LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA (The Seven Year Itch)
(USA) T. Century-Fox, 1955. 105 min. Color. CinemaScope.
Pr: Charles K. Feldman y Billy Wilder. G: Billy Wilder y George Axelrod, basado en la comedia de éste. Ft: Milton Krasner. Mt: Hugh S. Fowler. DA: Lyle R. Wheeler y George W. Davis. Vest: William Travilla. Ms: Alfred Newman (y Rachmaninoff). Dr: Billy Wilder.
Int: Marilyn Monroe, Tom Ewell, Evelyn Keyes, Robert Strauss, Sonny Tufts, Oscar Homolka, Marguerite Chapman, Victor Moore, Roxanne, Donald McBride, Carolyn Jones, Tom Nolan, Butch Bernard, Doro Merande, Dorothy Ford.
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Con los calores del verano una nueva vecina (Marilyn Monroe) llega al edificio. Su aspecto es como para incendiar una plantación. |
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El bueno de Richard Sherman (Tom Ewell) es el que le abre la puerta de la calle. Contemplar las curvas de semejante anatomía, le deja noqueado. |
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La espontaneidad y desparpajo de la explosiva vecinita descolocan a nuestro parapetado Richard "Rodríguez" Sherman. |
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La desprejuiciada muchacha, seducida por el aire acondicionado del que dispone el apartamento de Sherman, se da por invitada para disfrutarlo. |
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No hay nada mejor ni más relajante en el canicular julio que un buen aire acondicionado colándose muslos arriba. |
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Hace mucho calor y la ropa interior está mejor en la nevera. Así lo practica la chica. |
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Sherman, con su esposa e hijo de vacaciones, se ha llevado el trabajo a casa. Pero le resulta muy difícil concentrarse con la excitante presencia de su nueva vecina. |
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Champagne, palomitas y unos tirantes que se sueltan... qué tentación para nuestro imaginativo "rodríguez". |
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El deseo reprimido de Sherman va a gastarle una mala pasada. Es decir, está a punto de caer en el más espantoso de los ridículos con su explosiva vecina. |
SINOPSIS: En el sofocante verano neoyorquino, un atareado publicista que acaba de enviar a su esposa e hijo de vacaciones a la montaña, queda momentáneamente emancipado y en su condición de "Rodríguez" pronto comenzará a fantasear con las expectativas de ligue surgidas de su fortuita entrada en contacto con la amigable y explosiva vecina del piso de arriba. |
Sherman aprovecha la visita del Dr. Brubaker (Oscar Homolka) a la editorial para interrogarle sobre los síntomas de su "neurosis". |
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Nunca debes confiar el éxito de un acoso sexual a la inestabilidad de una banqueta de piano. |
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Salida del cine en una calurosa noche de verano. |
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La rejilla de ventilación del Metro, otra aprovechable opción para aliviar los calores. |
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Y aquí tenemos a la vecina en pleno desarrollo de sus desarmantes argumentos. |
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Sherman y su rubio objeto de deseo en un ocasional acercamiento. |
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El portero Krahulik (Robert Strauss), admirador del "cesto" de la vecina, ha de cargar con el desvanecido Tom MacKenzie (Sonny Tufts) como si se tratara de una alfombra que ha de llevarse al tinte. |
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El escindido Sherman, incapaz de materializar sus impulsos hacia la vecina, acaba decidiendo reunirse con su familia. |
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La hora de la despedida. Sherman le cede su refrigerado apartamento a la chica durante su ausencia y parte raudo hacia la estación con el remo que su hijo Ricky olvidó. |
COMENTARIO: Contundente, afilada, a la vez que divertidísima demostración -con formato de comedia canicular- del grado de represión de la que es víctima inconsciente ese pobre diablo, Richard Sherman (un espléndido Tom Ewell), representante del americano medio "felizmente casado". Un perfecto ejemplar kinseyano incapaz de materializar sus fantasías eróticas al estar esclavizado por una castradora serie de inhibiciones morales que le impiden en última instancia consumar su deseo. Genial, en este sentido, la utilización de Marilyn Monroe, máximo tótem en torno al cual han girado los sueños carnales emanados de la mediocridad cotidiana de millones de machos no realizados.
A pesar de una serie de condicionantes que la Fox (y la prudencia) impusieron a un Billy Wilder que acababa de abandonar la Paramount tras rodar la encantadora y un tanto edulcorada comedia romántica SABRINA, el autor de EL MAYOR Y LA MENOR debió sentirse muy a gusto pisando un terreno más adecuado a sus zapatos -como era la malévola comedia escrita por George Axelrod- y eso se nota en la relajada puesta en imágenes de este clásico de la comedia de los cincuenta. Aún faltaban dos años y una película para que Wilder y I.A.L. Diamond se encontraran, unieran sus talentos complementarios y juntos generaran una feliz y demoledora ristra de obras maestras.
Sin ser lo mejor de Wilder, en mi modesta opinión, está claro que tiene ese regusto que sabía darle a sus comedias el gran director y guionista y, por supuesto, está Marilyn y su icónica escena.
