vías diferentes.
EliminarCierto. Aunque yo subrayo las diferencias de ambos. A mi parecer el estilo naturalista de Rohmer, casi invisible tras la cámara, lo sitúa entre los grandes maestros del cine. Cierto que Allen comparte con Bergman puntos de interés y enfoques sobre lo humano, pero la polisemia significativa de Bergman o de Rohmer, a mi juicio, está muy por encima del sobrexplicación y evidencia semiótica de Allen. Allen nunca hubiera rodado “Persona” o “La coleccionista”, sin ir más lejos. La narrativa americana está marcada por el dogma del entretenimiento y el unívoco sentido del signo. Y no le resto méritos a Allen, pero la potencia significativa de los films de Bergman o de Rohmer a mi juicio es superior.
EliminarSaludos, Teo.
Esta película está entre las tres que más me gustan de Rohmer, un director de una asombrosa pureza narrativa. Las otras dos podrían ser "Mi noche con Maud" y "El rayo verde". Pero hay más que me gustan tanto con estas, así ¿qué razón hay para elegir?
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bien por esos tres títulos. Pero tratándose de la filmografía de Rohmer, tú lo reconoces, resulta difícil y excluyente quedarse solo con tres.
EliminarUn saludo.
Siempre he sentido verdadera debilidad por el cine, (y los guiones), de Éric Rohmer. Por supuesto, no me parece lento, farragoso, pedante, ni muchas de las lindezas de las que en su día fue acusado. Para mí, sus películas son como "trozos de vida" luminosamente presentados.
ResponderEliminarTambién me parece remarcable que en su larga carrera, incluso a una edad muy avanzada, su capacidad de observación a través de una cámara se mantuviera fresca y lúcida.
Saludos.
Las criaturas de Rohmer (casi siempre siendo abordadas en momentos vacacionales) se mueven marcando el desarrollo con esos diálogos, gestos, movimientos de aparente inutilidad, en suma, sus relaciones compuestas de pequeños detalles que van completando un juego que aporta los elementos de juicio que necesitamos para conocerlas mejor. Sí, claro, trozos de vida.
EliminarUn saludo.
Interesante observación sobre el final de la película, otra de mis favoritas de Rohmer y una de las más perfectas y lúcidas.
ResponderEliminarSaludos.
La quinceañera Pauline, en su trato con los adultos, ha "aprendido" durante ese final de verano en la playa. Por tanto, el contagio era inevitable.
EliminarUn saludo.
Yo soy muy de Rohmer, me hipnotizan sus películas con esa naturalidad en la puesta en escena y en los diálogos. Esta película es una de sus mejores. Han nombrado por arriba mi favorita: "Mi noche con Maud", con esa estructura tan usada por el director, pero que no cansa, al revés: cada vez que la ves en pantalla gusta más.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, la verdad es que no me inspiraría confianza alguien a quien no le gusten las películas de Éric Rohmer. Su “estilo”, inconfundible e inutilmente imitado por otros, casi siempre funciona como un espejo revelador de la complejidad de las relaciones humanas. Y lo consigue mediante una cámara lisa y sin impurezas, como el vidrio que se utiliza para la fabricación de ese espejo.
EliminarEn cuanto a MI NOCHE CON MAUD, a la que en su día dediqué un post en este blog, supongo que es la película de Rohmer que más me interesa a juzgar por las veces que ha sido visitada por el que suscribe. Pero reconozco la dificultad de sustraerse a la seducción que producen, por mencionar solo unos títulos, LA RODILLA DE CLAIRE, EL RAYO VERDE, CUENTO DE PRIMAVERA, PAULINE EN LA PLAYA... En fin, al respecto ya le respondía con ironía a Inma Santillana hace unos días en los comentarios dedicados a CUENTO DE VERANO.
Un saludo.