ALATRISTE

(Esp) Estudios Picasso / Origen / Universal Global Networks, 2006. 143 min. Color.

Pr: Antonio Cardenal y Álvaro Augustín. Pr Ej: Íñigo Marco y Belén Atienza. G: Agustín Díaz Yanes, basado en las novelas de Arturo Pérez-Reverte. Ft: Paco Femenia. Mt: José Salcedo. DA: Emilio Ardura y Benjamín Fernández. Vest: Francesca Sartori. Son: Pierre Gamet. Ms: Roque Baños. Dr: Agustín Díaz Yanes.

Int: Viggo Mortensen, Elena Anaya, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Javier Cámara, Eduardo Noriega, Ariadna Gil, Juan Echanove, Pilar López de Ayala, Antonio Dechent, Blanca Portillo, Enrico Lo Verso, Francesc Garrido, Jesús Castejón, Cristina Marcos, Alex O’Dogherty, Francesc Orellá, Luis Zahera, Nacho Pérez, Nadia de Santiago, Pilar Bardem, Francisco Tous, David Reymonde, Tomás del Estal, Simon Cohen, Jesús Ruyman.










SINOPSIS:
A mediados del siglo XVII, Diego Alatriste tras cumplir como soldado en los tercios de Flandes, regresa con la promesa de cuidar del hijo de un compañero caído en combate. Al llegar a Madrid, se encontrará un imperio en decadencia que, dominado por las intrigas y la corrupción, es manejado por el Conde Duque de Olivares. Reconvertido en mercenario, Alatriste se verá envuelto en una turbia conspiración palaciega a la vez que sus problemas personales se multiplican.









Una última imagen de Diego Alatriste, un hombre dispuesto a llevar su coherencia hasta la muerte.

COMENTARIO:
Titánico esfuerzo del cine español por elevarse sobre el raquitismo endémico de su industria. La película responde, más allá de su tamaño como espectáculo, a las expectativas de un trabajo realizado sobre el andamiaje de un competente guión alimentado por la base literaria de las novelas de Pérez Reverte, equilibrado, con buenos y reveladores diálogos y puesto en imágenes que recogen con dureza y presunta fidelidad toda la oscuridad, miseria e ignominia de una España, la de Felipe IV, miserabilizada y aplastada por el poder, en cuyas calles la gente era empujada por la injusticia y el miedo (poderosos apuntes de lo que significaba la Inquisición) a una vida de delincuencia, hambre y desesperanza. En ese cambiante momento histórico en el que todo empezaba a venirse abajo, la figura de Diego Alatriste y su reducido grupo de fieles amigos son dibujados como personajes nada pragmáticos, crepusculares, desplazados, que desde el último reducto de su dignidad, se rigen y actúan de acuerdo a un código de honor y lealtad que los convierte en elementos incómodos, coyunturalmente utilizables por las cloacas del poder y luego desechables por ese no acomodamiento a las circunstancias que les rodean y por tanto, condenados a la extinción (a este respecto, casi se hace inevitable su comparación con los de GRUPO SALVAJE y algunas otras películas de Peckinpah).

La puesta en escena de Agustín Díaz Yanes (al que debemos reconocer su habilidad para obtener un extraordinario rendimiento visual a partir del presupuesto disponible), adecuadamente tenebrista, contiene en la estética y composición de los encuadres, voluntarias referencias a Velázquez, Solana y otros pintores y alterna momentos de gran inspiración y belleza con otros que denotan ciertas limitaciones de concepción que lamentablemente impiden a la cinta alcanzar –por muy poco– la categoría de obra maestra. 

Justa mención merecen los excelentes trabajos interpretativos a cargo de Javier Cámara dando vida al Conde Duque de Olivares, Eduard Fernández (extraordinaria su última escena en la película), Elena Anaya y la siempre hechizante Pilar López de Ayala cuyo personaje pedía a todas luces una mayor atención y extensión. Viggo Mortensen, físicamente da un convincente Alatriste, pero le pierde su dicción en castellano. 

13 comentarios:

  1. Aunque la filmografía de Agustín Díaz Yanes es muy corta, ya digo que es un tipo muy irregular, los saltos cualitativos entre sus películas resultan desconcertantes. Diría que es un director al que le falta un hervor si no fuera porque "Alatriste" la considero su obra mayor, una película madura y redonda. Pero tiene otras muy malas como "Solo quiero caminar", esa secuela de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", tan desestructurada que parece que iban escribiendo el guión según rodaban, o ese multiestelar “totum revolutum” que es “Sin noticias de Dios”. Ahora no recuerdo bien "Oro", que también estaba basada en un relato de Pérez-Reverte. Tengo que volver a verla.
    Saludos.

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    1. Si algo me queda claro en el caso de algunos buenos directores españoles (para no salirnos de ámbito) es que, efectivamente, a sus películas –hablo de aquellas que consideramos sus mejores trabajos– con frecuencia suele faltarlas ese hervor al que te refieres para alcanzar la redondez. Y las más de las veces, a causa de un guión que cojea por un deficiente pulido, por fallos de estructura, o ese mal endémico de no saber cómo cerrar con coherencia y brillantez una buena historia. Le ocurre, por ejemplo, a la mayoría de las películas de Alex de la Iglesia. Así pues, Gonzalo, no temas afirmar que el cine de Díaz Yanes adolece de estos desequilibrios, lo que explica ese zigzagueo en los niveles de interés de su filmografía.
      Un saludo.

