EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (Il Vangelo secondo Matteo)
(It-Fr) Arco Film / Lux CCF, 1963-64. 138 min. BN.
Pr: Alfredo Bini. Ft: Tonino Delli Colli. Mt: Nino Baragli. DA: Luigi Scaccianoce. Vest: Danilo Donati. Ms: Bach, Mozart, Prokofiev, Webern y Luis E. Bacalov. G y Dr: Pier Paolo Pasolini.
Int: Enrique Irazoqui, Margherita Caruso, Marcello Morante, Susanna Pasolini, Settimio Di Porto, Rodolfo Wilcock, Rossana Di Rocco, Alessandro Tasca, Alfonso Gatto, Ninetto Davoli.
SINOPSIS: Un recorrido por episodios en la vida de Jesús de Nazaret, a partir de la versión dada en el Evangelio escrito por (San) Mateo.
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Una envejecida María Susanna Pasolini), madre de Jesús, sufre al ver cómo crucifican a su hijo. |
COMENTARIO: Esta controvertida película fue la que dió a conocer a Pier Paolo Pasolini fuera de las fronteras del cine italiano. Se trata de una obra –y utilizamos las palabras de su autor– “desagradable y terrible, en muchos momentos ambigua y desconcertante, especialmente en lo que a la figura de Cristo se refiere”. Lo cierto –y curioso– es que el autor de ACCATONE afrontó este asunto desde su condición de marxista y ateo pero al mismo tiempo sin poder evitar una cierta atávica fascinación por los aspectos “sagrados” del personaje e historia que afrontaba (rotundamente rechazado en el plano consciente). De esta dicotomía surgió una película que casi resulta un collage estilístico (Pasolini descartó ideas de estilo preconcebidas y optó por filmar cada escena de la manera más adecuada a sus pretensiones), rehuyendo siempre, eso sí, la estética de estampita que siempre pareció preceptivo a la hora de filmar temas bíblicos. El Cristo incorporado por el español Enrique Irazoqui, voluntariamente desposeído en pantalla de su divinidad, nos es dado a través de una visión “realista”, a nuestra imagen y semejanza, con defectos humanos (no llega a resultar muy simpático y sí más bien tocado por la impaciencia y, en ocasiones, una comprensible cólera) que le hacen más cercano. Esto tiene, en algunos momentos, un efecto contundente en el espectador.
Sin poder evitarlo, siempre he ofrecido cierta resistencia a las películas que han pretendido acercarse a la figura de Jesús, tanto las canónicas como las otras (Scorsese, Pasolini). Nunca sabremos lo que Dreyer hubiera podido hacer con el personaje.
ResponderEliminarSantos saludos.
Entiendo y casi diría que comparto ese apriorístico rechazo del "cine religioso". Pero para no resultar injustos habría que ir película por película. En cuanto a ese proyecto arrastrado por Dreyer de rodar su película sobre Cristo... quién sabe. No disponemos de datos que nos acerquen a las características que hubiera podido tener esa película.
EliminarUn saludo.
Volví a verla hace poco y me resultó interesantísima de nuevo. No estaría mal repasar todas las veces que el cine ha tratado la historia de Jesucristo y analizar los distintos puntos de vista empleados.
ResponderEliminarPassolini como dices ateo y marxista no fue en la única película donde se acercó a una simbología religiosa. Me viene a la cabeza otra película que me gusta mucho de este director: Mamma Roma.
Beso
Hildy
Hola, Hildy. Durante muchos años, hemos podido comprobarlo, el cine se ha acercado a la figura de Jesucristo con temerosa ortodoxia, sin salirse de los márgenes de la "estampita". (incluso Nicholas Ray nos dio un Cristo canónico). Tendrían que venir Pasolini y Scorsese para romper el espejo.
EliminarEs cierto lo de la simbología religiosa en el cine de Pasolini en muchas de sus películas, o por lo menos en algunas. MAMMA ROMA es una crónica del subproletariado, tragedia de lumpen, una obra ejemplar engrandecida por el lirismo, ternura y lucidez moral de su autor y en ella aparecen "referencias sacras" como, por ejemplo, esa secuencia de la boda del ex-chulo de Mamma Roma en la que el director se las arregla para hacernos recordar en su composición a la "Última Cena" de Da Vinci, o la muerte del hijo adolescente de Mamma Roma en una celda de la cárcel que nos lo muestra como el "Cristo muerto" de Andrea Mantegna. Eso, en cuanto a referencias estéticas. En TEOREMA ya es entramos en otra dimensión.
Un abrazo.
Desde la distancia marcada por su ideología, Pasolini legó a la posteridad la mejor obra cinematográfica sobre Jesucristo.
ResponderEliminarSaludos.
Es muy posible que, de los que conozco, sea el mejor acercamiento cinematográfico a la figura de Cristo. Lo que sí resulta incuestionable en este Pasolini es su desnudez y honestidad despojadas de grandilocuencia y misticismos a la hora de trasladar "al pie de la letra" el texto de Mateo. Algún sentido ha de tener que la película esté dedicada a Juan XXIII.
EliminarUn saludo.
Han pasado ya bastantes años y no he vuelto a ver esta película lo que puede invalidar en parte mi opinión respecto a si la revisara ahora, pero confieso que no conseguí entrar en ella. No digo que sea mala, digo que entonces no me gustó, o que no supe entenderla ni en su estética ni en su propósito.
ResponderEliminarSaludos!
Esa reacción tuya ante las imágenes desnudas y áridas de esta película es perfectamente comprensible. Cuando la vi por primera vez, tenía unos inmaduros dieciséis años y entonces poca cosa sabía de Pasolini. Tardé algún tiempo y varias películas más de este realizador para saber "leerle".
EliminarUn saludo.
En un lenguaje de cámara propio de cine neorrealista, Pasolini nos ofrece un Cristo claramente marxista, acompañado siempre de sus apóstoles, unos hombres de rudos trazos fisionómicos que bien podrían parecernos un grupo de obreros arrancados del terruño o el andamio, y nos muestra en su trayectoria su desdén por la riqueza y el desprecio hacia la corruptora avaricia (no olvidemos la abominable traición de Judas por treinta monedas de plata). Y todo formando parte de un constante enfrentamiento al poder propio de un hombre idealista y combativo que lleva sus convicciones hasta las últimas consecuencias, y que, como revolucionario, inevitablemente habrán de convertirle en un mártir. A lo largo de la película podemos ver cómo Jesús va enfrentándose al poder allá por donde pasa, culminando con el famoso episodio en el que, cediendo a una violenta rabia, expulsa a golpes a los comerciantes en los aledaños del templo.
ResponderEliminarAquí no nos hace pensar si ese Cristo era hijo de Dios, no era su propósito, solo nos muestra a un hombre imbuido de idealismo y que paga cara su pureza de pensamiento y firme determinación frente a un mundo dominado por los intereses y el mantenimiento a toda costa del status quo.
Saludos.
Magnífico, Gonzalo. Tras leer tu clara tesis tan concisamente expresada me atrevo a suponer -bueno, estoy casi seguro- que está en concordancia con el propósito que pudo tener Pasolini a la hora de “adaptar” el texto de Mateo.
EliminarUn saludo.