A PLENO SOL (Plein soleil)

(Fr-It) Paris Films / Titanus, 1959-60. 118 min. Color.

Pr: Robert & Raymond Hakim y Goffredo Lombardo. G: Paul Gégauff y René Clement, basado en la novela "El talento de Ripley" de Patricia Highsmith. Ft: Henri Decae. Mt: Françoise Javet. DA: Paul Bertrand. Vest: Bella Clément. Ms: Nino Rota. Dr: René Clement.

Int: Alain Delon, Marie Laforet, Maurice Ronet, Elvire Popesco, Frank Latimore, Ave Ninchi, Bill Kearns, Erno Crisa, Nicolas Petrov. Cameo: Romy Schneider.

Tom Ripley (Alain Delon) y Philippe Greenleaf (Maurice Ronet), dos tipos unidos por una peculiar amistad, disfrutando de una Roma veraniega.
El sibilino Tom ya tiene elaborado su plan de futuro: suplantará a su "amigo" Philippe.
Philippe Greenleaf, un desarraigado bon vivant, huído del lazo familiar, se ha instalado en Europa financiado por su adinerado padre.
Philippe y Marge (Marie Laforet) mantienen una inestable relación sentimental.
La manipulable Marge mantiene una cierta animadversión hacia Tom.
Philippe, el que maneja el dinero, gusta de humillar a su esquinado amigo.
Nuestro Tom no pierde la oportunidad de ir socavando la voluntad de Marge, aprovechando sus cambiantes estados de ánimo en su relación con Philippe.
Se pone sus trajes, reproduce sus gestos e imita su voz.
Tensas cenas a bordo del yate de Philippe.
Tom al timón tratando con dificultad de gobernar la embarcación.

SINOPSIS:
En un momento dado de sus pagadas vacaciones italianas, un individuo amoral y desaprensivo, fragua un minucioso plan para eliminar a su disipado compañero de juergas, a quien envidia, y suplantarle a la hora de cobrar los cheques que su acaudalado padre le envía desde América.

Philippe se entretiene con Marge, una muchacha guapa pero sin talento que se cree su novia.
Una premonitoria partida de cartas a bordo.
Estrechando lazos, calculando réditos.
Marge comienza a acusar la inexplicable ausencia de Philippe.
En fase de resignación, Marge se deja llevar por Tom.
La gradual y muy elaborada suplantación de Philippe da sus frutos.
Seguro de sí mismo, paseando por el mercado.
El inspector Ricordi (Erno Crisa), encargado de investigar la desaparición de Philippe, interroga "amigablemente" a Tom tratando de sonsacarle información.
Una inesperada y macabra jugarreta del destino.
Mientras, un distendido Tom, creyendo que sus planes han triunfado, toma el sol junto al mar.

COMENTARIO:
Para quienes les encanta entrar en el juego de cotejar libro-película, ésta puede parecerles infiel a la letra, pero para el que suscribe, participando de esa estéril comparativa, una más que notable adaptación de la absorbente novela de Patricia Highsmith, con la que René Clément, uno de esos apreciados directores franceses de académico clasicismo, consiguió sin duda su trabajo más brillante e inspirado y también el de más desenvuelta narrativa. La película posee y mantiene un ritmo impecable, los personajes están dibujados con precisión plena de matices a lo largo de varias secuencias antológicas, perfectas de tempo y tensión narrativa, y sin duda a todo ello contribuyen unas convincentes composiciones del trío protagonista con un joven y espléndido Alain Delon (lanzado al estrellato con esta película) encarnando al astuto y sinuoso Tom Ripley que tanto juego literario y cinematográfico daría en sucesivos libros y películas, una inesperada y sorprendente Marie Laforet que borda su indolente Marge y el gran Maurice Ronet, perfecto y magnético como de costumbre.

Cierro este breve apunte sobre A PLENO SOL queriendo reseñar como un acierto destacable en la concepción de la cinta, esas certe­ras pinceladas de aquella dolce vita romana con su guapa y epicúrea fauna veraniega (que tan bien retratara Fellini ese mismo año en su emblemática obra maestra), como adecuado marco que acota y enriquece una absorbente intriga que se cierra con un desenlace tan sorpresivo como malévolo. Condicionados uno y otro, creo que me gusta más el ideado por Clément que el de la novela, probablemente subordinado por la Highsmith a la continuidad literaria de las andanzas del personaje. 

