BEN-HUR

(USA) MGM, 1958-59. 224 min. Color. Camera 65 (2.75:1).

Pr: Sam Zimbalist. G: Karl Tunberg (Gore Vidal, Maxwell Anderson y Christopher Fry, no acreditados), basado en la novela de Lew Wallace. Ft: Robert L. Surtees. Ft ad: Harold E. Wellman y Piero Portalupi. Mt: Ralph E. Winters, John Dunning y Fredric Steinkamp. DA: Vittorio Valentini, William A. Horning y Edward Carfagno. Vest: Elizabeth Haffenden. Dr 2ª Unidad: Andrew Marton, Yakima Canutt, Mario Soldati y Sergio Leone. Dr 3ª Unidad: Richard Thorpe. Son: Franklin E. Milton. EE: Arnold Gillespie, Lee LeBlanc y Robert R. Hoag. Ms: Miklos Rosza. Dr: William Wyler.

Int: Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe, Finlay Currie, George Relph, Frank Thring, Terence Longdon, André Morell, Marina Berti, Robert Brown, Ady Berber, Mino Doro, Ralph Truman, John Le Mesurier, Duncan Lamont, Giuliano Gemma, Ferdy Mayne, Remington Olmsted.

Posado promocional de Charlton Heston encarnando a Judá Ben Hur.
 
Otro tanto en el caso de Stephen Boyd metido en el rol de Messala.
Ben Hur con su hermana Tirzah (Cathy O'Donnell), su madre Miriam (Martha Scott) y Esther (Haya Harareet) hija del viejo Simonides (Sam Jaffe).
Una amistad que parecía inquebrantable, la del romano Messala y el judío Ben Hur.
Un romance interclasista, el de Ben Hur y la joven Esther, saboteado por una teja  desprendida en el peor momento.
La interesada manipulación de la verdad por parte del pérfido y despechado Messala sume en la desgracia a los miembros de la Casa de Hur.
Ben Hur es condenado a galeras de por vida (no muy larga para quienes sufren este castigo).
Llega el día en que la flota romana es atacada por piratas fenicios.
El cónsul Quintos Arrio (Jack Hawkins) es salvado de las aguas in extremis por Ben Hur que remaba en su nave durante la batalla naval.
Quinto Arrio, agradecido, decide "adoptar" como hijo al valeroso Ben Hur y se lo lleva a Roma.
Quinto Arrio entrando en Roma tras vencer a los piratas marítimos.
En su inesperada nueva vida en Roma, Ben Hur conoce a Flavia (Marina Berti), una patricia claramente enamorada de él.
Quinto Arrio presenta en sociedad a su nuevo "hijo".

SINOPSIS:
En tiempos de Cristo, en Palestina, un noble y próspero comerciante judío es víctima del resentimiento del que fuera su antiguo compañero de juegos y mejor amigo, un joven romano convertido ahora en un orgulloso militar empe­ñado en terminar con la resistencia judía a la ocupación romana. Acusado en falso, expoliado de sus bienes, su familia encarcelada y él condenado a galeras, nuestro hombre sobrevivirá a calamidades, torturas, batallas y naufragios para regresar final­mente a su tierra y vengarse del romano, utilizando como instrumento una decisiva carrera de cuadrigas.

Cuando Poncio Pilatos (Frank Thring) es designado gobernador de Judea, antes de partir hacia esa levantisca provincia mantiene una breve entrevista con Ben Hur.
El sheik Ilderim (Hugh Griffith) se ha fijado en Ben Hur y conoce su deseo de venganza hacia el romano, por eso le propone participar en la carrera que se celebrará en Jerusalem, aportando magníficos sus corceles blancos
Una imagen de Baltasar (Finlay Currie) que tras su visita al recién nacido en Belén, ha dedicado su vida a volver a encontrarse con él.
Se inicia la ceremonia que da comienzo a la carrera de cuadrigas en la que tanto Roma como Judea se juegan mucho a nivel político.
Ha comenzado la competición y en la arena del circo no existen leyes.
Ben Hur conduciendo su cuadriga con unos corceles sabiamente adiestrados.
Messala está dispuesto a ganar esa carrera a cualquier precio.
En la última vuelta, ambos contendientes a la par... pero algo va a ocurrir.
Poncio Pilatos corona al vencedor de la carrera no sin cierto disgusto, naturalmente. 
El noble Judá Ben Hur, posando con el laurel
Messala, con el cuerpo destrozado tras su caída en la carrera, es visitado por Ben Hur en la enfermería. Sus últimas palabras siguen siendo de odio hacia el judío.
Esther lleva a Ben Hur hasta las cuevas de los leprosos donde se encuentra con su madre y hermana a las que saca de ese lugar. 
Tras los años de sufrimiento y rencor, la muerte de Jesús en la cruz toca conciencias.

