LA CONDESA DE HONG KONG (A Countess From Hong Kong)

(GB) Universal / Chaplin Film Productions, 1967. 120 min. Color.

Pr: Jerome Epstein y Charles Chaplin (sin acreditar). Ft: Arthur Ibbetson. Mt: Gordon Hales. DP: Don Ashton. Vest: Rosemary Burrows y (sin acreditar) Olga Lehmann. G, Ms y Dr: Charles Chaplin.

Int: Marlon Brando, Sophia Loren, Tippi Hedren, Sydney Chaplin, Patrick Cargill, Margaret Rutherford, Oliver Johnston, Michael Medwin, John Paul, Angela Scoular, Angela Pringle, Jenny Bridges, Bill Nagy. Cameos: Geraldine Chaplin, Charles Chaplin.











SINOPSIS:
Un diplomático americano, durante una escala en Hong Kong del barco en el que viaja, efectúa una escapada nocturna y conoce a una bella muchacha de origen ruso que se gana la vida como "señorita de compañía" en los bailes de la ciudad. Cuando nuestro hombre, tras una noche loca, reanuda su crucero, descubre que esa chica se ha colado en su camarote como polizón.










Marlon Brando y Sophia Loren recibiendo instrucciones del gran maestro Chaplin.

COMENTARIO:
La última realización de Charles Chaplin (de tenso rodaje a causa de diversas incidencias pero sobre todo por la saboteadora actitud de Marlon Brando) fue denostada por la crítica que en su día la tildó de cine rancio y chocheante. Injusta y cegata apreciación para una obra bañada por la serenidad, conmovedora en su romanticismo y por supuesto con la opción de un humor muy visual. En este sentido, no me resisto a mencionar las set-pieces del mayordomo Hudson (Patrick Cargill), la inenarrable Miss Gaulswallow (Margaret Rutherford) en su camarote, y el constante juego de puertas que se abren y cierran con los personajes irrumpiendo o desapareciendo. Todo ello, finalmente, impregnado con el aroma de un perfume de añoranza por el paraiso perdido (elemento clave es la evocadora música compuesta por Chaplin) de quien en esos momentos sospechaba o tal vez tenía ya la certeza de que había llegado al final de su trayectoria.

Han transcurrido más de seis décadas desde su estreno y si bien algunas de aquellas inmisericordes opiniones vertidas sobre LA CONDESA DE HONG KONG han ido decantándose hacia una más lúcida apreciación de sus virtudes, lo cierto es que aún sigue teniendo muchos detractores. Resulta poco alentador para un miembro de la vieja guardia -como el que suscribe-  tener que remar contracorriente para defender esta hermosa y fascinante película tratando de recolocarla en el privilegiado lugar que le corresponde.

Por eso, en ocasiones, cuando uno se encuentra en el borde de la soledad defendiendo sin respaldo algo en lo que cree o que le apasiona, resulta reconfortante encontrar un compañero de armas en la cruzada. En el recuerdo están mis enriquecedoras charlas con Juan Cobos a quien debo el inicio de mi “educación cinematográfica”.

Ciertamente, LA CONDESA DE HONG KONG es una preciosa, romántica y crepuscular obra maestra que, por cierto, Chaplin quiso haber rodado muchos años antes pero no pudo (entonces quería a Paulette Goddard para protagonizarla). Lo logró finalmente en su vejez y a pesar de las dificultades, ahí están unos intérpretes muy bien dirigidos (una estupenda y chaplinesca Sophia Loren) y una puesta en escena frontal, elegante y cristalina (mal entendida como teatral). Sí, una maravilla.

Si me empujaran a elegir las cinco mejores películas de Charles Chaplin, dudaría a la hora de elegir las otras cuatro, pero no con ésta. 

14 comentarios:

  1. Una opinión muy respetable sin duda pero dime por favor qué película de estas cinco quitarías para hacerle un hueco a esta: “La quimera del oro”, “Luces de la ciudad”, “Tiempos modernos”, “El circo” y “El gran dictador”. Qué difícil.

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    1. EL CIRCO en verdad nunca me gustó, y EL GRAN DICTADOR, aún considerándola muy audaz para el momento histórico en que se rodó, no es de mis favoritas... no sé, todo en ella resulta demasiado "evidente", incluído el famoso discurso final, digamos, muy demócrata-cristiano. Como ves, ya he eliminado dos de los cinco títulos que me propones, lo que nos permite incluir a UNA MUJER DE PARÍS y MONSIEUR VERDOUX.

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  2. También la recuerdo brillante, lo único que la vi hace mucho tiempo (quizá veinticinco años o más), así que ya me he propuesto revisarla para darte la razón de nuevo. Un gusto leerte siempre, Teo.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Gonzalo. Un cuarto de siglo es mucho tiempo para tener apartada una película de las características de LA CONDESA DE HONG KONG. Siempre que tengo oportunidad la comento y recomiendo con fervor. Quizás para intentar reparar en la medida de lo posible aquel desdeñoso recibimiento de que fue objeto en su día y la consecuente etiqueta de "obra fallida" que se le ha colgado desde entonces.
      Espero que no te sea difícil localizarla (está editada en blu-ray) y le hagas los honores de una revisión.
      Mientras, un abrazo.

