CARTA DE UNA DESCONOCIDA (Letter from an Unknown Woman)
(USA) Universal / Rampart, 1948. 88 min. BN.
Pr Ej: William Dozier. Pr: John Houseman y (sin acreditar) Joan Fontaine y Nate Blumberg. G: Howard Koch y Max Ophüls (sin acreditar), basado en la novela de Stefan Zweig. Ft: Franz Planer. Mt: Ted J. Kent. DA: Alexander Golitzen. Vest: Travis Banton. Ms: Daniéle Amfitheatrof. Dr: Max Ophüls.
Int: Joan Fontaine, Louis Jourdan, Mady Christians, Marcel Journet, Art Smith, Carol Yorke, John Good, Howard Freeman, Leo Pessin, Erskine Sanford, Otto Waldis, Betty Blythe.
SINOPSIS: Los recuerdos de un mujeriego concertista de piano evocados por la carta que una mujer a la que sedujo en el pasado, le envía desde su lecho de muerte. Olvidada por él desde hace años, ella ha continuado amándole durante todo ese tiempo.
COMENTARIO: En su exilio americano, el alemán Max Ophüls, tras muchas dificultades para abrirse camino en la Meca del cine, logró realizar allí cuatro películas entre 1947 y 1949, tres de ellas resultaron obras importantes, entre las que destaca esta embelesante película, una de las cumbres del cine romántico (junto a títulos como JENNIE y EL FANTASMA Y LA SRA. MUIR), bañada por una vaga tristeza (también como aquellas) y que compendia todas las virtudes, no siempre reconocidas, que adornaron su cine: la elegancia formal al servicio de la historia, una sutil introspección en el alma femenina y el estudio de algunas patologías del amor. CARTA DE UNA DESCONOCIDA es una tragedia en la que de nuevo la mujer vuelve a ser la víctima del egoísmo del hombre y de la fatalidad (recordad sus dos versiones de LIEBELEI), narrada con un rigor clásico con frecuencia definido por suaves y prolongados movimientos de cámara y enmarcado en la belleza de una Viena de ensoñación, recreada en decorados.
Joan Fontaine, para quien esto escribe una de las mejores actrices que nos ha dado el cine de Hollywood (bastaría para confirmarlo rememorar sus composiciones en REBECA, SOSPECHA, NACIDA PARA EL MAL y MÁS ALLÁ DE LA DUDA), está magnífica transmutándose en las diferentes edades de la obsesionada protagonista. Dicho lo cual, hasta Louis Jourdan consiguió parecernos buen actor.
Como bien señalas, cumbre del cine romántico; una película fascinante, casi onírica, una obra maestra imperecedera.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, una película en verdad fascinante impresa en la memoria de aquellos que añoramos una cierta concepción del cine que en la actualidad viene siendo ignorada y aplastada por un público de plataformas y series. Los de la vieja guardia (hablo por mí) aquí estamos procurando mantener encendida la antorcha.
EliminarUn saludo.
Maravillosa película que he visto varias veces. La historia de una obsesión, así defino siempre esta historia contada en un precioso blanco y negro, con unas imágenes de una belleza y profundidad que muchas veces no necesitan de diálogos. Me encanta la escena en que ella, siendo aún una adolescente, le mira a través de los cristales de la puerta, como escondida. También he leído más de una vez la novela de Stefan Zweig, siempre la tengo en mi mesilla de noche. Me gusta mucho la selección de instantáneas que has elegido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cómo no compartir tus emociones, Flor. Llámame romántico y decadente, pero las suaves y a la vez poderosas imágenes de la película me hacen sentir con intensidad esa triste, triste historia de amor como si yo fuera uno de los dos protagonistas.
EliminarUn abrazo.
Una de las mejores películas de Max Ophüls que es mucho decir. Cada cinta de este director es un regalo para el espectador desde su estilo inconfundible con movimientos de cámara y largos planos secuencia; si a eso le añadimos una historia bien contada, la cumbre del romanticismo, entonces nos queda una obra maestra.
ResponderEliminarSaludos.
Por cierto varios comentarios míos se han debido perder en el limbo de la blogosfera (a lo mejor se quedaron en el spam).
Se dice que "más vale tarde que nunca". Pero resulta triste que autores de grandes obras no fuera reconocida su valía hasta después de muertos. Un caso evidente es el de Max Ophüls. En el mejor de los casos, en su día, se le tildaba de estilista y cineasta exquisito y ahí se quedaba la cosa. Bueno, eso era solo la superficie de sus películas. Yo mismo he tardado en penetrar, siquiera un poco, en el sentido y significación de su "estilo".
