LA SIRENA Y EL DELFÍN (Boy on a Dolphin)
(USA) 20th Century-Fox, 1957. 111 min. Color. CinemaScope.
Pr: Samuel G. Engel. G: Ivan Moffat y Dwight Taylor, basado en la novela de David Divine. Ft: Milton Krasner. Mt: William Mace. DA: Lyle R. Wheeler y Jack Martin Smith. Vest: Charles Le Maire. Ms: Hugo Friedhofer. Dr: Jean Negulesco.
Int: Alan Ladd, Clifton Webb, Sophia Loren, Jorge Mistral, Alexis Minotis, Laurence Naismith, Piero Giagnoni, Gertrude Flynn.
SINOPSIS: Una muchacha griega que se gana la vida buceando en busca de esponjas, durante una de sus inmersiones descubre accidentalmente una antigua escultura de bronce sumergida en el mar. Un arqueólogo americano y un riquísimo coleccionista de piezas de arte intentarán conseguirla, cada uno a su manera.
COMENTARIO: Un prólogo punteado por una bonita música de sabor étnico pretende fijar el contexto geográfico en el que se desarrollará la historia que van a contarnos. A continuación, aparecen unos títulos de crédito subacuáticos tras los cuales nos presentan el personaje de Fedra (Sophia Loren) en una breve y "húmeda" secuencia que despeja nuestras dudas -si las hubiera- sobre las intenciones de la película que no fueron otras que las de promocionar el contundente físico de la Loren en el mercado internacional. Desde esta premisa, lo que vamos a ver (y disfrutar) será una atractiva aventura romántica enmarcada en escenarios de tarjeta postal como venía siendo costumbre por aquella época en los Scopes de Jean Negulesco para la Fox, un director muy subvalorado, en mi opinión. Sin alcanzar la refinada precisión de un Cukor o un Minnelli, tiene, no obstante, títulos muy interesantes en su dilatada filmografía. Y el que ahora comentamos es uno de mis favoritos.
La nota curiosa la puso la insensata (o tal vez perversa) elección del bueno de Alan Ladd, intentando mantener el tipo en un rodaje que le proporcionó muchas humillaciones y hasta una grave depresión y al que imaginamos en su llegada a Grecia para rodar los exteriores del film descubriendo (demasiado tarde) el descomunal tamaño de su oponente femenina, una Sophia Loren sin desasnar iniciando su carrera americana, máximo punto de atracción de esta película, como apuntábamos más arriba. No obstante, los mejores momentos nos los proporciona el malévolo y refinado Clifton Webb, siempre magnífico.
No conocía esta película, parece atractiva, y es que a Jean Negulesco lo tengo más bien poco estudiado. Voy a ver si la localizo. Gracias por seguir descubriéndonos títulos a quienes tenemos lagunas.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, Cal, Negulesco tiene algunos títulos de culto como la modesta pero excelente THE MASK OF DIMITRIOS (!944) y potentes melodramas con tintes negros como HUMORESQUE (1947), BELINDA (1948) y EL PARADOR DEL CAMINO (1948). Eso fue antes de su glamurosa etapa Scope (él fue el encargado de rodar la primera película en ese formato, CÓMO CASARSE CON UN MILLONARIO). Tienes que conocerle.
EliminarLA SIRENA Y EL DELFÍN por razones (alguna de ellas) muy subjetivas, lo reconozco, es una película que nunca me canso de revisar desde hace más de cincuenta años. Eso no la convierte en una obra maestra, ni mucho menos, pero... En otros comentarios ya daré más detalles, si vienen al caso.
Un saludo.
Sí, he visto esta película pero debe hacer tantos años que que la tengo muy olvidada. Mientras leía tu comentario sobre ella y viendo las fotos acudían a mi recuerdo algunas imágenes. Yo soy una admiradora de Sophia Loren. Además de por su impactante belleza, la admiro como actriz. Siempre digo que nadie sabe llorar como ella en el cine. Una lágrima suya equivale a cien mías... Me encanta en “Los girasoles”.