COMENTARIO:
Allá por la segunda mitad de los años cincuenta del pasado siglo, la televisión ya constituía una seria amenaza para las salas de cine y de ahí que la industria cinematográfica se viera empujada a una especie de huida hacia adelante para recuperar espectadores. Se dispararon los presupuestos, se agrandaron las pantallas con los nuevos formatos (VistaVision, Cinerama, 70m/m, sonido estereofónico) y cuantos alicientes fueran necesarios para configurar un gran espectáculo que indujera al público a despegar el culo de su sofá y llevarlo hasta la butaca de un cine.

En este escenario, a principios de 1958 comenzó la gestación de BEN-HUR (nueva versión de la rodada en 1925 a las órdenes de Fred Niblo), una ambiciosa y mamotrética superproducción en la que la Metro quiso echar el resto intentando llegar más allá, tanto en los aspectos estrictamente espec­taculares como en el toque de "calidad" que quisieron dar al producto. Así, un director de prestigio con probada capacidad técnica sería -pensaron- el encargado de llevar a buen puerto todo el complicado tinglado. Y dieron luz verde a un valor seguro, el veterano William Wyler. Pero lo cierto es que la labor del realizador no sobrepasó en ningún momento el nivel de un concienzudo y muy calibrado trabajo artesanal de perfecto acabado y gran eficacia emocional. Naturalmente, era lo que se pretendía y como ejemplo, entre otros, ahí están la dureza del episodio de las galeras y las dramáticas escenas de la búsqueda de la madre y hermana leprosas de Ben-Hur y su encuentro  con ellas en el lazareto.

Ahora vamos a ocuparnos de los grandes aciertos de la película, que los tiene. Para la Historia han quedado una inspiradísima partitura a cargo del gran Miklos Rozsa, especialista en poner música a producciones de este género, y la impresionante y espectacular secuencia de la carrera de cuadrigas, verdadero plato fuerte de la función (en opinión de quien esto escribe, uno de los momentos cumbre en los anales del cine-espectáculo), realizada sin trucos y con un realismo electrizante (durante su rodaje se produjeron gravísimos accidentes) por el bregado y muchas veces anónimo Andrew Marton, ayudado por el legendario y un tanto suicida Yakima Canutt y su hijo. Ah! si queremos sacarle punta a algunos contenidos subterráneos de la historia que nos cuentan, hay que prestarle mucha atención al sadomasoquista love story entre Ben-Hur y Messala. Creedme, da bastante más juego que el mucho más previsible del primero con Esther.

NOTA: En los Oscars de 1959, BEN-HUR arrasó llevándose nada menos que once, a saber: película, director, actor, actor secundario (Hugh Griffith), fotografía, música, montaje, efectos especiales, dirección artística, vestuario, sonido.

