EL TIGRE DE ESNAPUR / LA TUMBA INDIA (Der tiger von Eschnapur/Das indische grabmal)

(Al-It-Fr) CCC/Regina/Critérion/Rizzoli/Imperia, 1958-59. 198 min. Color.

Pr: Louise de Masure y Eberhard Meischner. Pr Ej: Arthur Brauner. G: Ftitz Lang y Werner Jörg Lüddecke, basado en la novela de Thea von Harbou. Ft: Richard Angst. Mt: Walter Wischniewsky. DA: Helmut Nentwig y Willy Schatz. Vest: Claudia Herbert y Günter Brosdz. Cor: Robby Gay y Billy Daniel. Ms: Michel Michelet y Gerhard Becker. Dr: Fritz Lang.

Int: Debra Paget, Paul Hubschmid, Walter Reyer, Claus Holm, Sabine Bethmann, Valery Inkijinoff, René Deltgen, Luciana Paluzzi, Jochen Blurne, Jochen Brockmann, Guido Celano, Angela Portaluri, Richard Lauffen, Victor Francen (sin acreditar).

Harald Berger (Paul Hubschmid) es un arquitecto que ha salvado la vida de una joven del ataque de un tigre.
La bailarina Seetha (Debra Paget) desea agradecer al arquitecto su providencial aparición.
Harald queda impresionado por la belleza de la huidiza joven.
El Dr. Rhode (Claus Holm), contratado por el maharajá para una difícil tarea en su palacio, percibe junto a su hermana Irene (Sabine Bethmann) algo inquietante.
La inquietud de los invitados va en aumento.
El maharajá Chandra (Walter Reyer), enamorado de la bailarina Seetha, no es consciente de las intrigas que germinan en torno a él.
Asagara (Jochen Blume) es ingeniero y un fiel servidor del maharajá, lo que las  circunstancias le colocan en una incómoda situación. 
Seetha, amenazada por el príncipe Ramigani (René Deltgen), empeñado en destronar a Chandra.
Esta es Barani (Luciana Paluzzi), la afectiva sirvienta de Seetha.
Seetha en uno de sus bailes para los sacerdotes.
Los lazos de Harald y Seetha se afianzan, lo que pone en su contra al maharajá Chandra.
La pareja enamorada viviendo peligrosamente su romance.
Una bellísima Seetha caída en desgracia.
Los perseguidos amantes perdidos en el desierto.

SINOPSIS:
EL TIGRE DE ESNAPUR: Un arquitecto europeo llega a la India contratado por el Maharajah de Esnapur para diseñar y construir una nueva ciudad. Mientras tanto, salva la vida a una bella bailarina cuando es atacada por un tigre y se enamora de ella, pero la muchacha resulta ser la amada del Maharajah y cuando éste descubre el romance hace apresar al arquitecto. No obstante, logra escapar llevándose a la chica con él. Al ser perseguidos, se ven obligados a refugiarse en el desierto donde estarán a punto de morir de sed.

LA TUMBA INDIA: Salvados de las arenas, son finalmente capturados por el dueño y señor de Esnapur que encierra a la bailarina en sus aposentos y encadena al arquitecto en la profundidad de un pozo. Sin embargo, durante un golpe de estado propiciado en palacio por el hermano del Maharajah, la pareja de enamorados intenta escapar por los laberínticos subterráneos, descubriendo con horror la ocultada colonia de leprosos que los pueblan. Fracasada la intentona golpista y restablecido el orden, el Maharajah acepta la realidad y permitirá a su amada irse con el arquitecto, mientras él se retira a una cueva como siervo de un anciano santón.

Finalmente caen en manos del celoso monarca. Mal asunto.
A Seetha la han vestido para una forzada boda.
Lo cierto es que a los contrayentes no se les ve muy felices.
Seetha se enfrenta a una dura prueba: un determinante baile ante Chandra y los sacerdotes. 
La mirada horrorizada de Seetha descubriendo que su baile tendrá que ejecutarlo ante la letal amenaza de una enorme cobra.
Chandra debatiéndose entre el resentimiento y el amor que aún siente por Seetha.
Yama (Valéry Inkijinoff), el sumo sacerdote guiado por oscuros intereses.