14 comentarios:

  1. Una gozada de película, un thriller luminoso de colores espléndidos y con una fotografía extraordinaria. Y, efectivamente, el tempo narrativo manejado por Clément es excelente, perfecto diría.
    Además de guapísimo, Alain Delon, ese galán con morbo, demostró ya entonces unas dotes interpretativas dignas del mejor villano. Esa mirada arrogante, la manera de escurrirse de la policía... Un "malo" de lujo.
    De Clément vi en su día la bella y desgarradora "Juegos prohibidos", pero ahora con "A pleno sol" no sabría decir cuál me gusta más.
    Por cierto, la novela está genial y tiene una narrativa ágil y fluida. La única "pena" que me da es que en la trama de la peli Tom Ripley no culmine de la misma manera que en el libro. Es lo que tienen algunos villanos demasiado atractivos, que terminas deseándoles lo mejor, je je!. Una cosa: en aquellos tiempos tuve que verla de nuevo para descubrir la aparición de la gran Romy Schneider. Como sale poco y al principio, me descuidé.
    Abrazos!

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    1. Es curioso, directores que nunca supieron despegarse de un previsible estilo académico, de repente, se descuelgan con una obra diseñada y culminada con desenvuelta perfección en todos sus apartados.
      "JUEGOS PROHIBIDOS" también me gusta y se erigió en un gran clásico, pero no me entusiasma como "A PLENO SOL".
      El final de la película, original y plausible, efectivamente no se corresponde con el de la novela donde el protagonista, con astucia y sangre fría se sale con la suya. Es fácil suponer que la censura de la época no hubiera permitido que el criminal se fuera de rositas. Bueno, a lo mejor en Francia, sí. En cualquier caso, conociendo las "virtudes escapistas" de ese Tom Ripley es muy posible que recurriera a alguna argucia para salir del paso.
      Pues nuestra querida Romy Schneider, en efecto, sí aparece en la película: en el comienzo, vemos a Philippe y Tom sentados y hablando en la terraza de una cafetería en Roma. Pronto entra en escena Freddie, el amigo de Philippe, que viene acompañado por dos jóvenes a las que presenta a su amigo. Pues bien, una de esas muchachas, la del vestido rojo. es Romy. Está en escena un minuto aproximadamente.
      Un abrazo.

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  2. Estuve muchos años enamorada de Alain Delon y esta película es la culpable del flechazo pues me parece un Tom Ripley con toda esa carga ambivalente de los buenos villanos. Desde mi más tierna juventud, creo que la he visto por lo menos una docena de veces y me parece un thriller genial, lleno de matices descriptivos del contexto social en que se desenvuelve la trama y con esos conductores toques musicales del siempre maravilloso Nino Rota, aquí alejándose intencionadamente de su estilo habitual.
    Leí la novela hará unos quince años y he vuelto a leerla hace muy poco. Solo puedo decir que su adaptación me parece acertadísima.
    Un abrazo.

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    1. Entiendo que el bello Alain te arrebatara los sentidos. Desde mi heterosexualidad, reconozco no obstante, como más arriba lo hace Miriam, que el chico era guapísimo, además con ese toque canalla, y en esta película hay que reconocer que está espléndido como actor.
      Que hayas visitado la película de Clément una docena de veces dice mucho de tu cinefilia, eso sí, "empujada" en este caso por la galanura de tu idolatrado Delon.
      Un abrazo.

