ADIÓS, CHARLIE (Goodbye Charlie)

(USA) 20th Century-Fox/Venice, 1964. 116 min. Color. CinemaScope.

Pr: David Weisbart. G: Harry Kurnitz, basado en la obra de George Axelrod. Ft: Milton Krasner. Mt: John W. Holmes. DA: Jack Martin Smith y Richard Day. Vest: Helen Rose. Ms: André Previn. Dr: Vincente Minnelli.

Int: Tony Curtis, Debbie Reynolds, Walter Matthau, Joanna Barnes, Ellen McRae (Ellen Burstyn), Laura Devon, Martin Gabel, Roger C. Carmel, Harry Madden, Myrna Hansen, Donna Michelle, Michael Romanoff, Anthony Eustrel.










SINOPSIS:
En el mundillo de Hollywood, durante la celebración de una fiesta loca en un yate de lujo, un escritor mujeriego es sorprendido en la cama con la esposa de un productor y muerto a tiros por su airado marido. Al poco tiempo, el difunto regresa al mundo reencarnado como una apetitosa rubia que con su actitud pondrá en serios aprietos al que fuera su mejor amigo antes de estos acontecimientos, en su anterior existencia.










COMENTARIO:
El vodevilesco material de base que proporcionó la obra teatral de George Axelrod, reelaborado por el formidable guionista Harry Kurnitz (responsable de los script para TIERRA DE FARAONES, TESTIGO DE CARGO, VOLVERÁS A MÍ, HATARI o EL NUEVO CASO DEL INSPECTOR CLOUSEAU) parecía en principio más adecuado para las afiladas garras de un Billy Wilder en su faceta más vitriólica, o incluso el Blake Edwards que, curiosamente, años después rodaría UNA RUBIA MUY DUDOSA (Switch), un remake inconfeso de este argumento. Es por eso que en su momento resultara sorprendente comprobar cómo había recaido en las elegantes y refinadas manos de Vincente Minnelli. El resultado, en cualquier caso, fue una gran comedia en la que el autor de BRIGADOON ( por primera vez trabajando fuera de la Metro que lo acogió durante décadas) sorteó con agilidad felina las escabrosidades del argumento, llevándolo siempre que pudo a su terreno desde el que manejó con habilidad los ingredientes que conformaban esa divertida y disparatada historia (antológico el sorpresivo gag del ascensor exterior acristalado) de la que, no obstante, acaba desprendiéndose un poso de melancolía salpicada de unas gotitas de vengativo ajuste de cuentas de Minnelli con la desagradecida productora del león. A propósito, reseñar también que tras CAUTIVOS DEL MAL y DOS SEMANAS EN OTRA CIUDAD, era la tercera vez que el director se acercaba a la fauna que habita la viciada trastienda de ese desalmado y hedonista mundo del cine (la amoralidad, la deslealtad y el engaño como estilo de vida, el éxito y el dinero como meta).

Para cerrar este breve comentario sobre ADIÓS, CHARLIE, debo referirme a los ímprobos esfuerzos de Debbie Reynolds -loables pero insuficientes- para escapar de su edulcorada imagen lo que a la postre solo consiguen evidenciar su inadecuación al papel (Lauren Bacall lo había representado en las tablas). Y eso quizás representa un pequeño lastre para el film pero, eso sí, suficientemente compensado por la excelencia del resto de sus compañeros de reparto, entre los que hay que destacar a un magnífico Tony Curtis y la desopilante caricatura que compone Walter Matthau de ese productor lúbrico y desalmado. 

ADIÓS, CHARLIE (Goodbye Charlie) (USA) 20th Century-Fox/Venice, 1964. 116 min. Color. CinemaScope. Pr: David Weisbart. G: Harry Kurnitz, ...