ResponderEliminarComo decía más arriba, en aquel momento las mejores comedias de Wilder estaban aún por llegar. Si bien, en este jodido país, a causa de la Censura, algunas nos llegaron con notable retraso y con cierto desorden cronológico. Por ejemplo, CON FALDAS Y A LO LOCO aquí se estrenó en octubre de 1963 y LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA en diciembre de ese mismo año.
EliminarEn cuanto a la incendiaria presencia de Marilyn ¿qué quieres que te diga? Pues eso.
Tengo entendido que Billy Wilder en principio consideró dar el papel del imaginativo publicista a Walter Matthau. De haber ocurrido así, craso error creo yo. Matthau se reveló como uno de los actores que mejor encajaba para encarnar a sinvergüenzas y caraduras en las comedias de Wilder, pero de haber sido él quien incorporara a ese "rodríguez" que fantasea con su vecina, aún hubiéramos entendido menos los remilgos y la autocensura del personaje frente a la presencia de tan incitante bombón.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, sí, yo también leí eso en alguna parte. Y tienes razón. Matthau hubiera puesto a la vecinita mirando para Cuenca a la primera de cambio. Con aire acondicionado o sin aire acondicionado.
EliminarUn saludo.
Sobre cualquier asunto, siempre es necesaria la mirada femenina; complementa, enriquece, focaliza y... consigue con ocho palabras socavar los cimientos de un mito. Ahora ya nunca más veré esa icónica escena de la rejilla del Metro con los mismos ojos, ojos que ya siempre se me irán directamente a los tacones de Marilyn, lo que me obligará a pensar en voz alta "Aurora tenía razón ¿cómo no había reparado en ello?".
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque algunas de sus películas más negras e incisivas anteriores a ésta estaban salpicadas con algunos toques de humor, lo cierto es que "La tentación vive arriba" es su primera gran comedia de Billy Wilder (no me olvido de la picaresca "El mayor y la menor" que le sirvió para debutar en Hollywood).
ResponderEliminarNunca como en esta película que ahora comentamos, Marilyn Monroe adquirió de manera tan contundente esa totémica dimensión de símbolo sexual "inalcanzable" para el americanito (o españolito) medio de la época. Sencillamente, fantástica. Y la película también.
Saludos.
Con los actuales y estúpidos parámetros morales y de corrección política imperantes, la "picaresca" EL MAYOR Y LA MENOR, como tú la calificas, no estoy seguro de que hoy se pudiera rodar tal cual se hizo en su día. En cuanto a esa bomba erótica llamada Marilyn Monroe, diría que su onda expansiva en esta película marcó un antes y un después en su carrera y en el mito.
EliminarUn saludo.
Pese a no ocultar su orígen teatral, se trata de cine con mayúsculas. Marilyn devora la pantalla.
ResponderEliminarSaludos.
Al mencionar su origen teatral -que la brillantez de Wilder se encargó de borrar sin aparente esfuerzo- me has empujado a recordar la lamentable versión escénica que tuve que sufrir hace unos años con Toni Acosta (!) incorporando el personaje de Marilyn y Chete Lera como el "rodríguez", dirigidos por Verónica Forqué. La osadía de la estupidez en todo su vergonzante esplendor.
EliminarUn saludo.
Imagino que si nos ponemos a ello pueden decirse muchas más cosas sobre esta icónica comedia, pero me encanta tu poder de síntesis y en mi opinión tu comentario dice lo esencial sobre "La tentación vive arriba". Como si tuvieras en cuenta que no conviene fatigar al personal con este calor. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si de verdad lo crees así, Inma, gracias por tu elogio. No siempre uno puede ser tan sintético pero lo procuro. Hace ya algún tiempo hemos entrado en una era reduccionista, de hashtag y titulares, en la que resulta dificultoso mantener la atención del "respetable" más allá del minuto y medio, y siempre que se pueda hay que obrar en consecuencia.
EliminarUn abrazo.
Como decía aquel: "Cuando el viento sopla fuerte en una determinada dirección, o te doblegas como el junco o te quiebras".
EliminarMe parece que estoy saliéndome ya del tema.
La mala fama, supongo que ganada a pulso, de Marilyn en los platós con sus impuntualidades y la deficiente memorización de sus diálogos lo que obligaba a repetir algunas tomas infinidad de veces, parece que no fue obstáculo para que la dosis de paciencia y comprensión del gran Billy Wilder le empujara a trabajar con ella. Lo hizo en dos ocasiones y hubieran sido tres cuando la eligió para protagonizar "Irma la dulce". Su muerte, la de Marilyn, lo impidió. Una tragedia en todos los sentidos.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Gonzalo. Está muy bien: reflexionar informando. Vaya por delante que Shirley MacLaine está espléndida, pero cada vez que visito IRMA LA DOUCE no puedo evitar elucubraciones sobre qué película hubiera surgido con Marilyn y el otro elegido por Wilder, Charles Laughton como Monsieur Moustache. Laughton murió apenas dos semanas antes de comenzar el rodaje.
EliminarUn saludo.