DOS EN LA CARRETERA (Two for the Road)
(USA-GB) 20th Century-Fox / Stanley Donen Films, 1967. 111 min. Color. Panavision.
Pr: Stanley Donen y James Ware. G: Frederick Raphael. Ft: Christopher Challis. Mt: Richard Marden y Madeleine Gug. DA: Willy Holt. Vest: Paco Rabanne (para Hepburn), Foale & Tuffin y Mary Quant. Ms: Henry Mancini. Dr: Stanley Donen.
Int: Audrey Hepburn, Albert Finney, Eleanor Bron, William Daniels, Claude Dauphin, Nadia Gray, Georges Descrières, Gabrielle Middleton, Jacqueline Bisset, Judy Cornwell, Irene Hilda, Diminique Joos, Olga Georges-Picott, Patricia Viterbo.
SINOPSIS: Mark y Joanna, dos jóvenes ingleses, se conocen durante un viaje de estudios por Francia. Tras un principio poco prometedor llegan a enamorarse y se casan. Diez años después, habiendo triunfado él social y profesionalmente como arquitecto y con su matrimonio haciendo agua, ambos recapitulan y se plantean si es posible o merece la pena salvarlo.
Audrey Hepburn vestida por Paco Rabanne |
COMENTARIO: La película describe y analiza el paulatino deterioro, la erosión, que el paso del tiempo provoca en los sentimientos de dos personas de sexo opuesto que conviven en estrecha relación durante unos años, un matrimonio en el que han ido emergiendo el egoísmo, los celos, el resentimiento, las insatisfacciones acumuladas y finalmente el aburrimiento. Con la pareja de Mark (Albert Finney) y Joanna (Audrey Hepburn), estamos ante una versión menos reposada y madura, menos tradicional, armoniosa y conformista, que la formada por Victor (Cary Grant) y Hilary (Deborah Kerr) en PÁGINA EN BLANCO, claro precedente de la que ahora nos ocupa.
El virtuosismo narrativo de Stanley Donen, nunca gratuíto y siempre suave y preciso, al servicio de la historia (hasta en las renovadoras propuestas visuales aplicadas en esta cinta), su musical sentido del ritmo, alcanzan aquí cotas sublimes de maestría y brillantez. La etérea, maravillosa Audrey Hepburn y el singular Albert Finney, genialmente dirigidos, dan vida y dimensión a esa pareja que por su forma de vida y los ambientes cosmopolitas, burbujeantes y frívolos en los que se desenvuelve, por su desarraigo y continuos desplazamientos, por las infidelidades y los reproches, mantienen una relación cambiante, inestable, al borde de la desintegración. Donen describe y analiza las relaciones de Mark y Joanna sin necesidad de que la planificación los someta a “inspección”, es decir, con la pequeña distancia precisa para observarlos bien y que el espectador lo haga al mismo tiempo y con libertad.
En suma, hablamos de una inteligente y bellísima comedia (¿deberíamos considerar DOS EN LA CARRETERA como un drama con toques de comedia?) en la que el proverbial amor del realizador hacia sus personajes estuvo modulado por una mirada lúcida y desencantada. De hecho, en algunas comedias de Stanley Donen encontramos un poso de amargura (recordad BÉSALAS POR MÍ) e incluso en algún musical como SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO. Donen ve claro y aún así, ama. Y yo amo el cine de Stanley Donen.
Divertida, humor de altura, puro entretenimiento, en definitiva, buen cine.
ResponderEliminarY a no perderse los modelitos de Audrey, es cierto que, en esta ocasión no la vistió su querido Hubert de Givenchy, pero los que aparecen llevan la firma de Mary Quant, Paco Rabanne, Emilio Pucci o Courrèges, entre otras.
Al parecer, Donen quería que llevase ropa que cualquiera puede comprar. Lo de cualquiera, supongo que sería un decir y que lo que pretendía es que no fueran diseños exclusivos. Lo que no puntualizó el gran realizador, es a que precio se podía comprar esa ropa.
Las "exigencias" de Audrey Hepburn respecto a su vestuario a partir de UNA CARA CON ÁNGEL fueron aceptadas creo de buen grado por los directores de esas películas mayormente porque no interferían en la entidad y construcción de sus personajes. En cualquier caso, el desfile de modelos que exhibe Joanna en DOS EN LA CARRETERA a partir del triunfo profesional de su marido Mark, está perfectamente justificado en función de que ese matrimonio ha de moverse en los sofisticados ámbitos de la jet set.
EliminarMaravillosa película que he ido redescubriendo con el paso de los años. Me gusta la comparativa que estableces entre "Página en blanco", otra peli que me encanta, y "Dos en la carretera". Yo creo que el desencuentro entre las parejas protagonistas es más irónico en la primera y más ácido en la segunda.
