LOS VIKINGOS (The Vikings)
(USA) United Artists / Bryna / Curtleigh, 1958. 116 min. Color. Technirama.
Pr Ej: (sin acreditar) Kirk Douglas, Tony Curtis, Janet Leigh y Lee Katz. Pr: Jerry Bresler. G: Calder Willingham y Dale Wasserman, basado en la novela "The Viking" de Edison Marshall. Ft: Jack Cardiff. Mt: Elmo Williams. DP: Harper Goff. Ms: Mario Nascimbene. Dr: Richard Fleischer.
Int: Kirk Douglas, Tony Curtis, Ernest Borgnine, Janet Leigh, James Donald, Alexander Knox, Frank Thring, Maxine Audley, Eileen Way, Edric Connor, Dandy Nichols, Almut Berg, Orson Welles (voz del narrador).
A todo ello, añadir una soberbia dirección de actores que aprovechó con eficacia el lado bestia de Kirk Douglas (impagables momentos en la prueba del hacha con la rubia adúltera), el repentino brillo animal en los ojos de Ernest Borgnine cuando empuña la espada dispuesto a saltar en el foso de los lobos, sin olvidar la sabia utilización del turgente físico de Janet Leigh (tanto Welles antes en SED DE MAL, como Hitchcock después en PSICOSIS, utilizaron ese potencial de la actriz) . En suma, estamos ante una redonda, fascinante obra maestra de seminal imaginería, un espectáculo total y la más apabullante prueba del prodigioso talento del autor de DUELO EN EL BARRO.
Lo describes de una forma muy poética. A Kirk Douglas le hubiera encantado tu comentario porque según he leído, adquirió los derechos de la película, a través de su productora "Bryna" y se trasladó a Noruega (donde se rodaron los exteriores) junto a Tony Curtis, Janet Leigh, Ernest Borgnine y el director de fotografía Jack Cardiff; pero el presupuesto asignado no llegaba y tuvo que poner de su bolsillo algo más de un millón de dólares.
ResponderEliminarJack Cardiff, tuvo que crear un sistema especial de protección de las cámaras, por los numerosos dias de lluvia en las costas noruegas, para conseguir disimular su efecto.
Se construyó una flota de barcos vikingos, siguiendo fielmente los modelos exhibidos en el Museo marítimo de Oslo y uno de ellos fue llevado al puerto de Nueva York por siete marineros, que cruzaron el Atlántico, para el estreno de la película.
Creo que valió la pena todo el esfuerzo, por el resultado conseguido.
Veo que estás muy bien documentada respecto a los avatares de la producción de esta película. Y sí, Kirk Douglas se implicó mucho con LOS VIKINGOS, confiando plenamente en la pericia de Fleischer con el que ya había trabajado cuatro años antes en 20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO.
EliminarPor cierto, respecto a la película, olvidaba reseñar algo curioso y que me parece, incluso, una opción arriesgada para la época en que se rodó. Me refiero a ese desprecio olímpico de las reglas del star-system haciendo que las dos estrellas que encabezaban el reparto, Douglas y Curtis, imanes para la taquilla de entonces, aparecieran casi desde el principio de la película con graves mutilaciones (a Douglas le arrancan un ojo y le desfiguran el rostro y a Curtis le amputan una mano).
Sobre Richard Fleischer decir que me parece un realizador claramente infravalorado a pesar de su relativa fama. Creo que merece mucho más reconocimiento, aunque no llega, quizá, según mi humilde parecer, al top de "grandes ninguneados" al ser el que suscribe un acérrimo "tourneuriense".
ResponderEliminar"Los Vikingos" es una maravilla de principio a fin y uno de los aspectos de la película que me gustaría destacar es el odio que logran transmitir Douglas y Curtis en el film (se matan con la mente durante todos sus encuentros).
Saludos guzzeros.
Durante décadas nombres como Anthony Mann, Budd Boetticher, Henry Hathaway, Delmer Daves, Richard Fleischer o tu admirado Jacques Tourneur fueron considerados en la industria de Hollywood con el consenso de la práctica totalidad de una crítica comodona en el inmerecido nivel de simples "artesanos todoterreno". Tuvieron que venir los muchachos de "Cahiers" para rescatarlos de ese limbo en el que los habían colocado.
EliminarEn cuanto a tu observación sobre el odio que rezuman las miradas entre Einar y Erik, es cierto. Mérito de una sabia dirección de de actores.
Un saludo.
Una gran obra maestra, esos años de Fleischer son gloriosos. Otra que me fascina de entonces es "Impulso criminal", senda de estudio criminal que seguirá el director con "El estrangulador de Boston" y "El estrangulador de Rillington Place". Pocas películas de aventuras hay a la altura de "Los vikingos", me viene a la cabeza otro soberbio film contemporáneo, "El salario del miedo", pero es difícil hallar cotas como la de Fleischer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo prodigioso en LOS VIKINGOS, lo que la convierte en una obra mayor, es cómo Richard Fleischer maneja y conjuga todos esos elementos que conforman el género de aventuras insertándolos armónicamente en un universo fidedigno, el de los guerreros del norte, sus creencias, sus costumbres, su ardor, su violencia, su furia y su humor. Todo ello, narrado con las vigor y las características que necesitaba una historia épica y también, en cierto modo, crepuscular (con la muerte de Einar y su funeral parece intuirse el final del esplendor vikingo y tal vez el inicio de su declive). Maravillosa película en cualquier caso.
EliminarDisculpa, Gonzalo, si no he pillado las concomitancias entre la película que Clouzot rodó en 1953 y la de Fleischer.
Un abrazo.
Me refiero a la película de Clouzot y a la de Fleischer como cumbres del cine de aventuras de los años cincuenta y de la historia del cine en general.
EliminarUn abrazo, Teo.
De acuerdo contigo: una obra maestra. Con secuencias ya mitológicas. Has nombrado una: el juego saltando por los remos. Por lo visto Kirk Douglas no quiso que lo hiciera un doble, así que se lanzó él desafiando las heladas aguas.
ResponderEliminarCon relación a la mitología nórdica, es significativo el guiño final cuando Einar y Eric se enfrentan en un duelo a muerte. Uno está tuerto y el otro manco, es decir, los dos combaten a imagen y semejanza de Odin y Tyr, los dioses de la guerra.
Saludos!
Hola, Ethan!
EliminarLa vehemencia de Douglas como actor y también su perfeccionismo como productor, a veces (no siempre) beneficiaba el resultado de algunas de sus películas. La mencionada secuencia de los saltos sobre los remos es un gozoso ejemplo que aporta fisicidad y "verdad" a ese momento.
En cuanto a esa referencia a la mitología nórdica implícita en el duelo final, debo confesar que se me pasó por alto por ignorar, hasta el momento en que me lo revelas, las características del dios Tyr.
Un saludo.