19 comentarios:

  1. No me queda muy claro en tu comentario sobre la peli si a ti te parece una gran película o no tanto... Para mí es un peliculón. Da igual las veces que la haya visto, siempre que la pillo en algún canal acaba enganchádome. Es de esas películas que vi por primera vez siendo una niña y te dejan impactada para siempre. Recuerdo que una de las escenas que más me sobrecogían es cuando Ben Hur descubre a su madre y a su hermana en aquella cueva para los leprosos. Por supuesto la escena de la carrea de cuádrigas también me impactó muchísimo. Y me gustan todas las historias que se entrecuzan. La amistad y luego el odio entre él y Mesala, lo de su historia de amor como comprenderás en aquella época de mi infancia me pasó desapercibida, la historia con su padre adoptivo...tantas escenas que se quedaron para siempre grabadas en mi memoria cinéfila... La música, el color... Lo dicho, cine de verdad y sin fecha de caducidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Según lo veo, BEN-HUR es una película grande, pero no una gran película. No niego su importancia dentro de la Historia del cine y ahí están para demostrarlo algunos segmentos de la cinta que significaron verdaderos hitos en la superación del cine como gran espectáculo. A mí la película también me engancha cada vez que la emiten por televisión, e incluso me gusta más hoy que hace cincuenta años, en mi caso, tal vez porque no comulgo demasiado con el actual panorama, con la actual concepción que se tiene del cine para masas, esa nueva narrativa que marea más que informa. Por ejemplo, en su día, GLADIATOR me produjo grima y no hablemos de la nueva y lastimosa versión de BEN-HUR que se rodó en 2016, dirigida por Timur Bekmambetov.

      Eliminar
  2. Hola, Teo. Otra excelente elección para estas fechas. Yo intento revisitar de vez en cuando tanto ésta como "Quo Vadis" o "Lo que el viento se llevó", que son los peliculones por excelencia y magnitud. No sé, entiendo que haya gente que las vea demasiados pomposas, pero a mí me gustan y tienen repartos fantásticos. Por otra parte, esa espectacularidad es, en verdad, cine, sobre todo porque se hacía todo de manera artesanal, no como ahora con la artificiosidad de lo digital, creando efectos que tiran para atrás la credibilidad, ya que la inmediatez y facilidad de realización a veces hace que se conformen con cualquier cosa (aparte, como digo, de los repartazos de antaño).
    Lo que quiero decir es que entiendo los pros y los contras de este tipo de obras magnas, pero yo siempre preferiré que le den 11 Oscars a un "Ben-Hur" que a un "Titanic" (que vergüenza ajena me dio la comparación oscaril).
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Belén. Supongo que algunos pensarán (puede que acertadamente) que todo se reduce a una cuestión generacional. No se le puede pedir (aunque yo lo haría) a un jovencito o jovencita de 20 abriles que se siente a ver LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, CASABLANCA, LOS 10 MANDAMIENTOS o la que ahora nos ocupa. Ellos tienen "su" cine que puede ir desde la saga de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y la saga CREPÚSCULO a la trilogía de AVATAR, pasando por LOS MERCENARIOS 4. Tal vez, estos títulos dentro de treinta años representen para ellos la nostalgia de su adolescencia. Quién sabe cómo y con qué se emocionarán los espectadores del año 2043...!
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Al igual que a Inma, me da la impresión de que le pones ciertas objeciones a la cinta y supongo que, como experto, puede que así sea pero para mí como imagino que para la gran mayoría resulta ser esa gran producción Hollywoodense que sigue enganchando y emocionando a partes iguales. La maravillosa música de Miklos Rosza tiene mucha culpa y esas escenas íntimas de Ben-Hur con Esther... y por supuesto el reencuentro de los dos amigos, los diálogos tan potentes (lo que hubiera entre ellos queda a nuestro juicio), las dos lanzas que se clavan en el crucero de las vigas, el abrazo y la alegría. Luego el odio, el resentimiento y la venganza..y si nos detenemos en la secuencia de las galeras, Quinto Arrio, y la famosísima escena de la carrera de cuadrigas... ahí ya se sale. Y tiene un mérito indiscutible.
    La he disfrutado muchas veces y sigue teniendo interés aunque sea un cine que ya no se hace, al menos de esa manera, rezumando realidad, antes de que llegara la era digital. Un trabajo espléndido de un director como William Wyler. Y Heston cumple con fuerza y aplomo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A los méritos estrictamente cinematográficos de títulos como BEN-HUR, a su potente narrativa (no necesariamente innovadora), se une el paso del tiempo, la escasa conexión de los de mi generación con el cine comercial que se rueda ahora, el factor nostalgia, en fin, todos esos componentes que, ya digo, se agregan a la película en cuestión haciéndola más atractiva, más apetecible, engrandeciéndola, porque es como una parte importante de un mundo que perdimos con los mejores años de nuestra vida. Con la perspectiva el paisaje nos parece otro.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Aurora R. Martín5 de abril de 2023, 21:15