ResponderEliminarY qué maravillosa es su banda sonora.
Un beso.
A Donen le gustaba la pareja. Tanto las que durante sus películas se van formando con más o menos dificultades, como en UNA CARA CON ÁNGEL, BÉSALAS POR MÍ o INDISCRETA, como las ya establecidas de PÁGINA EN BLANCO, DOS EN LA CARRETERA y LA ESCALERA (en ésta, una pareja homosexual). Efectivamente, la ironía de "PÁGINA..." daba paso en "DOS EN..." a una mirada más desencantada y ácida porque la historia se desarrollaba en otros entornos y la relación de estos últimos tenía los cimientos deficientes.
EliminarEstoy contigo: la música de Mancini es embelesante, y muy importante en las películas de Donen o Blake Edwards. La que compuso para la película que nos ocupa es de las mejores de toda su carrera.
Un abrazo.
Un cóctel espléndido que combina la comedia sofisticada con el análisis lúcido y más bien pesimista de la institución matrimonial. Hábilmente, Kubrick ficharía al guionista Frederic Raphael para la no menos ácida "Eyes Wide Shut".
ResponderEliminarSaludos.
La combinación de experiencia y lucidez lleva indefectiblemente al pesimismo. Así, DOS EN LA CARRETERA se convierte en una crónica triste, eso sí, iluminada por el sol del sur de Francia y los modelos de Paco Rabanne, Mary Quant y Michèle Rosier.
EliminarResulta ilustrativo de cómo con una temática semejante, un mismo guionista y una separación de treinta años dieron como resultado dos películas estética y conceptualmente tan distantes.
Un saludo.
Me alineo con Inma Santillana al destacar esa comparación que estableces con "Página en blanco". En aquella se analizaban las consecuencias del paso del tiempo y la rutina en una relación basada en la confianza, el respeto y el "dar por sentado un montón de cosas", en fin, lo que se dice, una pareja madura y estable. En cambio, en "Dos en la carretera", los miembros de esa pareja son personas cuya relación está sostenida por un andamiaje menos sólido, están menos anclados y carecen de la madurez de los otros. Se diría que el de Mark y Joanna es un matrimonio "en construcción", que se puede venir abajo en cualquier momento.
ResponderEliminarEs imperdonable que a un director tan fino e inteligente como Stanley Donen se le retiraran las credenciales de la industria, obligándole a desperdiciar los últimos treinta años de su vida. Cosas de un Hollywood cegato e industrial.
Gracias por este post, aunque me extrañaba que aún no le hubieras hecho un hueco en tu blog a esta maravillosa película. Ya le tocaba.
Un abrazo.
Creo que se nota bastante lo mucho que me gusta el cine de Stanley Donen, y seguiré incluyendo películas suyas en este blog, no lo dudes (la próxima será UNA RUBIA PARA UN GANGSTER). ¡Este mes se cumple el centenario de su nacimiento!
EliminarEsa correlación entre PÁGINA EN BLANCO y DOS EN LA CARRETERA que apuntaba en mi comentario y que tú amplías brillantemente, creo que es cierta. Y existen otras películas de este director que abundan en el análisis de las relaciones de pareja. Seguiremos hablando sobre ello.
Mientras, un abrazo.
Antes de nada, "Dos en la carretera" siempre me ha parecido una obra maestra y como tal, insuperable. La mejor película de Stanley Donen y eso es mucho.
ResponderEliminarPodríamos hablar de algunos films de Bergman u otros directores tocando esta temática, la crisis de relación en un matrimonio, pero como ya se ha mencionado aquí de pasada "Eyes Wide Shut", quiero incidir sobre las profundas diferencias a la hora de afrontar un mismo asunto, utilizando al mismo guionista, cuando Stanley Kubrick afrontó el que sería su último trabajo.
Saludos.
Hay una premisa de la que partir: el guión de Raphael para Kubrick estuvo supeditado en cierta medida a la novela de Arthur Schnitzler en que se basaba. En cualquier caso, ese enfermizo afán de perfeccionismo técnico que Kubrick aplicaba a sus puestas en escena, estaba más que justificado en obras del calibre y las características de 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO y BARRY LYNDON, pero, en opinión de quien esto escribe, desvirtuaba y “enfriaba” otras cuya naturaleza pedía un tratamiento más efectivo y directo. Estamos hablando de EYES WIDE SHUT, claro, de la que habría que destacar una suntuosa y excelente primera hora para luego dar extraños giros y caer en una narrativa formalmente brillante, sí, pero errática y prolija.
