SANSÓN Y DALILA (Samson and Delilah)

(USA) Paramount, 1949. 128 min. Color.

G: Jesse Lasky Jr. y Fredric M. Frank, inspirado en la novela de Vladimir Jabotinsky y diversas fuentes. Ft: George Barnes. Mt: Anne Bauchens. DA: Hans Dreier y Walter Tyler. Vest: Edith Head y Dorothy Jeakins. Ms: Victor Young. Pr y Dr: Cecil B. DeMille.

Int: Hedy Lamarr, Victor Mature, George Sanders, Angela Lansbury, Henry Wilcoxon, Olive Deering, Russ Tamblyn, Fay Holden, Julia Faye, William Farnum, Moroni Olsen, Mike Mazurki, George Reeves, Lane Chandler, John Miljan.

Para empezar, una pose promocional de las dos estrellas de la película; Hedy Lamarr y Victor Mature.
Un pletórico Sansón, en principio enamorado de la filistea Semadar (Angela Lansbury) cuyo "amor" ha sido ganado en un concurso de fuerza.
Resulta que nuestra Semadar en realidad ama a otro hombre.
Semadar junto al hombre por el que ha traicionado al forzudo Sansón: el general Atur (Henry Wilcoxon).
Entra en escena la sensual Dalila.
Pronto el ingenuo Sansón cae en sus lúbricas redes.
La chica parece realmente enamorada de nuestro hombre fuerte.
Sansón y Dalila en pleno cortejo erotizante.

SINOPSIS: En el tiempo de los Jueces de la Biblia, el fuerte y melenudo Sansón, israelita, rechaza las continuas insinuaciones amorosas de la voluptuosa filistea Dalila y ésta, despechada, acabará entregándole a sus enemigos los filisteos, tras cortarle su larga cabellera mientras duerme, origen de su prodigiosa fuerza. 

Una pasión amorosa muy comprensible.
Miriam (Olive Deering) y el pequeño Saúl (Russ Tamblyn). Los dos parecen preocupados por la deriva del romance de Sansón con la filistea Dalila.
Dalila junto a Atur y el rey de Gaza (George Sanders).
Enterada con malas artes de dónde reside la enorme fuerza de Sansón, la despechada Dalila pasa a la acción. 
Sansón ya sin la fuerza que le otorgaba su cabellera, es apresado por los filisteos.
Sansón ha sido torturado y dejado ciego. Ahora Dalila se arrepiente de haberle vendido a sus enemigos.
Un último "esfuerzo" con la ayuda de Jehová.
Sus últimas palabras: "Muera Sansón con todos los filisteos". O algo así.

COMENTARIO: Sería fácil para algunos caer en la tentación de acusar a esta película de un cierto primitivismo en su concepción de la puesta en escena y dirección de actores. Bueno, pues hay que verla con un poquito más de cariño y atención. Porque, ¿acaso no resulta divertida e incluso excitante la colorista e impagable forma en que Cecil B. DeMille amañaba la Biblia, adaptándola con todas sus incoherencias, delirante fantasía y “dirigismo divino” a las necesidades de un buen espectáculo cinematográfico? Disfru­temos, pues, con ello y con un Sansón-Victor Mature más meat loaf que nunca, esquivando, amando y odiando a una mórbida Dalila-Hedy Lamarr (qué peligrosa puede resultar una mujer despechada). Y todo ello entre toneladas de cartón-piedra y seda sintética. Pero es que además tenemos a George Sanders y Angela Lansbury animando la función. No puedo remediarlo: me encanta esta película.

10 comentarios:

  1. Siempre me ha parecido curiosa la carga erótica de estas películas para Semana Santa. Un poco paradójico, ¿no?

    Saludos y feliz Semana Santa.

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    1. En la Biblia encontramos erotismo por doquier, en ocasiones en su acepción más perversa y asilvestrada. De ahí que en sucesivas versiones a través de los siglos algunos pasajes hayan sido cautelarmente suprimidos o suavizados. Si nos atenemos a sus películas bíblicas, creo que Cecil B. DeMille fue el que mejor "entendió" ese libro (o libros), y por tanto, el que mayor partido le sacó.
      Lo de seguir programando este tipo de películas para el periodo de Semana Santa es solo un estigma que arrastramos de épocas oscuras y pías, es decir, hipócritas y prohibicionistas (léase el franquismo).
      Un saludo.