    La película resulta muy bonita y muy emocionante y consigue que se me encoja el corazón en muchos momentos. Leyendo tu post me he quedado sorprendida al enterarme de que la mejor y más famosa secuencia de "Ben-Hur" no estuviera dirigida por William Wyler. Me imagino que esas escenas se las encargan a gente bregada y especializada. Lo de Mesala con Ben-Hur en algunos planos resulta muy evidente pues Stephen Boyd le mira como un enamorado y le brillan los ojos. Lo he comprobado volviendo a ver algunas escenas de ellos dos, sobre todo al principio, antes de la caída de la teja.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, la carrera de cuadrigas fue rodada por Andrew Marton y por los Yakima Canutt (padre e hijo). Tardaron varios meses en prepararla y rodarla, un especialista resultó gravemente herido y a Stephen Boyd se le gangrenaron los dos antebrazos despellejados por las bridas de cuero y estuvo al borde de la muerte. Y ese escalofriante salto de la cuadriga de Ben-Hur sobre los restos de otra no estaba previsto, fue una reacción de supervivencia del doble en esos momentos de Heston, Yakima Canutt Jr. Luego filmaron un plano cercano con Charlton Heston para poder montar e integrar ese momento en la carrera. En fin, toda una epopeya. Eso ahora sería impensable.
      En cuanto a lo del matiz homosexual de Messala con su amigo, me alegra que lo hayas "pillado" porque creo que ahí está.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Estoy de acuerdo con Teo en que si exceptuamos la acojonante carrera de cuádrigas, lo que da más sabor a la historia que nos cuentan en "Ben-Hur" es esa inclinación claramente homosexual de Mesala hacia su amigo de la infancia. También resulta curioso que otro personaje de la película, Quinto Arrio, se sienta igualmente atraído por Ben-Hur desde el primer momento en que repara en él, aunque en este caso predomine el sentimiento "paternal".
    Una película muy interesante aunque presumo que no todos sus atractivos estaban previamente en la mente de sus productores.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja! Veo que básicamente esta tertulia en torno a BEN-HUR ha acabado centrándose en la orientación sexual (no asumida) de Messala (bueno, veo que tampoco se libra de ser salpicado por las sospechas el mismísimo Quinto Arrio). Así, insistiendo en el tema, para certificarlo, recuerdo que en la película el joven Messala rechaza con cortesía el noviazgo con Tirzah por la que no está en absoluto interesado. Más tarde, viene la dramática ruptura de los dos amigos con la "ejemplarizante" condena de Judá Ben-Hur a las galeras y el encarcelamiento de su madre y hermana. Pues bien, han trancurrido un par de años y en la siguiente escena en la que aparece Messala, le vemos en paños menores en una sauna rodeado de amigotes de la misma guisa. Concluyente: parece ser que las mujeres no son su debilidad.
      Un saludo.