Irene, perdida en el lúgubre laberinto de los sótanos del palacio.
El suelo cede bajo sus pies y nuestra Irene está a punto de descubrir un ignorado horror. 
Ante sus aterrados ojos aparece una imagen pesadillesca.
Tras los terribles acontecimientos, Chandra ha decidido renunciar a todo y convertirse en servidor y alumno de un cantón.

COMENTARIO:
Alemania en 1920: la entonces esposa de Fritz Lang, Thea von Harbou (que se uniría al Partido Nazi en 1932, hecho que influyó en la huída de Lang a tierras americanas), había escrito una historia llamada "La tumba india" que convertida en guión debía dirigir su marido para el productor Joe May, pero éste decidió en el último momento asumir también las tareas de dirección dejando a Lang fuera del proyecto. Treinta y ocho años después, el ofrecimiento de ese mismo guión serviría al autor de FURIA como pretexto para clausurar su etapa americana y regresar a Europa.

Se trata de una película (dividida en dos partes que se exhibieron por separado) en la que romance, aventuras y exotismo son elementos combinados de manera fascinante a través de una puesta en escena cuya aparente ingenuidad no es otra cosa que la recuperación de una narrativa perfecta en su pureza que, sin embargo, esconde complejos mecanismos expresivos. Quizá debamos acudir a la engañosa sencillez de lo geométrico para tratar de definir la hipnótica belleza de sus imágenes, en ocasiones, aterradoras y pesadillescas (los laberínticos subterráneos del palacio y sus ignorados "habitantes") y casi siempre emocionantes (siendo muchas, elijamos las desarrolladas en el desierto y aquella en la gruta donde el arquitecto y la bailarina se refugian de sus perseguidores).

A todo ello, añadamos como la fulgente gema que corona este díptico cautivador el felino y turbador atractivo de Debra Paget (una actriz a la que Hollywood menospreció y encasilló) incorporando a Seeta la bailarina. Refiriéndonos a ella hay que destacar la delirante secuencia -rayana en lo alucinógeno- de esa danza ante la cobra, cargada de un coreográfico erotismo. Sencillamente, impagable. 

12 comentarios:

  1. Fascinante película de aventuras, con un guion para los años veinte que Lang trasladó con eficacia cuarenta años más tarde. Brillante película con secuencias inolvidables (el baile de Debra Paget ante la cobra se lleva la palma) y magníficos detalles de la puesta en escena (recuerdo esa telaraña en la cueva, por ejemplo). Cinta con sabor clásico, con regusto a serial de aventuras. Magnífica.
    Saludos.

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    1. Existen ocasiones en que hablar de ciertas películas -como la que nos ocupa-, intentar describirlas, las empobrece. Tal es el poder de fascinación de sus imágenes, su densidad dramática y su romanticismo desbocado (maravillosa escena en el desierto con los dos amantes perseguidos y exhaustos), aparte de otros significantes, que solo contemplándolas, "viviéndolas", comprendemos lo que es el cine en estado puro.
      Un saludo.

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  2. Recuerdo que hace varios años, cuando te confesé que no conocía "El tigre de Esnapur" y "La tumba india", me recomendaste con vehemencia que procurara ver ese díptico del gigantesco cineasta que fue Fritz Lang. Bien, ahora entiendo tu entusiasmo querido Teo. Visualmente es de las películas más bellas que se han hecho nunca. Cada fotograma es de una exquisitez sublime. Todo, absolutamente todo, es de una belleza anonadante. El inicio, con ese amanecer, de la primera parte, es de los más hermosos que servidora ha visto jamás. Es muy curioso lo que me ocurre con Lang: varias de sus películas tienen (a mi juicio) los mejores y más brillantes comienzos de la historia del cine (ésta, "Los sobornados", "El hombre atrapado" y "Más allá de la duda"; esta última tiene, no sólo el inicio sino también el final, que es demoledor).
    En definitiva, una película extasiante.
    Besos.

