LAURA (1944).

(USA) T. Century-Fox, 1944. 85 min. BN.

G: Jay Dratler, Sam Hoffenstein, Betty Reinhardt y (sin acreditar) Ring Lardner Jr., basado en la novela de Vera Caspary. Ft: Joseph La Shelle y (sin acreditar) Lucien Ballard. Mt: Louis Loeffler. DA: Lyle R. Wheeler y Leland Fuller. Vest: Bonnie Cashin y Sam Benson. Ms: David Raksin. Pr y Dr: Otto Preminger.

Int: Dana Andrews, Gene Tierney, Clifton Webb, Vincent Price, Judith Anderson, Dorothy Adams, James Flavin, Cara Williams, Lane Chandler.










SINOPSIS:
Una hermosa muchacha ha sido asesinada y el encargado de esclarecer el caso es un curtido y cínico policía que según avanza en sus investigaciones, a través de las informaciones recibidas de quienes la conocieron en vida, de manera inconsciente, irá enamorándose de la “difunta”.









Ahí aparecen reunidos y desconfiados, Waldo Lydecker (Clifton Webb), Laura Hunt (Gene Tierney), Shelby Carpenter (Vincent Price) y el detective McPherson (Dana Andrews). Para completar el quinteto de protagonistas nos falta Ann Treadwell (Judith Anderson) a la que, no obstante, podemos ver junto a Laura en una imagen más arriba.

COMENTARIO:
Desconozco la novela de Vera Caspary lo que me incapacita para establecer comparaciones o diferencias narrativas novela-película. Por otro lado, lo he dicho en más de una ocasión, creo que en la mayoría de los casos de adaptaciones literarias (y éste podría ser uno de ellos) el libro solo es una base de la que partir, una herramienta en la construcción de la película. En LAURA, el rigor de esa construcción, los afilados (y venenosos) diálogos y la suprema elegancia de sus imágenes llegan a convertir este pequeño thriller de tintes negros en una obra maestra subyugadora, cuya anécdota argumental es sólo el punto de apoyo –lo decía antes– desde el que se consigue crear un inquietante clima de misterio y romanticismo no exento de una cierta dosis de necrofilia.

La película contiene varios momentos memorables y por aquello de destacar uno, no me resisto a mencionar ese en que el obsesivo policía McPherson (enamorado de una "difunta" tras un proceso de fascinación) dormita en un sillón ante el retrato al óleo de ella y despierta encontrándose con una imagen, una realidad, que en cierto modo es como la continuación de su sueño.

Antológico el Waldo Lydecker que compone Clifton Webb (era su primer papel en el cine) y en cuanto a la extraordinaria belleza de Gene Tierney, hace que se nos antoje como la única actriz imaginable para encarnar a Laura. 

Nota para curiosos: Es sabido que el rodaje de LAURA fue comenzado por Rouben Mamoulian. Darryl F. Zanuck y Otto Preminger, por distintas razones entre las que estaban diferencias creativas, acabaron por sacar a Mamoulian del proyecto cuando llevaba tres semanas rodando. Nunca sabremos si en la versión que conocemos se conserva algo de lo filmado por el inspirado autor de LA REINA CRISTINA DE SUECIA y qué película hubiera surgido de sus manos si le hubieran permitido terminarla. Pero la que conocemos, la firmada por Preminger, resultó un trabajo hecho con asombrosa habilidad que consigue envolvernos en la red de relaciones de unos personajes complejos y fascinantes. En suma, estamos ante un film de características irrepetibles que se nos resiste cuando tratamos de desentrañar por completo su última esencia.

10 comentarios:

  1. Aurora R. Martín2 de junio de 2024, 15:06

    Qué maravillas salían del Hollywood de aquellos lejanos años cuarenta. "Laura" es cine negro con mucha guarnición. Fascinante, inolvidable.
    ¡Un abrazo!

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    1. Tienes una gran capacidad para la síntesis, Aurora. Y aquí, tu ahorrativa prosa consigue definir certeramente una película que por otro lado quizás hubiera merecido de tu parte alguna aportación crítica complementaria.
      Un abrazo.

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  2. Es una impresionante historia romántica disfrazada de thriller.

    Saludos.

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    1. En efecto, un romanticismo oscuro y en ocasiones indirecto emergiendo por los intersticios de una estructura de thriller.
      Un saludo.

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  3. Para quienes consideren esta película como un noir, si lo es, carece de callejones oscuros, ambientes marginales, tipos esquinados y femmes fatales, es decir, Laura Hunt no pertenece a esa categoría de mujeres cinematográficas pero sin embargo ejerce el mismo nefasto influjo en los hombres que la conocen o indagan sobre ella. Pienso que estamos ante una sinuosa historia de amor y obsesión en la que inevitablemente aparece el elemento criminal. Por su maestría a todos los niveles, guión, puesta en escena e intérpretes, considero "Laura" como una de las grandes películas que se rodaron en la productiva década de los cuarenta.
    Saludos.

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    1. Elementos de noir sí tiene; supongo que eso resulta poco discutible. La historia, eso sí, no se desarrolla en los ambientes oscuros y recargados a que nos tiene acostumbrados este género, pero más apasionante que dilucidar cuánto tiene LAURA de cine negro, resulta el elaborado y sugerente diseño de sus personajes a través de diálogos y situaciones difícilmente olvidables. Y sobrevolándolo todo y a todos está la hechizaste Laura de Gene Tierney.
      Un saludo.

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  4. Puestos a comentar curiosidades, al parecer, Tierney no fue la primera opción para la protagonista femenina. Jennifer Jones rechazó el papel y otro tanto Hedy Lamarr que, para explicar su decisión, comentó: "Me habían enseñado el guion pero no la banda sonora". Y es que la música de David Raksin, incluye una canción que forma parte de la iconografía cinematográfica de todos los tiempos.
    Magnífico el duelo actoral entre Cliffton Webb y Dana Andrews.

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    1. Conocía esas opciones previas a la elección final de Gene Tierney. También estuvimos en un tris de no poder admirar al gran Clifton Webb (a Preminger le costó convencer al desconfiado y prejuicioso Zanuck que prefería a Laird Cregar para incorporar a Waldo Lydecker).
      Si existe algún libro (no lo sé) sobre la intrahistoria de los castings hollywoodenses, a buen seguro que resultaría apasionante y puede que también divertido.

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  5. Francisco José González3 de junio de 2024, 20:38

    Obra maestra irrefutable y cierto, Cilfton Webb está magnífico como la bellísima Tierney y los secundarios. Inolvidable la escena de la "resurrección", con Dana Andrews curioseando antes entre las pertenencias de Laura en una de las formas más sutiles con las que se ha expresado el erotismo en cine. Los diálogos son fabulosos, ya solo por eso vale la pena verla. Y como sucede con otras joyas del noir, un aliciente más es la hipnótica voz en off. Una de las diez mejores cintas del cine negro y que podría estar perfectamente entre las diez mejores que uno haya visto.

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    1. Mencionar esa absorbente secuencia es hacerlo con el mejor momento de la película, incluyendo ese afinado apunte tuyo sobre el leve toque de erotismo indirecto que desprende del obsesionado y humeante detective McPherson que culmina con el retorno de Laura "de entre los muertos".
      Bueno, en cuanto a valoraciones, a estas alturas de la película, uno ya ha visto muchas películas... Lo de que situemos LAURA entre las diez mejores ya es una cuestión puramente subjetiva y dependerá también de las que cada cual haya visto a lo largo de su vida. Pero, no obstante, la cinta de Preminger acumula suficientes méritos para que muchos cedamos a la tentación de incluirla en ese hit-parade.

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