      Eliminar
  6. "Ben-Hur", clasicazo donde los haya. Para mi gusto una película un poco aparatosa, donde creo que se enfatiza el componente religioso en ciertos momentos. Y, sin embargo, la película contiene grandes aciertos, como por ejemplo las escenas en las que aparece Jesús y nunca se le muestra el rostro. Chapeau! resulta mucho más interesante sugerir su presencia que mostrar su rostro.
    Por otra parte, tengo que reconocer que Charlton Heston nunca ha sido santo de mi devoción, y en esta película lo veo en ocasiones un poco soso. Al contrario sucede con Stephen Boyd, que lo hace de fábula.
    Por lo demás, una buena película que, para una servidora, nunca supera los rígidos límites de una superproducción.
    De Wyler me parecen bastante superiores a ésta "El coleccionista", "La heredera", "La carta", "Los mejores años de nuestra vida" y, sobre todo, esa joya titulada "La loba".
    Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, BEN-HUR tiene un componente religioso muy recargado. De hecho, ya quedaba claro en la frase que acompañaba siempre al título y que figuraba debajo como un subtítulo: "Una historia de los tiempos de Cristo". En el desarrollo de la película se establece un "vidas paralelas" entre la de Jesús y la de Judá Ben-Hur.
      Charlton Heston, especialista en personajes épicos, se llevó el Oscar aquel año, pero Stephen Boyd siendo candidato se quedó sin él habiéndonos dado un Mesala cargado de matices y sugerencias, un personaje mucho más complejo que el de su colega Heston.
      Para mí, la mejor de Wyler es LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA Desde luego, sus melodramas con Bette Davis eran soberbios. En cambio, EL COLECCIONISTA está lejos de gustarme. La encontré muy académica.
      Un abrazo

      Eliminar
    2. El efecto que causó en tí hace unas semanas mi opinión sobre la película "Yo vigilo el camino", me acaba de suceder a mí con lo que tú comentas a propósito de "El coleccionista". Casi me da un síncope. Por lo cual tengo que tengo que decir que no la encontré académica en absoluto. Me parece que ofrece una gran cantidad de matices, no sólo en el desarrollo de la historia sino sobre todo en ambos protagonistas -que están, en mi opinión, espléndidos-. Quizá lo único de la película que me resulta discordante con el resto es el final. Por lo demás, me parece magnífica.
      Totalmente de acuerdo contigo en cuanto al trabajo de Stephen Boyd con su personaje, sugestivo, logradísimo, realmente espléndido. Un Mesala grabado para siempre en nuestra memoria.
      Por último añadir una apreciación: el tándem Wyler-Davis dio como resultado unas películas prodigiosas. Lástima que la relación entre ambos acabara de mala manera.
      Abrazos!

      Eliminar
    3. Sería un muermo si estuviéramos siempre de acuerdo ¿no crees?. Hace ya unos años que no reviso EL COLECCIONISTA, pero para ser exacto te voy a reproducir aquí el breve comentario que publiqué en su día en la Guía Movie Movie y que me sigue pareciendo válido, aunque entonces era más joven e inconsciente.
      "Película de suspense claustrofóbico con muchas pretensiones en su diseño y escaso riesgo en su ejecución, refugiada en un asegurador academicismo formal y unos recar­gados diálogos que, lejos de agregar fuerza al drama, contribuyen a artificializar las situaciones. Situaciones, por otro lado, cuidadosamente recortadas para que nunca arañen el fondo. La amanerada actuación de Terence Stamp, tampo­co ayuda".
      Espero, Miriam, que esta reseña que escribí hace más de veinte años no me condene a los infiernos. Desde entonces solo he vuelto a verla una vez más y de esto, como te decía, hace ya bastante tiempo. No recuerdo que ese segundo visionado contribuyera a mejorar mi opinión sobre ella.
      Creo que Almodóvar llegó con una historia parecida en su ÁTAME! allí donde William Wyler no supo, no pudo o no le dejaron. Por eso ni que decir tiene que la del manchego, como una especie de "remake" muy libre, me gustó mucho más que la de Wyler.

      Eliminar
    4. Tranquilo, no estás condenado, yo te absuelvo (je je je). Es broma.
      Pues sí, tienes toda la razón del mundo y además así podemos contrastar las diferentes opiniones, que resulta en definitiva mucho más interesante.
      La película de Almodóvar es interesante, qué duda cabe, pero... ciertos momentos me parece que sobran, como toda la parte en que aparecen Rossy de Palma o Loles León. Además, también he de reconocer que el cine de Almodóvar no me gusta demasiado, exceptuando esa maravilla que es "Hable con ella", que curiosamente no me parece del estilo característico de este cineasta.
      Yo me sigo quedando con la peli de Wyler. Respeto tu opinión, por supuesto, pero en este caso lo siento, no la comparto. "El coleccionista" me parece superior a "Átame", pese a que ésta es una película que se sigue con interés y cuenta con una estupenda Victoria Abril y una breve aparición del gran Francisco Rabal.
      Abrazos!

