YO VIGILO EL CAMINO (I Walk the Line)

(USA) Columbia / Frankenheimer-Lewis / Halcyon / Atticus, 1970. 97 min. Color. Panavision.

Pr Ej: Edward Lewis. Pr: Harold D. Cohen. G: Alvin Sargent, basado en la novela "An Exile" de Madison Jones. Ft: David M. Walsh. Mt: Henry Berman y Harold F. Kress. DA: Albert Brenner. Vest: Lewis Brown. Ms y Can: Johnny Cash. Dr Ms: Robert Johnson. Dr: John Frankenheimer.

Int: Gregory Peck, Tuesday Weld, Estelle Parsons, Ralph Meeker, Charles Durning, Lonny Chapman, Jeff Dalton, Freddie McCloud, Jane Rose.







SINOPSIS: El sheriff de una pequeña población de Tennessee, hombre de mediana edad honesto y sosegado con esposa y una hija, conoce a una turbadora y aparentemente ingenua adolescente, miembro de una familia que se dedica a la destilación clandestina de whisky, de la que se enamora perdidamente. Esta postrera pasión llega a ser arrolladora y le empujará a una situación límite cuando se entera de que ha sido utilizado.






COMENTARIO: El grisáceo purgatorio de la resignación a medias, del vacío y el hastío, del fracaso cotidiano, es momentáneamente iluminado por la tardía e inesperada llegada de un último tranvía al que el protagonista de esta historia, el sheriff Tawes, un hombre bueno, se aferra con desesperación en un patético esfuerzo por subirse y escapar de la mediocridad acogotante, de la vida sin sentido. Las poderosas imágenes del film, cargadas de emoción y enriquecidas con las baladas de Johnny Cash punteando la historia, saben transmitir con noqueante fuerza esa sensación angustiosa y terrible.

Estamos seguramente ante la mejor, la más inspirada realización de John Frankenheimer (para mí, lo es) en la que cabe destacar, además, la estremecedora composición llevada a cabo por un Gregory Peck inusualmente implicado y sincero, llegando, por momentos, a colocarnos un nudo en la garganta (el rostro congestionado y anhelante, un grito agónico llamando a Alma y una desesperada y arrasadora carrera tras el espejismo irremediablemente perdido). Finalmente, en un cierre desolador de la película, la cámara se detiene ante rostros vaciados, congelados, de los que esperan la muerte biológica sentados en el porche. 

5 comentarios:

  1. Cuando vi la película me dejó sensaciones contradictorias. Cierto es que iba con grandes expectativas, intuyendo que me iba a encantar y me llevé una pequeña decepción.
    La historia es triste, trágica y amarga; eso el director lo ha logrado con creces. Y la interpretación de una jovencita Tuesday Weld aporta una gran naturalidad. Sin embargo, he encontrado algo envarado y, en ocasiones, forzado a Gregory Peck.
    Por otra parte, me esperaba encontrar algo más de calado en los personajes. Creo que el director podía exprimir mucho más de ellos en vez de retratar durante largo rato los paisajes y el entorno; de Peck se intuyen muchas cosas sin necesidad de expresarlas, pero me esperaba una mejor definición de los personajes de Weld (que, a la postre, sólo sirve como títere y señuelo por un lado y como amor loco por otro) y, sobre todo, del personaje de Estelle Parsons. El resto creo que sirven más como caricaturas que como personas de carne y hueso.
    No es una mala película, ni muchísimo menos, pero creo que se podía haber sacado más partido de la historia.
    Abrazos.

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    1. Bueno, Miriam, como supongo que habrás leído la breve reseña que hago de esta peli, no voy a insistir en exteriorizar mi pasión desmedida (porque queda diáfano) por YO VIGILO EL CAMINO. Bueno, sí, te diré que es una de las películas que más me han afectado como espectador a lo largo de mi vida (hay unas cuantas y esta es una de ellas). Cada vez que vuelvo a verla continúa emocionándome hasta extremos que me resulta difícil de explicar. Ya sabes, lo que nos transmiten las películas es siempre muy subjetivo.
      Según percibo los personajes, creo que están bien definidos, incluso con detalles que pueden parecer insignificantes y que, por ejemplo, afectan a su físico, a su manera de moverse o de reaccionar en una conversación. En cuanto a la insistencia en mostrarnos el paisaje, el entorno, tiene a función, digamos, de "atmosferizar" la historia contribuyendo a ubicar a esos seres humanos en un contexto rural, decrépito y condicionador, un "exilio" como diría una canción de Johnny Cash.
      Aunque cuando leí tu comentario mi primera reacción fue cortarme las venas, luego recapacité y ahora te agradezco tu opinión sobre el film de Frankenheimer que por chocar frontalmente con la mía, me ha hecho "reaccionar" que siempre viene bien.
      P.D.- La "jovencita" Tuesday Weld (maravillosa en esta película) tenía veintiocho añitos cuando la rodó.

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    2. Caray! pues yo a la Weld en aquella película no la echaba más de veinte o veintipoquitos.
      Perdona la franqueza pero no te preocupes, ya sabes que para gustos existen toda una gama de colores y, en el caso de películas, existen muchas más que los colores (je je). Que sepas que a la inversa también a mí me gusta saber que hay personas que no me importa que me den sus opiniones distintas. Como dicen los franceses 'vive la différence'.
      Seguro que tienes razón en cuanto a que el paisaje ayuda a captar la atmósfera de la película. Mira, no me había fijado, me alegro que me lo digas pues para que veas que yo también meto la pata.
      Prometo darle un nuevo visionado.
      Abrazos!

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  2. Es una película que merecería mayor repercusión. Me parece estupenda. Existen fisuras, desde luego, pero yo diría que es consecuencia del guión. Admiro mucho a John Frankenheimer por algunos de sus trabajos que han quedado tatuados para siempre en la memoria, como "El hombre de Alcatraz", "El mensajero del miedo" o "Siete días de mayo". Frankenheimer fue uno de los integrantes (me gusta decirlo) de la que vino a llamarse Generación de la televisión, junto a Sidney Lumet, Sydney Pollack, Robert Mulligan o Alan J. Pakula, todos estupendos directores. Menuda generación surgida de los tiempos de oro de aquel medio. Hoy, en mi opinión, el mejor cine se hace en algunas series de televisión. Bueno, es que ahora las series están comiéndole el terreno a las películas.
    Es un placer pasearse por tu blog. "Hay películas que te salvan la vida", dijo una vez José Luis Garci. Hablar y escribir de cine, también.
    Un cordial saludo.

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    1. En su día, esta película me causó tal impacto emocional que he de confesar que hasta ahora, en la media docena de visionados que acumulo, no he sabido detectar esas fisuras de guión. Su empaque narrativo me lo impide.
      Menudo grupo de cineastas nos dio aquella televisión cuasi pionera. A Martin Ritt podríamos considerarle como su hermano mayor y a Delbert Mann como el miembro que más rápidamente se disolvió en la irrelevancia.
      P.D.— Disculpa la tardanza en responder a tu comentario.
      Un saludo.

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