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  2. “Alatriste” es una de esas películas muy promocionadas en su día pero de las que luego, pasado un tiempo, es decir, ahora mismo, ya casi nadie se acuerda. A mí me gustó mucho las dos veces que la he visto y ya me han entrado ganas de verla de nuevo animada por tu estupendo comentario sobre ella.
    Resulta extraño que Agustín Díaz Yanes no haya continuado su carrera de una manera más regular. ¿Autoexigencia, o ninguneo de la industria? Creo que solo ha rodado tres películas desde "Alatriste" y una ni siquiera está estrenada.
    Saludos.

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    1. Hace unos nueve años a alguien se le ocurrió retomar el personaje del capitán Alatriste y se rodó una serie televisiva de escaso mérito artístico. Esta vez el olvido estaba plenamente justificado. Por lo demás, aquí estamos nosotros para redescubrir la película de Díaz Yanes a los espectadores "desmemoriados", o para revelar su existencia a quienes no la conozcan e invitarles a un visionado reparador.
      En cuanto a la continuidad profesional de este realizador, me temo que su futuro no es muy halagüeño. Como apunta Gonzalo Labat más arriba, dos años después de ALATRISTE rodó una desafortunada secuela de NADIE HABLARÁ DE NOSOTRAS CUANDO HAYAMOS MUERTO y luego ORO, una incursión en ese capítulo de la Historia de los “conquistadores” españoles en América en busca de El Dorado; un ejercicio con dientes de sierra a caballo entre Herzog y Saura. Ahora tiene pendiente de estreno UN FANTASMA EN LA BATALLA, una película de la que apenas tengo información salvo que argumentalmente nos cuenta la peripecia de un guardia civil infiltrado en ETA durante más de una década localizando sus escondites en el sur de Francia. Veremos.
      Un saludo.

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    2. Dejaba algo en el tintero: me flipa esa comparación que estableces entre “Alatriste” y "Grupo salvaje". Es que resulta verdad; pongamos que los personajes de Alatriste y Copons se corresponden en en su filosofía de vida y en su relación con los que interpretaban William Holden y Ernest Borgnine en la de Peckinpah. Ahora lo veo con una claridad meridiana.

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  3. J.A. Marcelino Díaz24 de febrero de 2025, 9:55

    Según supe en su momento, la película tuvo mucho éxito en China. Que en España el mercado cinematográfico de unos cuantos chinos no parece interesar, queda claro. Nos sobran espectadores y dinero para aprovechar el tirón. No vamos a ser tan locos de vender nuestro pasado imperial a esos orientales, joder. ¿pero qué van a pensar de nosotros, ostras? Que prosigan los americanos en su empeño en venderles pelis de superhéroes, aunque a los chinos les importe un comino. Los yanquis carecen de historia, pero les sobran cerebros... ¿No?

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    1. No estoy muy seguro de haber entendido el sentido de tus palabras... tal vez no he sabido captar lo que de ironía acaso puedan tener. Lo importante, en cualquier caso, son las buenas películas (que no abundan), cuenten lo que cuenten, las vean quienes las vean.

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    2. J.A. Marcelino Díaz24 de febrero de 2025, 15:06

      Estoy contigo, desde luego. El cine puede ser un arte en sí mismo. Pero desconcierta la extraña mentalidad que se estila en este país, donde el concepto de "show business" parece no ir con nosotros. El cine se hace con dinero, que genera películas que hacen dinero.

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    3. Generalizando, el cine es un arte industrial. Esto creo que ya lo he dicho en más de una ocasión.

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  4. La maldición de las películas que tienen una base literaria de “prestigio”, o muy conocida por el público como es el caso de las novelas de Pérez-Reverte, es la comparación libro/película, algo que al parecer resulta inevitable. En cierto modo eso puede explicar la escasa valoración que en su día tuvo por parte de algunos la cinta de Díaz Yanes. Por otro lado, esas elipsis en la narración tal vez se deban a la pretensión de abarcar varios libros, pero por encima de ello, afirmaría que la adaptación de “Alatriste” puede ser calificada con un sobresaliente. Tú explicas bien sus virtudes, así que estamos de acuerdo.
    Saludos.

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    1. Es cierto que la película en su narrativa recurre en ocasiones a la elipsis para saltar en el espacio y el tiempo. Es un método tan válido como cualquier otro de los utilizados en el cine, y su oportunidad o eficacia depende del grado de inspiración y talento con que se utilice para hacer avanzar la narración, mantener o alterar un determinado ritmo, o para sugerir al espectador elementos de la historia que no necesitan ser explicitados visualmente. Cierto que Díaz Yanes ha utilizado todo el material de la primera novela y algunos pasajes de las otras para poder "cerrar" la historia, pero no veo que pudiera ser ese el motivo de las rupturas que aludes, aunque –desde tu óptica– no lo descarto.
      Seguro que tú y yo, si nos ponemos a recordar, aparecerán en nuestra memoria algunos títulos por los que fuimos sorprendidos con elipsis narrativas brutales que en un primer momento pudieron parecernos "saltos" en la narración pero más tarde se nos revelaban como aciertos no exentos de audacia. En el caso de ALATRISTE las motivaciones ignoro si fueron de índole presupuestaria o para dotar de más "rapidez" a la película (me consta que en el montaje final se eliminaron algunas escenas que en opinión de los responsables no aportaban información sensible o resultaban redundantes).
      Un saludo.

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