      Eliminar
  7. Las pelis de romanos, son una de mis debilidades, quiza sea por la puesta en escena, las luchas en el circo romano, los modelazos de ellas, (recuerdo los postizos que me llevaba Deborah Kerr en “Quuo Vadis”, esa cascada de melena pelirroja) y las túnicas con esa especie de cintas alrededor del pecho, las sandalias romanas de tiras (tengo varias y quedan muy sexys y cómodas) a mí es que me encanta esa estética en la ropa de las mujeres romanas, con esas joyas de filigrana y luego los diseños de palacios y las mansiones de los patricios de ostentosa decoración... me encantan. Por ejemplo, “Gladiator”, ya sé que a ti no te gusta, pero yo la disfruté mucho y lo mismo me pasa con “Ben-Hur”. Me da igual la historia que me cuenten, para mí lo importante, lo que me seduce, es esa estética. Pero ya hablando de la película de Wyler, he de reconocer que tiene escenas muy emocionantes como la de la carrera de cuadrigas que es espectáculo puro. En cuanto a lo que aludes de esa relación sadomasoquista entre Ben Hur y Mesala pues no lo había pensado, si esta Semana Santa la emiten, que seguro que sí, me fijaré.
    Hace tiempo me bajé toda la serie ROMA, que no sé si la consideras buena o mala, pero a mí me gustó bastante por todo eso que antes te he dicho del encanto que tienen para mí las pelis de romanos, así como también las que se desarrollan en el siglo XVIII y XIX por los ambientes y el tema de los vestuarios, ya sabes yo como siempre con el Vogue y esos looks de otras épocas.
    ¡¡Buafff!! qué royo te he colocado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me deja patidifuso y a la vez me encanta tu desprejuiciada declaración de principios respecto a las pelis de romanos. De ella se desprende que el argumento es para ti un mal necesario y los personajes meras perchas para lucir peinados y modelazos. No digo yo que no haya "peplums" cuya razón de ser responda únicamente a estas premisas (ahora me da pereza recordar títulos). Pero más allá del virginal y subterráneo erotismo de la Kerr en QUO VADIS, de la exuberante sensualidad de la Taylor en CLEOPATRA (en esa sí que desfilaban modelazos a tutiplén) o de la incestuosa carnalidad de Connie Nielsen en GLADIATOR, todas ellas percepciones subjetivas, más allá digo, hay algo más (bueno, en GLADIATOR, no). Pero, vale, me quedo con tu argumentación que también es una manera de disfrutar de algunas películas.
      Susan, de haber nacido en Roma dos mil años antes, estoy seguro de que habrías hecho muy buenas migas con Petronio. Es más, os habríais asociado para fundar el "HOLA!" romano de la época (que entonces se llamaría "AVE!").

      Eliminar
  8. Pues sí, una película para luchar contra el enemigo del cine que es la televisión y que, paradójicamente, luego se ha emitido en numerosas ocasiones por la caja tonta, en especial en estas fechas, que no falta, igual que "Qué bello es vivir" en Navidad.
    Película enorme, de presupuesto, metraje y premios, con bellas imágenes, con una secuencia espectacular, pero que no deja de ser el "Titanic" de la época.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto, hace setenta años la televisión comenzó a amenazar al cine robándole espectadores, y ahí Hollywood, con todas sus armas, inició una huida hacia adelante tratando de recuperar lo irrecuperable. Hoy ya son las plataformas quienes definitivamente tienen la sartén por el mango. El signo de los tiempos.
      Imagino que la comparativa que estableces con TITANIC es por el esfuerzo técnico que supuso el rodaje de ambas películas y el número de Oscars obtenidos por una y otra.
      Un saludo.

      Eliminar

¡ÁTAME! (Esp) El Deseo S.A., 1989. 99 min. Color. Pr Ej: Agustín Almodóvar. Ft: José Luis Alcaine. Mt: José Salcedo. DA: Esther García. ...