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  3. Tengo el blu-ray, así que tras leer tu post me he puesto a hacer los deberes y con gran placer he vuelto a verla. Sabemos que está basada en la primera novela de la saga de Tom Ripley, un tipo que hará lo que sea por pegarse la gran vida. Se saltará cualquier código moral, ético y legal para conseguir lo que quiere. Observará, planificará, mentirá, estafará, suplantará y realizará cuanto esté a su alcance con el fin de acariciar sus sueños de abundancia. Esa es su aspiración. Pasará por encima de todo y eliminará los obstáculos que se interpongan, aunque eso suponga llegar al mayor crimen, el asesinato.
    Así es uno de los personajes más retorcidos de la controvertida Patricia Highsmith, al que Delon (¡madre mía qué Delon!) otorga un afilado aire de siniestro erotismo, de voraz delincuente de guante blanco al margen de la sociedad, movido por la ambición y la envidia hasta el punto de poner en marcha sus considerables recursos maquinadores y miméticos y de ese modo hacerse con identidades, fortunas y bienes ajenos. No hay nada que Ripley desee más que huir de sí mismo, de su insulso anonimato y tostarse al sol en una playa mediterránea con una bebida bien fría, mucho dinero que gastar y no tener que preocuparse por el mañana.
    Lo cierto es que la versión de Minghella palidece al lado de esta y en mi opinión no aporta nada que no estuviera ya con mayor precisión en la soberbia película de Clément, contando, además de Delon y Ronet, con esa preciosidad de ojos grises que fue Marie Laforet.
    Un abrazo.

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    1. Para subsanar el esquematismo de mi comentario y engordarlo, llegas tú, Inma, con esa pormenorizada y literaria descripción del Ton Ripley de la Highsmith que René Clément, creo, sintetizó con poderosa eficacia (por eso de que una imagen vale por mil palabras) en su impecable adaptación. Estoy de acuerdo en lo decepcionante de la versión de Minghella, pues resulta premiosa, con fallos estructurales (carece de intriga) y con una imperdonable indefinición del personaje central pese a los esfuerzos (tan excesivos como vanos) de actor y director por complejizar su dibujo.
      Un abrazo.

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  4. Un final que yo creo que supone en buen colofón para una digna adaptación de una de las novelas más celebradas de su autora.

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    1. En ocasiones, de la necesidad se hace virtud y ese final de la película lleva una gran carga de ironía. ¿Es la "mano del destino"? (como las gafas de Dean Stockwell en IMPULSO CRIMINAL, así lo dejaba caer Orson Welles en el juicio).

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  5. No he leído la novela, pero me imagino, por las otras veces que Ripley sale en los libros de la autora, que al final el protagonista consigue salirse con la suya. La película es magnífica. La secuencia en el velero ha influido en otros cineastas.
    Saludos.

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    1. El personaje de Ripley ha seguido sus "criminales" andanzas a través de varias películas. Le vimos en EL AMIGO AMERICANO (1977) de Wim Wenders con los rasgos de Dennis Hopper, en el remake de la de Clément, EL TALENTO DE MR. RIPLEY, dirigido por Anthony Minghella, con Matt Damon incorporando el personaje y en EL JUEGO DE RIPLEY (2002) de Liliana Cavani, con John Malkovich.
      La dilatada y formidable secuencia en el velero diría que, en efecto, ha servido de inspiración a otros realizadores. A bote pronto me viene a la mente EL CUCHILLO EN EL AGUA (1962) de Roman Polanski.
      Un saludo.

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  6. He repasado en mi mente las películas de René Clément que conozco. Son nueve. Sin duda alguna, volando a considerable altura y a gran distancia de las demás, está "A pleno sol" y me reconforta coincidir con vosotros cuando la considero su obra maestra.
    Saludos.

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    1. Podría decir que la cosa está clara; para mí desde luego lo está. Pero Clément tiene un título de esos que han ido acumulando "prestigio", un clásico. Me refiero a JUEGOS PROHIBIDOS. Hay quienes opinan que es su mejor película.
      Un saludo.

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    2. Sí, pero sin negar que "Juegos prohibidos" es una buena película, lo es con conciencia de serlo. Es decir, una de esas obras con tema importante y mensaje incluido a través de una puesta en escena que en su eficacia no rompe reglas.

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    3. Hola Teo !!...que puedo agregar yo de toda tu reseña impecable. Solo decir...Roma, Napoles, la musica de Nino Rota y Delon forman la belleza veraniega y fresca de este film que no deja indiferente. Ayer he regresado de Asturias , un abrazo queridoTeo❤

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