EliminarEs lógico, sin que deje de resultar curioso, que Kubrick recurriera a Frederic Raphael para que le resolviera a nivel de guión un tema argumental de sospechosa semejanza al que este guionista escribiera en 1967 para Stanley Donen y del que saldría la obra maestra (sí, yo también así la considero) objeto de este post. Por cierto, Donen sólo necesitó ocho semanas (frente a los casi dos años invertidos por Kubrick) para poner en imágenes con cristalina limpieza, ritmo, precisión, sinceridad y fuerza en las imágenes el mismo discurso sobre esos demonios agazapados y dispuestos a emerger desde las zonas más oscurecidas del subconsciente –repentinamente iluminadas– en la confortable y tediosa existencia de un matrimonio acomodado.
Un saludo.
Qué preciosidad de película, Teo. Y sin embargo, tras la luminosidad de sus imágenes y el desenfado de las primeras etapas de esa pareja acabamos percibiendo que no solo "bajo la lluvia" vivió el gran Donen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una película preciosa, ciertamente pero, como ya hemos comentado, bajo ese tenue barniz de comedia (que no cubre toda la superfiie) distinguimos claramente la decepción y la amargura porque el tiempo ha pasado y ya hemos perdido la inocencia y la alegría de vivir. Por tanto, ahora cuando un cielo plomizo amenaza, el chico y la chica ya no cantan y bailan felices y despreocupados bajo la lluvia. Ahora se resguardan en el interior de un tramo de tubería de amianto.
EliminarUn abrazo.
"Dos en la carretera" es la película más seria y reflexiva de cuantas conozco de este director. Al decir "seria" no quiero decir que no contenga humor, que lo tiene. Pero es un humor no buscado con ahínco como en las comedias de Blake Edwards, sino que se desprende de las situaciones con toda naturalidad, suavizando y a veces dinamitando el aspecto dramático de muchas de ellas. Y en esta película, como en "Charada", me gusta sobre todo Audrey Hepburn; sin ella -quiero decir con otra actriz- me costaría un poco más vivir la película.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que Stanley Donen ha sido siempre un narrador de una honestidad narrativa indiscutible, retratando las relaciones de sus criaturas en su dimensión más real, sin distorsiones, atajos ni trampas. Y, efectivamente, el humor en sus películas, además de elegante, se revestía de una lógica aplastante porque emanaba del momento con absoluta espontaneidad.
EliminarDe acuerdo: Audrey Hepburn, a las órdenes de Donen, dimensiona sus personajes de una forma especial con su forma de ser, estar, mirar, sonreír, llorar, caminar, vestir, sorprenderse...
Un saludo.
Es una película que me gusta muchísimo. Audrey Hepburn creo que siempre constituye una buena elección porque tenía ese don de parecernos una eterna jovencita y a la vez, como en esta película, transformarse en el arco temporal que marca el desarrollo de la trama como mujer de treinta y tantos años con madurez emocional.
ResponderEliminarHace unos meses vi “5x2” de François Ozon y me recordó a “Dos en la carretera” por los saltos temporales. “5x2” cambia el orden habitual de este tipo de historias y comienza con la desintegración de la pareja para ir retrocediendo en el tiempo hasta terminar con cómo se conocieron. Aunque huelga decir que la de Ozon me parece claramente inferior a la de Donen.
Saludos.
Hace más de diez años que vi la (interesante) película de Ozon y ahora mismo la tengo algo difuminada en el recuerdo. Sin embargo, en aquella, el autor de EN LA CASA optaba más por una narración "inversa" (como también hizo por aquel tiempo Gaspar Noé con la noqueante IRREVERSIBLE) que la inteligente opción elegida por Stanley Donen con ese juego con los tiempos que se van alternando merced a un montaje perfecto que no confunde al espectador y que por el contrario ayuda a comprender mejor el "deterioro" que produce el paso del tiempo (y el comportamiento de los cónyuges) en ese matrimonio.
EliminarPues sí, Audrey Hepburn -que ya había trabajado con Donen en otras dos ocasiones- fue la mejor elección posible. Siempre estaba maravillosa.
Un saludo.
¡Qué puedo decir de la que quiza siga siendo la película de mi vida! Recuerdo cuando la contemplé por vez primera en la vieja sede de la Filmoteca de Valencia el 30 de diciembre de 1982, y salí llorando y escondido, casi avergonzado de mis lágrimas -luego comprobaría que no sería el único-. Desde entonces, la habré visto como una treintena de veces, y sigue conmoviéndome. Y sigo admirando el cine de Stanley Donen -para mi uno de los más grandes directores que han existido-, de la que creo esta es su obra cumbre. Se ha valorado en muchas ocasiones la -ínnegable- audacia de su guión, pero no cabe duda que Donen es el que supo hacer que una historia muy de su tiempo albergara una vigencia eterna. Como un congelado de imagen -cuando Finney descubre cómo su esposa se encuentra con su amante-, parece pegarte una patada a la barriga. Como un acelerado de imagen deviene adecuado.