EliminarRespecto a eso que comentas sobre la desaparición de comentarios tuyos; la verdad es que no estoy seguro a lo que te refieres ni lo que pueda haber ocurrido. Cítame algún título en este blog sobre el que hayas comentado y lo escrito por ti no haya quedado reflejado. Si eso ha sucedido, ignoro el motivo.
Mientras, un saludo.
Ha sucedido en varias ocasiones, recuerdo la última cuando te escribí un comentario sobre Moby Dick.
EliminarCaramba! En efecto, en el post de MOBY DICK no aparece tu comentario. Sin embargo, metiéndome en las "tripas" de mi blog, sí consta (con fecha de 1 de febrero). Extraño fenómeno del que no acierto a averiguar su razón. Así pues, reproduzco aquí tu rescatado texto por si deseas colocarlo de nuevo, esta vez sin fallos, o si lo prefieres, puedo hacerlo yo, o intentarlo. Ahí va:
Eliminar"Extraordinaria película, una hazaña la de adaptar al cine la célebre novela de Melville (muchas veces comentada por tantos, pero tan poco leída en su versión íntegra; la recomendamos), tan excepcional como la aventura en sí misma. Una cinta muy dura de rodar (se filmó en nuestras islas afortunadas con más de un percance, que casi se cobra la vida de Gregory Peck), pero con un resultado más que bueno. Ni siquiera el propio Huston creía en Peck, que fue más bien una imposición de la productora, pero visto el rendimiento que daba en la gran pantalla al final se mostró satisfecho por lo realizado.
Saludos."
Una de esas películas que hacen grande el cine. Una historia muy triste y hermosa al mismo tiempo. Es terrible pensar como, en ocasiones, el ser humano se deja arrastrar por el éxito perdiendo de vista lo más importante, y cuando por fin es consciente de su error ya es demasiado tarde. En esta historia, ella, a pesar de ser la que más ha sufrido, es sin embargo la más afortunada. No siempre la vida nos otorga la oportunidad de sentir el amor de forma tan sublime, aunque este no sea correspondido. Gracias por habérnosla recordado.
ResponderEliminarUn abrazo.
No puedo por menos que acompañarte en esa sintética descripción de la estupidez humana (las más de las veces, masculina), de sus consecuencias y de cómo el amor acaba por redimir tanto a quien lo siente y vuelca (aunque en este caso, con un toque de obsesión) como al sujeto de tan inmerecido regalo. Las lecciones no se aprenden, o se aprenden tarde, sí, suele ocurrir así.
EliminarUn abrazo.
Es difícil encontrar en el cine un sentimiento amoroso que emane tanto patetismo como el de Lisa (a mi entender, la mejor interpretación de la Fontaine), como complicado resulta hallar ahora a cineastas equiparables a la talla del genial Ophüls, autor que elevó a la quintaesencia artística el melodrama romántico. "Carta de una desconocida" es, simplemente, una película perfecta, dolorosa, inolvidable, maravillosa, eterna... una cumbre del séptimo arte. Amo este filme profundamente, pero es que también amo "La ronda", "El placer", "Madame de..." o la mutilada "Lola Montes". Qué grande era Ophüls y qué poco se le ha sabido valorar. Cuestión de tiempo en cualquier caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Considero tu comentario como otro peldaño en la reivindicación de este orillado director. En la línea en que respondía al comentario de Ethan, la verdad es que hay algunos grandes autores que nunca fueron realmente "descubiertos" por la crítica de su época ni por el gran público, para quien sin duda ellos hacían sus películas, y han quedado tardía y lamentablemente relegados a esa parcela en la que le rinden culto unos cuantos cinéfilos que ya peinamos canas y algún perspicaz detective cinematográfico como podría ser tu caso.
EliminarUn abrazo.
Creo que Max Ophuls ha gozado desde hace muchos años de un enorme prestigio entre la crítica especializada y son numerosos los ciclos retrospectivos, referencias y homenajes que se le tributan por filmotecas y algún festival del tipo de Valladolid. Quiero decir con esto que no es de los directores más olvidados, ni mucho menos.
ResponderEliminarHabré visto unas seis o siete películas de él y "Carta de una desconocida" es la que más profundamente me llega, aún reconociendo que "Lola Montes" resulta más compleja y audaz.
Saludos.
Cuando más arriba hablaba de autores relegados al olvido, estaba pensando en otros nombres pero también en Max Ophüls que sí ha recibido, como dices, un cierto reconocimiento a lo largo de los años. Pero a él y a los demás esa consideración, ese “descubrimiento”, como suele ocurrir a menudo, les llegó demasiado tarde, ya en el paro o habiendo muerto. Las películas de Ophüls se exhiben muy poco, a excepción, tal vez, de esta que comentamos que suele verse (en malas condiciones) de vez en cuando en pases televisivos y algunas otras (MADAME DE..., LA RONDE, LE PLAISIR) que en estos últimos años han sido rescatadas en cuidadas ediciones digitales (no obstante, abandonemos toda esperanza de poder ver LOLA MONTES restaurada tal como la concibió su autor).