ResponderEliminarQué grandísimo actor Clifton Webb, a mi madre le encanta. Pero qué poco me transmite Alan Ladd.
Lo de "una Sophia Loren sin desasnar" me ha hecho sonreír... Un beso, Teo.
Hola, Inma: Existen ediciones de esta película en DVD y Blu-ray (aunque no recientes) con una calidad de imagen y sonido más que aceptable en el caso del blu-ray, por si estás interesada en revisarla.
EliminarPor supuesto que Sophia Loren tiene en su haber espléndidos trabajos como actriz. Pero por la época en que se rodó LA SIRENA Y EL DELFÍN, eso estaba por descubrir y era la agresiva contundencia de su anatomía el gran reclamo de su presencia en las películas en que intervenía. Y supongo que tus lágrimas valen tanto como las suyas, o más, dado que las que hemos visto de ella en la pantalla tienen truco en razón de su profesión.
En cuanto a lo que dices de Alan Ladd, has tocado mi punto flaco, mi talón de Aquiles como cinéfilo serio, porque Mr. Ladd ha sido desde mi niñez mi actor favorito (oh, sí!) cuando le descubrí en RAÍCES PROFUNDAS. Pero que esto quede entre tú y yo.
Un abrazo.
Está claro que la película se hizo para el lucimiento de Sophia Loren que a mí me parece, además, como ha dicho Inma, muy buena actriz tanto en drama como en comedia. Recordémosla en "Los girasoles", "Dos Mujeres" y “Una jornada particular”, pero también en “Arabesco” y “La condesa de Hong Kong”.
ResponderEliminarEn cuanto a Alan Ladd, en contra de otras opiniones, siempre me ha gustado; por ejemplo en la que considero su mejor película, “Raíces profundas”, resulta mítico, y en aquellos estupendos “noir” de los años cuarenta formando pareja con Verónica Lake. Posiblemente podrían haber sacado más partido de este actor o después del western de George Stevens haber elegido mejor sus papeles y así su declive tal vez no hubiera sido tan rápido.
Saludos.
Hace poco tuve la ocasión de volver a ver al cabo de muchos años, dos films de la Loren, LA LADRONA, SU PADRE Y EL TAXISTA de Dino Risi, y EL SIGNO DE VENUS de Alessandro Blasetti, comedias costumbristas con numerosos elementos heredados del neorrealismo, en las que ella constituía una auténtica bomba erótica y a la vez mostraba (como podía) sus dotes de buena actriz capaz de cambiar de registro dentro de la misma película, pasando de escenas desgarradoras a otras de cómica ligereza con esa sorprendente (y efectiva) mezcla de agresividad y displicencia. Respaldada y arropada siempre por el poderoso Carlo Ponti (a la sazón, su marido), tuvo la oportunidad de trabajar, como bien sabes, con directores de la categoría de Stanley Kramer, Henry Hathaway, Anthony Mann, Negulesco, Cukor, Chaplin, Donen, De Sica... En fin, que la mujer siempre se lo montó muy bien.
EliminarVolviendo a Alan Ladd, fue precisamente RAÍCES PROFUNDAS la película que más me impactó en mi niñez. Viví aquel western en la piel del niño Joey y como él sentía un gran apego y una admiración sin límites por ese pistolero misterioso, parco, romántico y generoso que calladamente se enamora de la madre. Entonces, yo quería ser, cuando creciera, como Alan Ladd. Desde aquellos lejanos tiempos he permanecido pillado por ese menospreciado actor. Algo de él ya he dicho en los post dedicados a GIGANTE de George Stevens (él iba a hacer el papel de James Dean), y también lo haré cuando les llegue el turno a LA NOVIA DE ACERO de Gordon Douglas, LOS INSACIABLES de Edward Dmytryk y ARIZONA, PRISIÓN FEDERAL de Delmer Daves.
A todo esto, no hemos hablado gran cosa de LA SIRENA Y EL DELFÍN.
Un saludo.