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  2. Hay algunas cosas que, vistas hoy, pueden resultar un poco chocantes o incluso mover a la sonrisa, sobre todo en cuanto a decorados y efectos especiales, pero en este tipo de films nunca hemos de perder de vista la época del rodaje, sin atisbo de medios digitales que facilitan escenas como la destrucción del templo, por ejemplo.

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    1. Cuando en mi comentario aludía al "primitivismo de puesta en escena" quería referirme mayormente a esos recursos expresivos (composición de los planos, iluminación y dirección de actores) que en diversos momentos nos remitían a la época silente.
      Por otro lado, las películas de la era digital, salvo contadas excepciones, no me aportan nada; al contrario, me alejan de lo que me están contando y no me creo nada. Compara algunos títulos clave de entonces de los que en los últimos años hemos tenido que sufrir versiones supuestamente adaptadas a la nueva idiosincrasia de los espectadores (de los más jóvenes, se entiende). Llámame arcaico y nostálgico, puede que en cierta medida tengas razón.

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  3. Me encanta esta película. Contiene aventura, un primitivismo entrañable, unos actores fantásticos (V.Mature está creíble, Hedy Lamarr cautivadora ante el papel de su vida y G.Sanders fabuloso, como siempre, y con los mejores diálogos del film, como no podía ser de otra manera) y, sobre todo, una historia de amor turbadora, arrolladora y con tintes sadomasoquistas. En suma, una delicia.

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    1. Hola, Miriam!
      En cierta ocasión hace algunos años, en la antigua versión del blog, te mostraste quejosa por no hallar respuesta a tus intervenciones en post que habían sido editados tiempo atrás. Tú no lo sabías pero la razón fue que aquel blog dejó de avisarme de las participaciones y un servidor no se preocupó de revisar todos los post (eran muchos). Lo siento.
      Tus impresiones en torno a SANSÓN Y DALILA las suscribo plenamente. Un tipo de cine concebido con suma maestría en un tiempo en que el público aún no había perdido la "inocencia", lo que a DeMille no le impedía introducir de rondón su misógino concepto del erotismo y la seducción. Esta Dalila, prima hermana de la Nefertari de LOS DIEZ MANDAMIENTOS.
      Un abrazo.

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  4. Cecil B. DeMille perteneció a la etapa inicial, la de los pioneros junto con Victor Sjöström, Erich von Stroheim, Raoul Walsh, Ernst Lubitsch... Tipos que enriquecieron, perfeccionaron e hicieron avanzar la gramática narrativa que inició Griffith. Esto, ahora tan claro para mí viendo sus películas, hace mucho que me lo infundiste tú, Teo. Por tanto, como digo, ellos fueron y son los que "inventaron" el cine. Es fácilmente deducible que de ellos han chupado rueda todos los demás.
    Si tuviera que quedarme con una sola película de DeMille, de las que conozco, creo que sería ésta. Es DeMille en estado puro y cada vez que me dan la oportunidad de verla de nuevo, resulta todo un disfrute.
    Saludos.

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    1. Te has marcado un auténtico viaje a los orígenes, Gonzalo. En todo caso, mi parte se redujo a unas charlas en Valladolid. Gracias por el recuerdo.
      Como bien dices, en SANSÓN Y DALILA Cecil B. DeMille se entregó a fondo poniendo toda la carne en el asador. Ahí encontramos todo su indudable y a la vez peculiar talento en su más colorista y "perversa" versión.
      Un saludo.

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  5. Víctor Mature está bastante bien en esta película, que conste, pero con el físico que tenía ese señor resulta trabajoso creernos que Hedy Lamarr, perdón, Dalila, se pirrara por el Sansón que nos ofrece.
    Saludos de Pascua!

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    1. En aquellos días, dadas las características físicas que requería tan fornido personaje, me temo que no había mucho donde elegir (ahora no se me ocurre ningún otro actor con la suficiente musculatura y un mayor atractivo, pero dame tiempo).
      Mientras, un abrazo.

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