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  3. No pasemos por alto la breve aparición del genial Charles Chaplin interpretando a un anciano camarero que se marea. He podido verla en dos ocasiones hace ya bastante tiempo, y la verdad, la película no mereció ser tan atacada y ese desprecio casi colectivo fue la puntilla en el final de la carrera de Chaplin.
    Un saludo.

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    1. Sí. Aquel cameo fue su última aparición en la pantalla. Parece que nos estaba diciendo "esto ya no es para mí; en cuanto termine y llegue a puerto, me jubilo". En el momento de su estreno fueron muy injustos con esta película, incluso crueles, tal vez porque la rodó demasiado tarde y los gustos del público habían cambiado y Chaplin -pensaban- pertenecía al "pasado".
      Un saludo.

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  4. Estoy de tu parte, soy una defensora de esta película. Me parece preciosa, con una música fantástica (cuánto me gusta ese "Love this is my song"), con escenas de humor que me arrancan la carcajada. Me encanta esa escena en que Natascha (Sophia Loren) está acompañada de Harvey (Sydney Chaplin) en la recepción del barco y le saltan los botones de su ajustado chaleco encima del mostrador y él, muy serio, le dice: "Se te ha caído el cambio". Y también el personaje del mayordomo, sencillamente genial.
    Sophia guapísima y Brando, más guapo aún (pero no le perdono ese comportamiento con Chaplin durante el rodaje). Y la historia, contada de una manera tan estilosa... No sé, creo que toda la película destila clase y vista ahora resulta incomprensible que siempre fuera tan maltratada.
    Un abrazo.

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    1. Lacerante realidad para quienes pertenecemos a una generación que fue "educada" en una concepción del cine (en especial, la comedia) ya entonces en retirada posiblemente por el cambio en los gustos del público y consecuentemente por la jubilación o muerte de los grandes cultivadores del género. Triste pero por otro lado, inevitable.
      Un abrazo.

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  5. Fascinante post, Teo. En cuanto a la película que comentamos y como admiradora de Chaplin, inclinarme de nuevo hacia su talento, ya sea interpretando, dirigiendo o componiendo. Obra maestra total, absoluta, redonda y con una banda sonora maravillosa, sobresaliente, inmensa y con un suave aroma de melancilía en su humor (aunque parezca un contrasentido).
    Saludos!

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    1. Primero, traspaso el término “fascinante” a la película, que lo es. En cualquier caso, gracias por lo que me afecta, Inma. Veo que ya formamos un pequeño grupo de entusiastas de la película. Más vale tarde...
      Un saludo.

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  6. Hace un par de meses vi por televisión "La condesa de Hong Kong". Sin discrepar, no llego a compartir la defensa entusiasta que haces de la peli. Resulta una comedia suave, elegante y a veces divertida, pero si hemos de compararla con "La quimera del oro"... Ya sé que tienen poco o nada que ver una con la otra, pero yo no dudaría en quedarme con aquella o con "Tiempos modernos". No sé...
    Un saludo.

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    1. Tu opinión sobre la película que comentamos es precisamente la más generalizada, lo que me lleva a pensar que los espectadores y los críticos habrán tenido siempre sus buenas razones para no emocionarse especialmente con ella. También porque puede resultar muy osado ponerla por encima de esos títulos tan sagrados que mencionas en tu comentario. Hay una tercera posibilidad y es la de que me esté haciendo viejo como Chaplin cuando la rodó. Pero no me desdigo: es una maravillosa obra maestra a la que he visitado muchas veces (y supongo que seguiré haciéndolo mientras me quede lucidez).
      Un saludo.

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  7. Hola, Teo. Elijo esta entrada sobre “La condesa de Hong Kong” porque soy, como tú, una defensora de esta película. Me parece una obra preciosa, con una música maravillosa. Como a Aurora me parece un momento muy divertido ese en que Natascha está acompañada de Harvey y a ella le saltan los botones de su chaqueta encima del mostrador de la recepción y él le suelta eso de "se te ha caído el cambio". Y las nerviosas monerías del mayordomo Hudson, como coyuntural marido de Natascha.
    Aquí se ha tocado lo de la elegante puesta en imágenes de la película y estoy de acuerdo. A este respecto, me fascina ese travelling que va precediendo a las tres “condesas” cuando salen del tocador y se dirigen a la mesa de sus clientes. Es un buen ejemplo, no?.
    Un saludo.

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    1. Siempre gusta sentirse respaldado en el entusiasmo personal por una determinada obra masivamente denostada. Ciertamente, LA CONDESA DE HONG KONG merece todos los elogios que desgranas, Flor, incluido ese hilarante momento de los botones de la Loren saltando sobre el mostrador. Pero me alegra de manera especial tu mención del travelling, suave y magestuoso, ejecutado en semicírculo, acompañando a esas tres mujeres muy conscientes de su papel y dispuestas a ejercerlo con dignidad. ¡Magnífico instante!
      Un saludo.

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