Jean Negulesco tiene algunas películas interesantes. Una que mencionabas más arriba, "The Mask of Dimitrios", me parece una joyita del cine negro muy rara y atractiva. Ésta que reseñas la he visto hace muy poco porque tengo ese blu-ray que mencionas, Teo.Tiene una bonita historia, aunque quizás poco original, y está contada con esa ligereza narrativa que exhibían aquellos expertos y disciplinados realizadores contratados por las productoras durante años. Aunque no existe mucha química entre Ladd y Sophia Loren, la trama funciona muy bien. Estoy de acuerdo que lo más interesante son las intervenciones de Clifton Webb. Yo siempre le veo como Waldo Leideker, ya sabéis, el de "Laura". No puedo evitarlo.
ResponderEliminarPor cierto, tenía entendido que la primera película rodada en cinemascope fue "La túnica sagrada". ¿Estoy equivocado? Lo saco a colación porque en la respuesta al comentario de Cal Trask te referías a otra.
Un saludo.
Jean Negulesco era pintor (por lo visto, bastante bueno) y diseñador antes de que accediera a la dirección de películas. Eso le capacitó para elegir, muchas veces de manera magistral, los encuadres, la composición y los colores ¡menudo partido le sacó al formato Scope!
EliminarTienes razón, la presencia del gran Clifton Webb en cualquier película siempre nos remitía a su inolvidable personaje de LAURA.
Respecto a esa duda sobre cuál fue la primera película rodado con el sistema CinemaScope, te remitiría al último párrafo de la reseña que escribía hace unos meses en este blog sobre CÓMO CASARSE CON UN MILLONARIO. Pero, bueno, no me importa volver a comentarlo: La mencionada comedia fue el primer rodaje efectuado en ese formato. Sin embargo, LA TÚNICA SAGRADA, aún habiéndose rodado poco después, fue estrenada antes que la de Negulesco porque sin duda los ejecutivos de la Fox consideraron más eficaz y rentable presentar al público la nueva pantalla ancha y el sonido estereofónico con un film de características espectaculares.
Un saludo.
En mi opinión, el personaje que incorpora el actor español Jorge Mistral tiene la suficiente presencia e importancia en la película como para que su nombre figurase en el reparto al mismo tamaño que los tres protagonistas. Sin embargo, va en quinto lugar detrás de Alexis Minotis y con letras más pequeñas. Por cierto, ese Alexis Minotis le recuerdo muy bien como el sumo sacerdote de "Tierra de faraones".
ResponderEliminarUn saludo
Tienes toda la razón, Fernando, en lo referente al personaje de Rhif. A pesar de que el valenciano Jorge Mistral en esa época era ya una estrella en España. Italia y toda Latinoamérica, y de haber protagonizado películas al lado de Aurora Bautista, María Félix e Yvonne de Carlo, no tuvo en los títulos de crédito de LA SIRENA Y EL DELFÍN el lugar y tamaño de letra que merecía; por la importancia de su papel, su nombre debería en justicia ir en cuarto lugar justo después de Clifton Webb. Alguna cláusula en el contrato? Vaya usted a saber.
EliminarUn saludo.
Esta película la he visto por televisión no hace demasiado. Cuando se estrenó en los cines calculo que yo no había nacido, pero imagino el impacto que debió producir allá por los últimos años cincuenta esa escena en que Sofia Loren surge del mar sin más indumentaria que un vestido empapado pegado a su piel y atado entre las piernas para que hiciera las veces de bañador. Los españolitos de entonces debieron flipar en cinemascope y technicolor. Y las españolitas, muertas de envidia y "celos". Es una película que me gustó, pero si no fuera por aquella Sophia Loren, sería poca cosa.
ResponderEliminarSaludos.
A poco que imagines (porque no lo viviste) los estrechos cauces por los que discurrían en este país los criterios censores de la época, deberías suponer que ese "impactante" momento de la película fue debidamente aligerado por la Junta de Censura que eliminó de manera inmisericorde los planos húmedos de Sofia. Una vez cometida tal fechoría, la película fue "clasificada para todos los públicos" (por eso pude verla yo, siendo niño, en un cine de Valladolid, allá por 1960). En fin, cosas del pasado remoto.
EliminarUn abrazo.