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    1. Hola, Miriam. Bien, por supuesto comparto plenamente la honda impresión que te ha causado el "programa doble" de Lang. Leyendo mi reseña y también en mi respuesta a Ethan habrás comprobado que mi entusiasmo por este díptico no ha disminuido con el paso del tiempo, más bien al contrario. Por otro lado, el maestro vienés no es el único que cuenta con magistrales inicios en algunas de sus películas. A bote pronto, me vienen a la mente algunos de los ideados por Billy Wilder: el de SUNSET BOULEVARD, o el prólogo "indio" de SEVEN YEAR ITCH.
      Un abrazo.

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  3. Hola, Teo: Desde hace años tengo el doble dvd de esta pelicula y por un imperdonable olvido ¡no me he puesto a verla hasta que he leído tu post!. Me encantó sumergirme en ese ambiente exótico, romántico y misterioso. Lo único que eché de menos jaja! fue que en lugar de ese Paul Hubschmid en el papel del arquitecto fuera Gregory Peck o Tony Curtis. Pero por supuesto, Debra Paget resulta fascinante y el erotismo que desprende debió resultar en su época perturbador para los espectadores masculinos heterosexuales.
    Un abrazo.

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    1. Esta es una de esas grandes películas que dejan una huella imborrable, sobre todo si las vemos en edad temprana. Eso me ocurrió cuando la descubrí siendo un chaval en un casposo cine de barrio de aquellos de programa doble (daban las dos partes). Entonces la exhibían con algunos cortes de la censura franquista (concentrados en el famoso baile de Seetha ante la cobra). pero yo, con los ojos abiertos como platos y el corazón latiéndome deprisa, no lo notaba. Muchos años después ya pude verla "como dios manda" en una sesión de la Filmoteca y finalmente, en una estupenda edición en DVD de Avalon/FNAC que imagino es la que también posees tú. Hace un par de años la sustituí por la edición en blu-ray.
      Entiendo perfectamente tu querencia por el cambio de protagonista masculino pero me temo que esos nombres se les salían de presupuesto. Siendo la película de producción alemana, se imponía un "galán" teutón (aunque Paul Hubschmid tuvo una (corta) carrera hollywoodense bajo el nombre artístico de Paul Christian). Respecto a tu alusión al impacto que debió causar Debra Paget, supones bien, aunque no hay que circunscribirlo a los espectadores de la época; obviamente esas sensaciones no caducan.
      Un abrazo.

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  4. Si Lang las hubiese dirigido en su etapa muda, no creo que hubiesen sido muy distintas. Y ese es el mejor elogio al díptico.

    Saludos.

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    1. Pues a eso no sabría qué responderte. La experiencia y sabiduría acumuladas a lo largo de casi cuarenta años siempre ayuda con el enfoque y los matices, y contribuye al logro de la absoluta perfección expresiva como es el caso del Lang de 1958.
      Un saludo.

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  5. Vaya joyas que nos trae usted, don Teo. En ésta, Debra Paget estaba magnífica.

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    1. Bueno, si me tuteas me sentiré mejor. En efecto, una auténtica joya cinematográfica que encierra otra joya llamada Debra Paget, un bellezón cuya fascinante presencia en la película, por momentos, eleva la temperatura de las imágenes hasta hacer saltar el mercurio. Resulta incomprensible que después de este formidable trabajo con Lang la ignoraran hasta el punto de no conseguir hacer nada potable, salvo dos intervenciones en sendas películas de Roger Corman. En consecuencia, la chica decidió retirarse. Mereció mejor carrera que la que tuvo.

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  6. Yo creo que Lang se embarcó en este proyecto porque, en su día, como bien señalas, no le dejaron dirigirla.

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    1. Fue una alineación de planetas. Lang, harto de que sus últimas películas fueran vapuleadas, llevaba tiempo deseando abandonar Hollywood cuando le llegó una salvadora oferta para dirigir en Alemania (e India) el díptico que, en efecto, no pudo realizar entonces. Está claro que con este guiño del destino salimos ganando todos.

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