EliminarUn saludo.
Siempre estará entre mis películas favoritas de la historia del cine y su director es uno de los grandes, que nos ha dejado un puñado de obras maestras incuestionables.
ResponderEliminarIgnoro el motivo por el que existe una manifiesta tendencia a estimar en menor medida aquellas películas más vinculadas al romanticismo, tal vez en la presunción incorrecta de su facilidad o agrado para con el gran público cuando en realidad, en tal caso, se deambula en un solar plagado de prejuicios, esquivas y suspicacias. Es más que probable que en realidad la erudición trence mal con viajes introspectivos al universo afectivo en su superficie más barroca, adornada, rosa o evidente.
Y es precisamente por eso, por lo que obras como ésta alcanzan las más altas cotas. Cada vez que veo "Carta de una desconocida" me gusta más y soy consciente de su descomunal dimensión. Afirmo sin lugar a dudas que ésta y "El fantasma y la Sra. Muir", entre otras más obviamente, son mis favoritas del género.
Un fuerte abrazo.
Ya ves, Francisco, que estamos de acuerdo. Si a esta película y la mencionada EL FANTASMA Y LA SRA. MUIR, añades la brumosa, evocadora, melancólica y maravillosa JENNIE de William Dieterle, forman ese trío (que apunto en mi comentario) de películas que necesito ver al menos una vez al año para mantener mi equilibrio emocional.
EliminarUn abrazo.
Otro director injustamente olvidado. El pobre murió de pena tras el fracaso de esa maravilla que es Lola Montes. James Mason contó una vez que lo vio llorar cuando un productor descreído ordenó quitarle su vieja grúa. Ya sabemos que Max Ophuls era uno de los directores más elegantes del mundo y nadie conseguía rodar los travelling como lo hacía él. Sus planos-secuencia te dejaban completamente hipnotizado.
ResponderEliminarComo información, Stefan Zweig, el autor de la novela en que se basa la película, se suicidó junto a su mujer porque ya no le gustaba el mundo que venía. Por cierto, será cosa mía, cómo se parecía Ophuls físicamente a Buñuel.
Un cordial saludo.
Nada que objetar a esas sentidas palabras tuyas en torno a Max Ophüls y su cine. Así estaban las cosas y así terminaron para Ophüls, con su LOLA MONTES mutilada y remontada. En el cine (un arte industrial, no lo olvidemos) siempre han ocurrido cosas así, desmanes de la incomprensión y la barbarie mercantilista.
EliminarUn saludo.
Una película que sobre el papel tenía todos los ingredientes para encandilarme. Esperé la oportunidad y pude verla en TV. Sin embargo, por motivos que yo misma no alcanzo a comprender, me decepcionó. Cierto es que considero esta película como la mejor de Ophuls, la más trabajada, y es la última de él que he visto. Previamente conocía "Madame de...", "Lola Montes", "El placer", "Almas desnudas" y todas ellas se me han hecho largas y tediosas. No logro empatizar con sus personajes, la tragedia que los asola se me antoja teatral, y en el caso de "Carta de una desconocida", la interpretación de Joan Fontaine (una actriz que me resulta inane, su único papel que me gusta es el de "Rebeca") me carga bastante. Por supuesto, ya digo, la película está muy bien hecha, pero una servidora no consigue entrar en la zozobra emocional de esos personajes. Es como un bonito envoltorio pero con un contenido que no consigo que me llegue al corazón.
ResponderEliminarAbrazos!
Tras leer tu demoledor comentario sobre "CARTA..." me dio un jamacuco y tuvieron que ingresarme de urgencia en la UCI (Unidad de Cinéfilos Impresionables). Ya recuperado, asumo que el cine de Max Ophüls no te mola ya que ni su mejor película (reconocida por ti) te convence y además tiras escaleras abajo (cual Richard Widmark en EL BESO DE LA MUERTE) a la pobre Joan Fontaine... ¡Ufff!
EliminarTe impongo como penitencia ver siete veces CARTA DE UNA DESCONOCIDA y peregrinar hasta Ronda donde reposan las cenizas de Orson Welles. "Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine..."
Un abrazo.
Jajajá, me encanta tu sentido del humor. Lo del acrónimo UCI te ha quedado perfecto. Ok, pienso volver a verla y darle otra oportunidad. Pero no seas muy duro conmigo, please.
EliminarNo, Miriam, mi "dureza" es sólo ironía verbal (el arma humorística de los inermes). Ya ves que la penitencia impuesta no puede ser más edificante, tienes mi absolución y además está tu propósito de enmienda. Espero tus noticias.
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