ResponderEliminarY ni que decir tiene que la pareja protagonista es esencial. Nunca se ha cuestionado la labor de la Hepburn, más sí la de Albert Finney, que me parece absolutamente admirable. De hecho, DOS EN LA CARRETERA fue el título que me confirmó que Finney ha sido y para mi sigue siendo el mejor actor que ha dado el cine británico ¡Y mira que los ha habido!, desarrollando con el paso del tiempo una carrera poco menos que ejemplar.
Diálogo de la película:
"-Tenemos que reconocerlo: hemos cambiado.
-Lo reconozco: hemos cambiado.
-Es triste, pero cierto; la vida.
-Bueno, al menos ya no eres un fracasado insufrible molesto y vanidoso. Ahora eres un triunfador insufrible, violento y vanidoso.
-Bruja.
-Bobo"
Qué recuerdos más hermosos me trae siempre esta obra maestra del sentimiento perdido, del presente en la convivencia, y de un futuro basado en el conocimiento profundo.
¡Que gran obra película DOS EN LA CARRETERA!
Tu encendido elogio de la película de Donen lo comparto plenamente y con el mismo ardor que lo haces tú. Puede no resultar fácil dilucidar si DOS EN LA CARRETERA es la mejor de su filmografía; me inclino a pensar que sí. Por supuesto, la más madura y reflexiva, la de más brillante puesta en escena y con una pareja protagonista inigualable, memorable. Pero, claro, enseguida me vienen a la memoria trabajos suyos como BÉSALAS POR MÍ, CHARADA, LA ESCALERA... En fin, qué te voy a contar! Saludos.
EliminarP.D.– A todos los habituales de este rincón, a los que supongo amantes del cine con inquietud y curiosidad, recomiendo la visita imprescindible al magnífico blog de Juan Carlos Vizcaíno, "Cinema de perra gorda" (https://thecinema.blogia.com).
Una película deliciosa, agridulce pero con unos colores y una visualidad dignos de enmarcar. Lo único malo que me ocurre con ella es que llega un momento que tanto flash-back me llega a saturar un poquito. Aún así, es una estupenda película, ácida e incisiva, elegante y con clase. Desde luego, la prefiero antes que "Secretos de un matrimonio" de Ingmar Bergman o "La noche" de Antonioni que también analizan la institución matrimonial, y que acaban siendo bastante pesadas y tediosas.
ResponderEliminarY, además cuenta con una maravillosa Audrey Hepburn y un Albert Finney dándole buena réplica. Y también aparece una jovencísima y bellísima Jacqueline Bisset, que siempre me ha parecido una magnífica actriz bastante olvidada a día de hoy.
Una película refrescante, vitalista y mucho más compleja de lo que puede parecer a simple vista.
Abrazos!
Cuando en su día se estrenó DOS EN LA CARRETERA significó un punto de inflexión en la trayectoria de Stanley Donen, lo que fue considerado como una ruptura con las formas clásicas de narrativa que a muchos sorprendió y no supieron asimilar en un primer visionado. Pero ya en CHARADA y sobre todo en la experimental ARABESCO aparecían elementos de puesta en escena que podían dar una pista de por dónde iban los derroteros formales de Donen. En cualquier caso, Miriam, creo que en DOS EN LA CARRETERA los tres tiempos narrativos están manejados con mucha soltura y claridad lo que evita que el espectador se sature o "se haga un lío", es más, esa opción contribuye a contrastar más las diferentes etapas de ese matrimonio.
EliminarPor lo demás, como tú dices, esta película dice muchas más cosas y mejor que la de Antonioni con ser aquella LA NOCHE muy interesante. La de Bergman es otra cosa, quiero decir, ambas creo que son insuperables en esa temática, aunque la del sueco estaba concebida como una serie televisiva y por tanto resultaba mucho más prolija (en su versión íntegra).
Un abrazo.
Me apasiona esta película. La descubrí cuando yo tenía dieciocho años, de eso hace mucho tiempo, y quedé prendado. Desde entonces, siempre que tenía ocasión me he sumergido en ella. No llevo la cuenta pero creo que lo he hecho una veintena de veces por esa necesidad de volver a su temática, a sus maravillosas imágenes...
ResponderEliminarSaludos.
DOS EN LA CARRETERA es como esa mujer que aparece un buen día en tu vida y descubres que tiene todo lo que buscabas, a veces sin saber que lo buscabas. A partir de entonces, todas las visitas te parecen pocas, todo el tiempo que le dedicas es insuficiente. Siempre te pide el cuerpo (y el corazón) volver a ella porque te parece perfecta y te hace feliz contemplarla, penetrar en ella y conocerla más y mejor. Además, te hace más sabio.
EliminarUn saludo.